Por su octavo mes de embarazo, eunwoo decidió organizar un típico "Baby Shower", Invitó a va de sus familiares y amigos, preparó bocadillos y esperó que todo saliera bien. Nunca había ido, ni mucho menos organizado uno, pero había hecho lo mejor que pudo.
Para no hacer el cuento largo, todo había resultado bien. Vió algunos de sus amigos y uno que otro pariente suyo, había recibido múltiples regalos para él y su bebé, e incluso se sentía como Buda de todo lo que le habían tocado el vientre. Afortunadamente para el agotado omega, el evento acabó, y finalmente pudo descansar de ser el centro de atención.
Al final del día, la pareja tuvo que recoger los restos de la "fiesta". moonbin se ocupaba en la cocina preparando algo ligero para cenar, mientras eunwoo
se entretenía con los regalos que le habían traído.moonbin salió de la cocina, con una taza en cada mano. Café para él, y té para eunwoo. Contrastaban. Amargo para él, dulce para el otro. Algo que de alguna manera reflejaba sus personalidades de una manera curiosa. Se quedó quieto al ver como eunwooobservaba con detenimiento algo tan pequeño que cabía en sus manos.
-Qué tienes ahí? -preguntó, acercándose.
Entre sus manos, estaba un diminuto par de zapatitos de tela. Eran de un color rosa claro, con un pequeño moñito en el centro. eunwoo los miraba con los ojos muy abiertos, como si fuera la primera vez que veía algo así.
-No puedo creer que algo así de pequeño -levantó los zapatos, para que moonbin los viera mejor-, lo lleve dentro de mí.
Su sonrisa se extendió todo lo que pudo, sus ojos se convirtieron en medias lunas y soltó una tierna risa. moonbin sintió su corazón derretirse de dulzura. Se acercó al omega, tomándolo delicadamente de la barbilla y dejo un casto beso en sus labios.
Le devolvió la sonrisa, bajó hasta que su rostro estuviera a la altura del abdomen de eunwoo, y besó tiernamente su vientre, habiéndole cosquillas.
-Los amo -susurró.
-Y nosotros a ti.