LET'S MAKE A BABY! | SOOJUN ©

Capítulo 2: midnight whisper

Al salir del baño luego de una larga y relajante ducha caliente, YeonJun sacó una crema para humectar su piel. Esa que tenía un aroma bastante agradable de chocolate y esencia de vainilla.

Se la pasó primeramente por la cara con delicados masajes sobre sus pómulos, descendiendo por sus extremidades superiores hasta llegar a sus largas piernas. Masajeó unos segundos en círculos y cuando ya no hubo crema más para esparcir, se procedió a secar sus cabellos rubios. Pensando en teñirse de azul el siguiente fin de semana pues quería probar un cambio pequeño en su aspecto.

Se suponía que Soobin llegaría esa noche tarde a casa, avisándole de antemano que no se preocupara si pasaban las doce y todavía no había indicio de él. Grande fue su sorpresa al ver a su esposo sobre la cama, quitándose el saco junto a la corbata para dejarlos en un lado del mesón de noche del lado de Soobin.

—Creí que ibas a llegar tarde —YeonJun se acercó a Soobin, abrazándolo de inmediato como muestra de cariño. Recargó su cabeza sobre su hombro y pecho mientras depositaba un beso corto en su mejilla— pero me alegra que hayas vuelto pronto. No me gusta dormir si tú no estás del otro lado.

—A mí tampoco me gusta estar fuera de casa, amor —con sus brazos rodeó la cintura de YeonJun. Agachando su cuerpo hacia el del doncel donde aspiró la suavidad de su aroma— siempre que me voy al trabajo, lo único que deseo es que se acabe de una vez para venir a verte.

Los dedos de YeonJun acariciaron el lóbulo de la oreja de Soobin, besó la mejilla de su esposo varias veces hasta hacerlo suspirar contra su cuello. Los brazos alrededor de su cintura se ajustaron, con tal de mantenerlos pegados pecho con pecho, Soobin lo elevó del suelo haciendo que tuviera que pararse de puntillas levemente. Entonces sus labios bajaron al cuello grueso de Soobin, dejando besos cortos sobre cada centímetro.

—Debo ducharme —murmuró Soobin con la voz amortiguada pero sus labios se encontraron con los de YeonJun y él no era un hombre fuerte cuando de su esposo se trataba. Cuando el doncel posó sus suaves y regordetes labios sobre los suyos, no se apartó ni lo apartó, dejándose envolver con sus brazos alrededor de su cuello.

La mano de Soobin, grande y dura, pasó detrás de la nuca de YeonJun para sostenerlo y hacer ese beso más pasional. Las manos de YeonJun tomaron las mejillas de Soobin para seguir con la demanda del encuentro, luego simplemente le dejó el control a Soobin. Un gemido libidinoso se escapó de su boca cuando sintió caricias sobre su pecho, amasando sus dos protuberancias que traspasaba su pijama. Perdiéndose un tacto en la piel tibia de su cuerpo por su ropa interior.

—Luego te duchas —frotó su mejilla contra sus pectorales.

—¿Seguro? —Soobin besó su cuello. YeonJun hizo atrás la cabeza, clavando sus dedos en los brazos que lo tenían.

—Seguro, muy seguro.

Sin protestas, Soobin cargó a YeonJun para dejarlo sobre la cama, poniéndose en medio de esas dos hermosas piernas pálidas y cremosas. Las elevó sobre sus hombros, besando con dulzura cada una, desde la planta del pie, por el tobillo, hasta llegar a la longitud de la rodilla.

Amaba tanto a YeonJun que simplemente era adicto a besar cada parte de su ser.

—Me haces cosquillas, Bin-ah —no evitó las risas tímidas cuando se trataba de besar zonas como sus tobillos. Soobin siempre amó besarlo de pies a cabeza.

—Es que me gustas mucho que no lo puedo evitar hacer. 

—Llevamos cinco años casados y aún no puedo creer que diciéndome eso logres acelerar mi corazón como la primera vez que lo hiciste.

—Me gustas —se puso encima, sus brazos a cada lado del rostro sonrojado de YeonJun. Los dos se miraron con amor, deseo, sus rostros se fueron acercando lentamente, Soobin susurró mientras besaba el mentón de YeonJun—, no importa cuánto pase. Siempre estaré enamorado de ti, YeonJunie.