Jake Olsen.
Sigo pensando en lo que ha pasado, Mac de vuelta en mi habitación, como entonces. Como cuando no tenía que resistirme a quererla tal como sigo queriéndola. Llevo toda la noche despierto, asi que, por más que intento negarme, decido ir a buscarla. No se muy bien donde podría estar, nunca estuve en su casa, ni me presentó a sus padres, ni a nadie en realidad. Siempre fue un misterio para mi, pero a pesar de eso seguiría dispuesto a averiguar todo cuanto fuera necesario para seguir a su lado. Cojo la chaqueta y salgo de mi casa.
Al salir me encuentro a un chico en el porche.—Hola, ¿quién eres? —le pregunto intrigado.
—Un viejo amigo de Mac, creo que incluso sabes quien soy.
—Fuiste tu, ¿no? —no quería saber la respuesta.
—Todas esas noches en que te contaba cuentos de me voy a ayudar a mis padres, estaba conmigo.
—Entonces ya puedes decirme donde esta para poder preguntarle a ella.
—De acuerdo, te daré su dirección, dile que vas de parte de Nolan.
—De acuerdo, gracias.
En cuanto veo a ese tal Nolan alejarse, veo que no es trigo limpio. Inmediatamente me preocupo por ella, no tengo ni idea de que podría haberla empujado a acercarse a alguien como él.
Mackenzie Williams.
En cuanto entro en casa mi padre me espera sentado en el sofá, con el cinturón en la mano. Entro con ganas de volver a salir, pero ya ha escuchado la puerta al abrirse por el sonido de mis llaves. No me da tiempo a cerrar la puerta cuando él se levanta y me da un fuerte latigazo en la cara con el cinturón, tirándome al suelo.
—Papá por favor, para, no volveré a desobedecerte.
—Ojalá te hubieras ido con tu madre.
— Si mamá estuviera aqui sabes que no me habrías puesto una mano encima, todo esto empezó cuando se fue, y nunca podré olvidarlo.
Mi padre agarra el cinturón y veo la rabia en sus ojos, pegándome repetidas veces con el cinturón. Empiezo a gritar, pero sé que nadie va a venir a ayudarme.
Minutos después, me levanto con cuidado, dolorida. Me duele todo el cuerpo, y en lo único en lo que puedo pensar es en Jake.
Cuando levanto la vista aparece ante mis ojos.—Jake... no...
—Mac... —me acaricia la mejilla, limpiandome la sangre.
—Jake ¿qué haces aquí? —le pregunto sin poder pensar en qué decirle —¿Cómo... has sabido donde vivo?
—Nolan me lo dijo, ha aparecido en mi casa y me ha dicho que es... que fue con él con quien pasabas las noches en las que me decías que estabas aqui.
De inmediato rompo a llorar sin poder evitarlo, lo sabe. Sabe que le mentí, lo sabrá todo ya. Apuesto a que Nolan se lo ha contado todo.
—Mac...
—Te ha dicho la verdad... —respondo, sabiendo que se acabó, que ya le he perdido.
—Mac, estas siendo sincera, y con eso me basta.
—¿Qué?
—He intentado descifrarte tantas veces...
—Lo siento Jake, se que lo que te he hecho es imperdonable, pero por favor, quédate.
—Solo si me lo cuentas todo.
—De acuerdo, por donde empiezo... —Jake se acerca a mi y me mira con ternura.
—Tan solo di lo que piensas, y lo que recuerdas.
—De pequeña mi padre y mi madre discutían a menudo, pero yo me subía a mi habitación y ponía un CD de mis canciones favoritas para no escucharlo —Jake parecía atento a cada palabra que salía de mi boca —Mi madre cayó enferma, murió hace 4 años. Pensé que lo superaría, pero entonces mi padre empezó a pegarme, y todo empeoró entre nosotros. Nunca nos había ido bien en la relación padre e hija, pero jamás pensé que las cosas terminarían de esta forma.
Me callé, y Jake no hacía más que mirarme con empatía, y en vez de hacerme sentir incómoda, fue la primera vez que sentía que me veía tal cual era, una chica con problemas. Alguien que finalmente se expresaba tal como se sentía en realidad.
—Mac... lo siento muchísimo. Siento no haber estado ahi, siento no haberlo sabido.
—Nunca te lo dije, era complicado, y no quería que me vieras de esta forma.
—Sé que es difícil, pero... cuentame lo de Nolan.
—Con Nolan eran todo problemas que se iban haciendo cada vez más grandes, yo misma lo puse todo en mi contra para poder desahogarme.
Sentía que me faltaba el aire, y Nolan tenía sustancias que me hacían sentir mejor por unos instantes, pero luego dejaban de hacerlo. Entonces me refugiaba en una mentira que me ha pasado factura. Estar con él era fácil, no tenía nada que aparentar, nada que ocultar. Él siempre fue la forma más fácil de huir de mi vida de mierda.—Escucha, eso se acabó, ya no vas a volver a estar sola en todo esto. Te lo prometo. Y lo siento si alguna vez te he hecho daño.
—Jake, ya nunca más te voy a ocultar nada de esto, eso solo me ha llevado a tener más y más problemas.
—Eres complicada, pero no imposible. Yo nunca te habría dado por imposible, y nunca lo haré.
Tan solo pude abrazarle, llorando al fin entre sus brazos, como tantas veces había soñado con los ojos abiertos.
La paz dura poco, al aparecer mi padre decido ponerle fin a mi sufrimiento a su lado.—Papá, se acabó. No vas a volverme a ver, siento no haber sido suficiente para ti.
Jake y yo salimos por la puerta, y con eso ya siento la cuerda menos apretada, suspiro y le miro a él.
—Puedes quedarte conmigo si quieres Mac, no hace falta ser siempre tan fuerte, ya has soportado un infierno, y creo que ya va siendo hora de que desaparezca el dolor.
Rompo a llorar, y él me abraza con fuerza. Es como si pudiera sentir todo lo que yo sentía en esos momentos, todo lo que he pasado, y lo que he sufrido.
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Con mis ojos lo sabrías.
FantasíaAmores que ocultan secretos oscuros. Misterios que no puedes controlar. Con los ojos no puede verse todo. O tal vez si, con un poco de empeño. Pero y si no me atrevo a mirar, y si no es lo que esperaba desde hace tanto tiempo. Tendré que averiguarl...