LXIV - 02/05/15

81 22 0
                                    

Lunes, 02 de mayo


Querido Kawaki,

Hubiese querido que mi visita no te causara tanta ansiedad. No esperé lo que me encontré y, como te dije, ayer en la mañana, beber no es la solución a nada. Sé que tu padre era alcohólico, que muy probable esté sumergido en lo más bajo de ese vicio desde que desapareció. Pero tú no eres tu padre ni tienes por qué acabar igual. Me sorprendió encontrar tantas botellas de cerveza en tu cuarto cuando aún POR LEY no deberías poder comprar alcohol en las tiendas.

Te pregunté alguna vez por el dinero que te enviaba. Me dijiste que te comprabas taiyakis de vez en cuando. Nunca me mencionaste el alcohol y yo nunca te pregunté por eso, porque no es algo habitual. No es correcto que tomes de esa manera. Sé que te cansé con mi sermón, pero te lo repetiré las veces que sean necesarias, Kawaki. Me preocupa que estés en esos pasos.

No busques las cervezas, porque se las vendí al de la bodega y te dejé el dinero en el jarro de galletas. Fue fácil descubrir dónde escondes tus ahorros (sigue mi sugerencia y encuentra uno mejor). Ten cuidado con eso, no quiero que Isshiki se apropie de LO TUYO. Y me da la impresión de que ese sujeto es quien te compra la bebida. Sé que me lo negaste. Pero no te creí, porque preferí creer que el muchacho que me responde con cuatro o cinco palabras, que me hace pasar cinco o a seis filtros de seguridad, no era ese muchacho que compraba alcohol por cajas para su propio consumo Y ME DI EL TRABAJO DE CONFIRMARLO.

Le pregunté al señor de la tienda de frente por Isshiki y dice que desde hace un mes, él ha vuelto a comprar, que hace un año, tenía la costumbre de llevarse pedido grandes y ahora parece haberlo retomado. El alcohol te lo da él y me hace preguntarme ¿Qué es exactamente lo que tienes con ese tipo? ¿Por qué te alcoholiza? ¿Cuál es el fin de tenerte insconciente?

Yo no puedo traerte a La Hoja en contra de tu voluntad. Pero soy capaz de hacerlo si veo que te permites autodestruirte y créeme que no entiendo el motivo. No estás solo, de veras. NO TIENES POR QUÉ ACEPTAR NADA QUE NO QUIERAS. Tan simple como eso. No juegues con fuego. 

No quise decírtelo ayer, no quise cargarte más. Pero date cuenta lo grave que es que hayas caído preso a la ansiedad y buscado solución en el alcohol. En vez de pasar un buen día conmigo y de disfrutar de al fin conocernos, con las miles de posibilidades que pensé, no, todo se fue al diablo y nuestro encuentro se convirtió en una rehabilitación. Sé que no recuerdas ni siquiera cómo llegaste a la estación. Estabas cayéndote de borracho y tuve que guiarme de tus indicaciones para llegar al cuarto donde vives. Vomitaste. Te dormiste. Y preferí quedarme a cuidarte hasta el día siguiente, por eso me encontraste apenas despertaste. Yo lamentablemente, no podía quedarme más tiempo ni reprenderte más, pero de veras espero que sabiendo todo lo que pasó, reflexiones. El alcohol es un falso amigo. Parece que te ayuda, pero no, te destruye.

Tampoco te me desaparezcas, porque si no recibo una carta tuya en esta semana, voy a ir a denunciar al fin infeliz ese de pura cólera, Kawaki. Es lo que siento ahora, cólera. Y créeme que estoy seriamente considerando traerte a La Hoja. No estás siendo el muchacho sano que yo conocí hace un año. Y bien podría ignorarte, hacerme el ciego, pero yo no soy así. Te quiero mucho y no voy a dejar que un imbécil, que tú dices que te cuida, te destruya.


Naruto Uzumaki.

Naruto | Kawaki :: Cartas a un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora