Microcuentos que escribí para concursos escolares.
Correos electrónicos a la velocidad de la luz. [2° Lugar] (2021).
Mando correos a un satélite desconocido, a un emisor desconocido, espero respuestas tardías, en busca de alguien que me comprenda. Recibí algo de vuelta tras un mes, mandé otro correo. Busqué por curiosidad… trescientos millones de metros en un segundo… así viajan mis mensajes, ¿Cuántos segundos tiene un mes?. Nos mandamos un mensaje todos los meses, me extraña que no hayas hablado de la demora, mi mente no está clara, pero creo que para ti es más… mucho más. Me haces sentir aceptado aún así, no había encontrado a nadie en este planeta o en otros las veces pasadas… solo lo acepto, aunque lo ignore… en el fondo sé que no estás viva.
¡Somos bienes dañados! [3° Lugar] (2022).
Tras los años de progresos apresurados y precoces, cuestiones de un mundo perfecto que solo es corrompido por la ética. Un misterioso joven camina por las calles, con un cigarro en la boca, como si recordara el mundo en el que nunca vivió, como una anacrónica pieza angustiada en un mundo puro, poca gente sale de su casa, los servicios básicos y "artes" ya fueron suplidos por las máquinas y la planetización lo hacía todo más lindo. Nadie es infeliz sin sufrimiento, solo obtienen placer. El extraño del cigarro parecía harto sin un motivo aparente, enfermo y débil aún tener todo a su disposición, sin restricciones, sin preocupaciones. Se mete en un callejón y solloza música inhumana y estruendosa, los problemas del que no tiene ningún problema, toma su cigarro y lo apaga en su mano, su llanto frena, se relaja y sigue su vida en un mundo tan moderno.
