III

9 1 0
                                    

Maldito ruido.
A pesar de que me ha quitado el cansancio, el ruido me despertó, no hay nada mas irritante que eso. Pero supongo que esta bien, el sueño desapareció, creo que solo me hacia falta una pequeña siesta. Me levanto de la cama.
Últimamente el frio que hace es abrumador.
Camino hacia mi armario para poder tomar una sudadera.
Me desvisto y me coloco la suadera...la sudadera de Josh: esa que es tres veces mi talla. Dejando de pensar en eso, tomo mi mochila, saco mis cuadernos para distraerme con la tarea un rato.

Luego de realizar mis deberes busco más actividades que hacer para matar el tiempo.
Pienso en hacer algo de aseo en la casa pero...prácticamente ya no vive nadie aquí asi que todo esta ordenado todo el tiempo. Todas las cosas permanecen en su lugar siempre, incluso ni siquiera hay ruido, excepto cuando papá esta en casa...suele haber gritos, forcejeos, llantos, sollozos, malas palabras o a veces, ronquidos.

Me recuesto en mi cama nuevamente, solo mirando y examinando el techo. Analizo las estrellas que se encuentran pegadas ahi...
El día que las compré, llegué emocionada con mamá, le rogué que dejara de lado la cena por un rato para ayudarme a pegarlas sobre mi cama. Ella accedió, con un pequeño suspiro, sonrió y ambas corrimos a mi habitación, jugamos un rato con mis almohadas y estuvimos bromeando y riendo. Y después, me tiro de la cama cuando saltábamos en esta, Josh llego corriendo al escuchar el estruendoso ruido que hice al caer, y papá lo siguió de inmediato. Al final, pudimos pegar las estrellas fluorescentes entre todos.

Luego de un largo rato recordando, por fin me quedo dormida. Me gusta dormir, aunque a veces mi cuerpo no me obedezca y no pueda conciliar el sueño. Dormir de alguna forma es como morir, y, si tienes el sueño pesado es mejor.
No piensas (al menos no voluntariamente, a menos que tengas pesadillas recurrentes), no sientes, no escuchas, no tienes que estar estresado o incluso no sientes la ansiedad, los miedos, hambre, terror, tristeza, enojo...
Simplemente tu mente te desconecta de todo lo que tiene sentido y solo, sueñas, si eres afortunado soñaras con algo lindo, algo que te haga sentir cómodo y seguro, sin embargo, si no es asi soñaras pesadillas, esas con las que sueñas que podrías ser completamente infeliz o con tu mayor terror. Odio las pesadillas, digo, ¿Quién no?.
No suelo soñar con cosas lindas, simplemente mi mente hace una combinación de mis recuerdos y los coloca en orden en mi mente para después hacerme un collage de horribles pensamientos y momentos desagradables. No ocurre muy seguido pero odio cuando eso sucede.



°°°

Llegue unos días antes de que pegaran esas estrellas en el techo. Verla alegre, feliz y riendo cuando llegue, me hizo preguntarme el por que estaba aquí, ¿por que estaba aquí si a ella no le hacia falta nada?. Por un momento tuve la esperanza de que ella fuera asi siempre, creí que no me necesitaría en ningún momento de su vida, e incluso reflexione en algún momento en ocasionar algo terrible para que ella me utilizara, hacer mi trabajo e irme inmediatamente. Pero la vida se me adelanto, me equivoque al creer que ella siempre seria asi, deslumbrante y llena de vida. Odio equivocarme. Sin embargo, solo me queda estar con ella, por el momento, lejos. Pero se que siente mi presencia, se que muy pronto estaré a su lado y no aquí encerrado en su armario.
Hare que esa pequeña niña vuelva a sonreír, que vuelva a ser feliz, que pueda pegar mas estrellas en el techo y en donde sea que quiera pegarlas, que pueda ir dejando su marca especial en toda persona que conozca, para que sepan lo maravillosa que es, que vean lo que yo veo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 5 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Monstruo En Mi ArmarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora