La capital de un país es algo muy importante, normalmente es el lugar con más calidad de vida en un país.
Pero eso no sucede aquí, todo el país está jodido, el crimen se expandió hasta la más escondida esquina, violaciones, robos, torturas a plena calle y muchas cosas más.
No hay lugar para sentimientos, amistades o cualquier mierda como esa.
Cuando era niño mi padre me enseñó eso aquello que me relajo me hizo volar, aquello eran como alas para mí.
Abrió un mundo de relax, un mundo donde todos mis músculos se relajaban, el mundo se transformó en millones de colores diferentes, todo parecía feliz.
Nadie arruinaba este mundo de felicidad, era hermoso, si alguien me jode se borra de este mundo, apresar que en el mundo real despierte lleno de un líquido blanco.
Ese mundo era hermoso, pero perdí el nombre y mis pastillas.
En un cuarto desordenado, un chico estaba auto lesionandose, mordiendo sus propias manos arrancándose la piel y uñas.
En un baño de sangré, 2 horas después había un cadáver, sin vida en los ojos, los únicos que reflejaban los ojos de ese cadáver era
Una pastilla