La arena está llena, el público enardecido, se escuchan las porras apoyando al rudo favorito de la gente, Fractura. Mientras Fractura hace su gran entrada al ring Alejandro está en los vestidores, con su máscara en mano, preguntándose que está haciendo ahí. -No mames, ¿que chingados estoy haciendo aquí?, ¿Cómo chingados llegue aquí?- su nerviosismo se nota a kilómetros, sus manos sudaban y sus rodillas temblaban sin parar. De fondo se escucha un grito –¡oye niño!, dame tu nombre de luchador para presentarte, ya te toca entrar- Alejandro mira su máscara y duda de si debería darle su nombre y solo salir de ahí -¡Mi nombre es el Caballero Escarlata!- responde Alejandro -Y no soy un niño- se dice a si mismo mientras se pone su máscara. Rumbo a la salida de los luchadores su mente poco a poco se va despejando su mente y su tema de entrada le da ese valor extra para entrar al corredor con la confianza de un luchador veterano, saludando a la gente como si fuera su milésima vez ahí aunque sólo sea su primera vez.
Mucha gente duda de sí debería estar un “niño” en el cuadrilátero enfrentando a Fractura, la experiencia en el cuadrilátero entre ambos es abismal, aunque Alejandro haya tenido una carrera como amateur impresionante y haya sido apodado el hijo pródigo, la escena profesional es otro nivel y un peleador como Fractura es el vivo ejemplo de ello. Despiadado y colmilludo, no sería nada sencillo para Alejandro, aunque la diferencia de pesos es inmensa, la juventud está de su lado. Esto y miles cosas más pasan por la cabeza de Alejandro en ese tramo del corredor al ring, una vez arriba podía sentir que el mundo tenía sus ojos sobre el, como un yunque de hierro sobre sus hombros. En cuanto el referí subió, la gente bajó la voz y sólo se podían escuchar los murmullos -Quiero una pelea limpia, nada de picar ojos, golpes por debajo del cinturón, ni llaves ilegales. Caballero Escarlata, ¿Listo?- Alejandro asintió con la cabeza. -Fractura, ¿Listo?- Si- Respondió Fractura. -¡A luchar!-
Alejandro toma su distancia y trata de buscar una apertura para conseguir el primer golpe mientras que Fractura estaba provocándole para que atacará, Alejandro, siendo más rápido y ágil decide correr hacia el para acortar la distancia, la primera reacción de Fractura es recibirlo con un golpe directo pero Alejandro se agacha y logra esquivar el golpe y seguir corriendo, no tenía planeado correr hacia el para golpearlo, si no que el iba hacia las cuerdas para tomar impulso y aprovechar el momento que le toma a Fractura darse cuenta que tiene a Alejandro detrás de él, para cuando logra darse cuenta, Alejandro ya había rebotado contra las cuerdas y logra conectarle un golpe de Superman. En el momento Alejandro creía haberlo derribado y bajo la guardia por un momento, ese pequeño momento de descuido le costó caro ya que no se dio cuenta que Fractura no había caído al suelo y no sólo eso, si no que lo había tomado del brazo, Alejandro trató de zafarse pero ya era muy tarde, Fractura lo lanzó de regreso contra las cuerdas con una fuerza increíble, Alejandro rebota sin oportunidad de detenerse y Fractura lo recibe con un latigazo bien conectado que logra derribarlo.
Alejandro siente que el aire sale de su pecho y de paso un cachito de su alma, cuando menos se dio cuenta, Fractura lo remato con un codazo en caída directo a su pecho, ni chance de meter mano pudo, en ese momento Alejandro se dio cuenta de la realidad en la que estaba, si no hacia algo pronto, perdería la oportunidad para dejar una huella como un novato debutante. Fractura ya iba por el conteo para acabar con la lucha -¡1!- grita el referí -¡2!- grita el público, en un momento clave, el cuerpo de Alejandro responde sólo y quita su espalda de la lona y se quita a Fractura de encima. Fractura se quedo impresionado de lo sucedido y se puso a discutir con él referí sobre si había logrado contar hasta tres o no, mientras eso sucedía Alejandro se incorporó lo más rápido que pudo, una parte de él aún trataba de comprender cómo fue que había a logrado librarse de esa pérdida segura, la otra parte estaba en blanco, su espíritu de lucha se había encendido, su sangre empezó a hervir y su corazón estaba acelerado, la emoción lo consumió y cuando Fractura volvió al combate Alejandro le conecto una lanza directo al estómago y logró derribarlo -¡ay cabron!- dijo Fractura mientras el aire se le iba de los pulmones, Alejandro cayó con el y rodó para no perder tiempo en el suelo, con el vuelo que tenia llego a las cuerdas para tomar un impulso extra y poder echarse una mortal hacia adelante cayendo con una patada de tijera directo en el pecho de Fractura, sin perder el tiempo Alejandro trató de ir por el conteo pero Fractura logró quitarlo de encima -Saquese pinche huerquillo- le dijo Fractura a Alejandro rompiendo así con su racha, ya con ambos de pie empezaron a dar vueltas en el ring esperando a que el otro hiciera el primer movimiento.
Fractura decide tomar el primer movimiento e ir por un tackle para buscar el derribe, desafortunadamente para el, es demasiado lento y Alejandro logra esquivarlo saltando sobre el, Fractura decide usar las cuerdas para impulsarse y asestar un latigazo, pero cuando se da la vuelta Alejandro ya lo está esperando y lo recibe con una patada directo en la cara que logra conectar exitosamente, Fractura cae en la lona como un saco de papas y Alejandro aprovecha para lucirse ante el público que está eufórico. Alejandro hace una señal hacia el público y corre hacia las cuerdas para rebotar y lograr una pirueta hacia adelante apoyándose en el suelo con sus manos y remata con una mortal hacia atrás y cae sobre Fractura para empezar el conteo, -¡1!- grita el público -¡2!- grita el referí -3- se dice Alejandro a si mismo, la arena se queda un momento en shock al ver tal hazaña, un novato compartiendo el cuadrilátero con un veterano y no sólo eso, logrando una victoria ante el. Alejandro se levanta para ver tal paisaje, una arena llena de caras desconocidas, caras llena de asombro y euforia, en cuanto el referí levanta el brazo de Alejandro para anunciar su victoria, el público se vuelve loco y empieza a gritar su nombre -¡Caballero Escarlata! ¡Caballero Escarlata!- Alejandro siente una calidez en su pecho, no sabe si es por la adrenalina del momento o el sentimiento de amor por el público.
No se puede ver, pero debajo de la máscara Alejandro está sonriendo mientras camina de salida por el corredor, la gente extendía sus manos para saludarlo, chocar los 5, pedirle una foto y Alejandro no se negaba a nada de eso, después de todo, una victoria de ese estilo le dio un subidon de confianza en sí mismo. En los vestidores Alejandro seguía escuchando los gritos del público, también escucho a vocero anunciar a los siguientes luchadores para la segunda pelea de la noche: el veterano Berlin, un técnico carismático con una reputación bien establecida con el público y Trueno Esmeralda, un técnico que también estaría debutando esta noche. Alejandro conocía a Trueno Esmeralda de las ligas menores aunque nunca se habían enfrentado -¿Como esta el público está noche?- preguntó Trueno Esmeralda a Alejandro -Ya la deje lista para que les des un buen show- respondió Alejandro, aunque ninguno conocía el rostro del otro, ambos sabían que podían confiar entre ellos, como novatos luchadores. En los vestidores Alejandro ya estaba cambiándose y guardando sus cosas cuando llegó el organizador con un sobre en la mano -Te la rifaste esta noche morro.- le dijo el organizador a Alejandro -Gracias, tuve un inicio lento pero al final me la terminó pelando hahaha.- El organizador se rio con Alejandro -A la gente le gustó es show que te aventaste hoy, aquí tienes tu paga de hoy, disfrutalo, es tu primera paga como un profesional.- Alejandro recibió el sobre con dinero y lo guardo en su chamarra mientras se dispuso a irse a casa -¡Hey morro!- le grito el organizador -¿Te parece bien si el siguiente viernes te pongo la pelea a la misma hora?- Alejandro miró su calendario en su teléfono -¿Hay chance de que me pueda acomodar el domingo?- -Yo te aviso en la semana, pero no prometo nada.- respondió el organizador -Animo, ahí nos vemos.- dijo Alejandro ya de salida de la arena. En la entrada de la arena había puestos vendiendo recuerdos y otras cositas, Alejandro se detuvo un momento para ver que tanto vendían, tenían bastantes artículos de luchadores conocidos como Fractura, Berlin, Komodo, Voodoo, Titan, Catrina, Rosa Nerga y luchadores de Leyenda como El Santo, Blue Demon, Atlantis, Mil Mascaras, El Perro Aguayo y El rayo de Jalisco. Para Alejandro era impresionante ver a todos estos luchadores inmortalizado en la historia de México y el soñaba ser como ellos, Alejandro sacó su teléfono para mandarle un mensaje a su novia que ya había salido de “trabajar” y que ya iba camino a casa -Su puta madre, ya es bien tarde.- se dijo Alejandro a si mismo al ver la hora, de reojo pudo ver un cartel donde estaba el horario de esta semana, después de el había dos peleas más, la que se estaba llevando acabo de Berlín contra Trueno Esmeralda y la siguiente era de El Valiente contra La Bestia de Guevodan, otro novato que iba a debutar esa noche, Alejandro ya conocía a La Bestia de Guevodan, anteriormente se habían podido enfrentar en una de las ligas menores en un combate de exhibición, Alejandro logró salir ganador muy apenas por la diferencia de estilos, desde ese entonces La Bestia de Guevodan ha tenido una clara rivalidad contra Alejandro, aunque no se podía decir los mismo de Alejandro, el vivía las luchas en el momento y no le importaba el pasado.
Ya al estar esperando el Macrobus Alejandro sacó su teléfono para marcarle a su novia -¿Bueno?- responde Hanna, la novia de Alejandro -Hola amor, oye, ya estoy camino a casa ¿quieres salir a cenar hoy?- dice Alejandro mientras se sube al Macrobus -Claro amor, solo déjame terminar mi tarea y me meto a bañar.- responde Hanna del otro lado de la línea -Claro amor, sirve y alcanzo a llegar a bañarme y pedir el Uber con tiempo.- El Macrobus venía algo vacio para ser viernes pero a Alejandro no le importaba, mientras había lugar para sentarse no había problema -Bueno amor, te dejo para que sigas con tu tarea, te aviso cuando llegue a casa, te amo.- dice Alejandro mientras se acomoda en su asiento -Yo también te amo, bye.- responde Hanna y termina la llamada -Pobre chica, no tiene idea de las cosas que hace su noviecito.- dice alguien en el asiento de atrás, Alejandro podía reconocer esa voz donde sea -Que gusto encontrarte aquí Karen, ¿Vienes de arruinarle la vida a alguien?- responde Alejandro cono un tono sarcástico, la voz era de su ex novia, Karen Guzmán, habían salido un año hasta que descubrió que Alejandro estaba participando en luchas clandestinas para conseguir dinero extra y una oportunidad para conseguir un visor y dar el salto a la escena profesional -Muy gracioso, ¿También le piensas ocultar el hecho de que pones tu vida en riesgo por un pesos extras o vas a ser un novio decente esta vez y le dirás la verdad?- le dijo Karen a Alejandro en un tono prepotente, Alejandro soltó un suspiro -Número 1, “esos pesos extras” te cumplían tus caprichos de niña de fantasía, número 2, el dinero que consigo ahora es completamente legal, número 3, mi relación es algo que no te debería importar en lo mínimo y número 4, bendito Dios que me parada es esta así no tengo que soportar tus prejuicios.- decía Alejandro mientras se acercaba a la puerta del Macrobus -Esos secretos van a terminar por consumirte si sigues así.- le decía Karen con disgusto en su voz -Si, si aja como digas, adiossss.- decía Alejandro mientras veía la cara de molestia de Karen alejarse con el Macrobus -Vaya forma de arruinar mi camino a casa, ¿quién se cree para decirme cómo manejar mi relación? Por algo lo nuestro no funcionó y no tiene nada que ver con la lucha.- se decía Alejandro mientras caminaba a casa, no estaba lejos de la estación de Macrobus, era bueno porque tenia en que moverse para ir a la Universidad, lo malo era que la renta era algo alta así que le daba un chingadazo a la cartera de sus padres, Alejandro les había comentado que ya tenía un trabajo que ayudaba a pagar los gastos para que ellos no tuvieran que gastar tanto en el. Claro que no les podía decir que su trabajo consistía en agarrarse a chingadazos con gente desconocida en mallas ajustadas y a veces en calzones así que les decía que trabajaba como recepcionista en un hotel de la zona y que le daba tiempo de hacer tarea, solo regresaba a su pueblo los fines de semana así que no había ningún problema. Ya en casa Alejandro le mando mensaje a Hanna para avisarle que había llegado y que se iba a dar un baño rápido, su casa no era muy espaciosa pero tenía lo esencial para vivir, una sala, cocina, un cuarto de tamaño decente y un baño completo. Ya en el baño Alejandro se puso a revisar si no tenía algún moretón visible para cubrir -Pues muy puteado no salí, ojala no me empiece a doler el cuerpo con Hanna.- dijo Alejandro frente al espejo, procedió a meterse a bañar con agua fría para aliviar el estrés de su cuerpo y relajarse un poco, una vez terminado su baño se fue a cambiar en bombiza mientras pedía un Uber para ir por Hanna a cenar al centro. Justo cuando se terminó de arreglar el chófer le marcó porque ya estaba afuera, tomó su chaqueta y todas sus cosas y salió rápido, en el Uber le marcó a Hanna para que estuviera lista, no vivía tan lejos, estaba solo a unas 3 estaciones de la casa de Alejandro pero por la hora era más seguro ir en Uber. Una vez habiendo recogido a Hanna, fueron a cenar a un restaurante por Chapultepec y de ahí se pasaron a un antro que estaba cerca. Pasaron una noche espectacular aunque las palabras de Karen resonaron en su cabeza “Esos secretos van a terminar consumiéndote”, Alejandro trató de ignorar ese comentario y disfrutar esa noche, al fin y al cabo, la estaba pasando bien con el amor de su vida. A las 2 de la mañana ya estaban de regreso, un poco ebrios y cansados de tanto bailar, Alejandro tuve que cargar a Hanna hasta su cuarto –¿Te puedes quedar a dormir esta noche conmigo?- dijo Hanna con una voz tierna y dormida -¿Estas segura de que quieres que me quede? ¿Qué dirá tu mamá si se entera que dormimos juntos?- respondió Alejandro con un tono juguetón y sarcástico, claro que se quería quedar a dormir pero le gustaba bromear con esas cosas -¿Eso cuando te ha importado? Además, otras veces te has quedado a dormir sin tantos peros.- decía Hanna, ya acostada mirandolo por encima del hombro. Alejandro se que quedo callado, no hacia mas que admirar a Hanna y aun trataba de procesar como es que ella había aceptado salir con el, se conocían desde los 7 años y ahora tienen 21 años, tenían toda una vida detrás de ellos y ahora tienen una vida entera juntos frente a ellos -¿Vas a acostarte o no? Porque la luz no me deja mimir.- dijo Hanna, Alejandro soltó una pequeña carcajada y respondió -Ya voy, ya voy.-
En la mañana del día siguiente, sábado, la alarma de Alejandro los despierta, al checar la hora eran las 10:40 am, Alejandro se levanta de la cama por un vaso de agua a la cocina para tener algo de agua en el sistema y de paso llevarle agua a Hanna porque de seguro ella si tenia cruda de la noche anterior. Hanna despertó con el ruido de la puerta cuando Alejandro entró al cuarto con el vaso de agua -¿Que hora es, amor?- dijo Hanna aún medio dormida -Antes que nada, buenos dias, amor y son las 10:45 de la mañana.- respondió Alejandro sentado al borde la cama acariciando la cara Hanna cuando de repente Hanna se levantó de golpe de la cama -No manches amor, ¿Cómo que las 10:45? Tengo clase a las 11:00, se me ya se me hizo bien tarde y me tengo que arreglar.- dijo Hanna toda apurada -¿Tienes clases en sábado? Que verguiado, pero ni pedo, déjame cambio rápido para irnos pues.- dijo Alejandro con toda la calma del mundo. Una vez listos, salieron de prisa de la casa y se fueron a la universidad que quedaba a 5 minutos de la casa de Hanna a pie, en el camino Alejandro se detuvo a comprar unos baguettes y unos jugos para desayunar rápido y no tener hambre, ya en la universidad Alejandro dejó a Hanna en su salón y le dio un suero por la cruda que tenia -Me avisas cuando salgas para venir por ti e irnos a la central para regresarnos al ranchillo.- dijo Alejandro -Chi amor, yo te aviso, te amo.- respondió Hanna. Alejandro decidió dar una vuelta por la universidad y ver si se encontraba a alguien mas, apenas era su tercer semestre ahí porque había perdido dos años sin estudiar -¡Alex!- alguien le había gritado a Alejandro -¿Qué pedo wey? ¿Qué andas haciendo aquí?- era Cristian Hernández, uno de los mejores amigos de Alejandro, se conocían desde los 7 años, estudiaron juntos las primaria, secundaria, preparatoria y también se tomaron su tiempo para entrar a la universidad, sólo que a diferencia de Alejandro que estaba estudiando la carrera de Criminologia y Criminalistica, Cristian optó por entrar a Veterinaria, solo que el si se tomó un poco más de tiempo para entrar ya que apenas estaba en primer semestre -Que show padrino, ¿Y tu que andas haciendo en la uni un sábado?- preguntó Alejandro -Si we, me terminaron agendado clase en sábado, pinches mierdas.- respondió Cristian, Alejandro no pudo evitar reír con esa respuesta -¿En que salón tienes clase? La neta no más vine a acompañar a Hanna a su salón y a ver a quien me encontraba para ir al centro, a la Frikiplaza o algún otro lado en lo que sale Hanna.- Dijo Alejandro mientras caminaba con Cristian hacia su salón -¿Todo chido con Yareni?- preguntó Alejandro -Simón, todo chido con esta morra hasta eso, ella ya se regresó al Crucero ayer, yo me tuve que quedar por la clase.- respondió Cristian mientras subían las escaleras del segundo edificio. Yareni era la novia de Cristian y uno de las razones por la cual Cristian decidió seguir estudiando, Yareni iba en su 3er semestre de la carrera de Psicología y desde 1er semestre llevaba conociendo a Alejandro por algunas clases que podían compartir juntos, Alejandro le había presentado Cristian a Yareni y ahora tienen una relación bastante sana -Bueno we, aquí tengo clase así que te dejo, a ver si nos topamos en el camión de regreso.- dijo Cristian en la puerta del salón -Ahre, igual cualquier cosa me mandas un mensaje.- respondió Alejandro.
Yendo hacia la cafetería de la uni para comprar un smoothie se encontró con otro amigo suyo de la infancia, Brendan Jiménez -¿Qué onda we? ¿Qué andas haciendo acá?- Le pregunto Alejandro a Brendan -Pues ya salí de mi clase we, pinche semana la he sentido bien matada.- respondió Brendan mientras pagaba su café. Brendan también estaba en primer semestre de la carrera de Protección Civil y Primeros Auxilios, recién había entrado pero tenía la ventaja de que ya tenía experiencia de haber trabajado como policía un tiempo antes de decidir entrar a estudiar. Ambos se conocían desde muy pequeños, Alejandro, Cristian, Brendan y Hanna se conocían desde los 7 años y aunque Hanna haya optado por estudiar la secundaria y preparatoria en otro pueblo, su reciente relación amorosa con Alejandro la ha dejado enterarse de las cosas que estuvieron sucediendo en ese tiempo de ausencia -¿Si esta muy matada la carrera o quesos?- decía Alejandro mientras le daba un sorbo a su smoothie de frutos rojos -pues leve, lo que sí es que es un vergo de tarea.- respondió Brendan –Pues lo que es nada mas, ya ves que Hanna esta en odontología y también le dejan un putero de tarea, además, ya ves que esta morra ya esta en 6to semestre y tiene que estar en clínica para sus practicas.- mientras Alejandro hablaba Brendan sacó su teléfono para ver un video -Oye we, ¿Sigues las luchas?- preguntó Brendan -Si we, más o menos, ¿Por qué?- respondió Alejandro con un poco de duda -Es que wacha, ayer debutaron unos novatos en la arena de aquí de Guadalajara.- mientras le mostraba los videos de las luchas de anoche -Ah si we, si supe, alcance a ver la primera pelea, la de Fractura contra el morro nuevo, este…- se quedó pensando para despistar un poco -El Caballero Escarlata.- dijo Brendan -Simón, ese mero, pues se la rifo, ¿no?- dijo Alejandro para alivianar su tensión -Pues lo que sea de quien, yo diría que si, pero también, Fractura se confío, de seguro pensó que otro luchador equis, pero ese wey venía de hacer retumbar las ligas amateur, tanto el, como Trueno y como La Bestia.- decía Brendan mientras le mostraba las peleas a Alejandro desde su celular, Alejandro estaba curioso de saber cómo habían terminado las peleas de Trueno y de Bestia así que se dispuso a verlas.
También fueron peleas bastante rápidas, era impresionante el nivel que tenían Trueno y Bestia, pero nada que no era de esperarse después de todo, estaban casi al mismo nivel de Alejandro por su record amateur. De pronto el teléfono de Alejandro sonó, era Hanna así que Alejandro contestó -¡Hola mi vida! ¿Ya saliste de tu clase?- preguntó Alejandro -Si mi amor, ya salí de clase, ¿Sigues aquí en al uni o ya te fuiste?- respondió Hanna por el celular -Perfecto, te veo en la salida de la puerta “H” entonces.- dijo Alejandro mientras se levantaba del asiento -Bueno we, me pasó a retirar, mi dama me espera.- mientras Alejandro tomaba sus cosas y lo que le quedaba de su smoothie se despidió de Brendan -Animo we, se van con cuidado, te veo el lunes.- dijo Brendan dándole un trago a su café y seguía viendo luchas en su celular. De camino a la salida para encontrarse con Hanna pudo notar a un chico nuevo en el campus, venía acompañado de dos tipos enormes, parece que estaban hablando con el rector de la Universidad, pero por su expresión facial, parecía más como si estuviera siendo amenazado, así que Alejandro decide desviarse un poco de su camino para enterarse del chisme -Buenas tardes rector, ¿todo bien? Ya ni me dijo cuando íbamos a tener reunión los jefes de grupo para ver las actividades del aniversario de la uni.- Alejandro tomó al rector del hombro dándole una leve sacudida para alivianar un poco de su tensión -H-hola Alejandro, todo bien mijo, fíjate que he andado bien ocupado y se me pasó decirles, pero hoy sin falta les mando mensaje para quedar en eso.- la voz del rector se notó temblorosa, se notaba que se le dificultaba tragar saliva e incluso el sudor de su frente era evidente. Alejandro volteo su mirada hacia el chico nuevo y noto que su mirada ya estaba clavada sobre el, Alejandro no es de los que bajan la mirada así qué también clavo su mirada sobre el, una mirada retadora que era usual en Alejandro cuando estaba listo para pelear, el rector se dio cuenta de esto e inmediatamente trató de romper el hielo -¡Ah si! Alejandro, el es Erick, se transfirió de centro, el estaba en la ciudad de México y como su familia se vino a vivir para acá, pues se cambio a este centro, esta en 5to pero tiene que revalidar materias.- Alejandro sintió como el rector trató de apaciguar la situación y optó por seguirle el juego -¿De verdad? Pues espero que te agrade el centro y te la puedas pasar a toda madre.- cuando Alejandro extendió su mano para saludarlo uno de los guardias rápidamente lo tomó de la muñeca con fuerza y el otro dio un paso hacia el frente para evitar que Alejandro se siga acercando más, Alejandro dirigió su mirada hacia los dos mastodontes frente a él -No mames, voy a tener que darles en su madre ahorita en corto.- pensó Alejandro mientras con su mano izquierda que estaba libre empezaba a hacer un puño -Rodrigo, Santiago, tranquilos, por favor, el joven solo estaba siendo amable. Les pido de favor que lo suelten, no quiero que mi primera impresión sea esta.- decía Erick con un carisma malicioso, el guardia que sostenía a Alejandro de la muñeca lo soltó y ambos se hicieron a un lado.
-Mis más sinceras disculpas, a veces estos neandertales no tienen idea de cómo comportarse.- Erick le acomodaba la sudadera a Alejandro y lo sacudía para enmendar el error -No te preocupes hermano, estoy seguro que solo quieren cuidar bien de su trabajo, a fin de cuentas, de algo tenemos que vivir ¿No?- decía Alejandro mientras relajaba su mano -Claro que si y también de algo tenemos que morir.- decía Erick mientras soltaba una pequeña carcajada, Alejandro soltó un risa pequeña fingida para seguirle el juego a Erick, esas palabras le daban mala espina pero debía dejarlo pasar, al menos por ahora -Santo Dios, que modales los mio, ya por todo el arguende ni me pude presentar, mi nombre es Erick Santos, mucho gusto.- Erick extendió su mano hacia Alejandro -Alejandro Fernández, el gusto es mío.- Alejandro respondió el saludo y le dio la mano dándole un fuerte apretón a lo cual Erick también respondió con un apretón igual de fuerte -¿Fernández? ¿No serás familiar de Chente de pura casualidad?- dijo Erick en tomo de broma -Quisiera para no tener que estudiar pero me toco ser jodido.- respondió Alejandro respondiendo en broma. -Bueno, fue un gusto conocerte, nos vemos el lunes rector, que tengan un buen fin de semana.- decía Alejandro mientras se iba, ya había perdido demasiado tiempo y no quería hacer esperar a Hanna más de lo que debía. Llegó casi corriendo a la salida y mientras se acercaba podía ver la cara de molestia de Hanna, tenía los brazos cruzados y le hacía un seña a Alejandro como apuntando hacia su muñeca como si tuviera un reloj -Que onda guapa, ¿Qué traes? ¿’Tas trompuda o quieres beso?- decía Alejandro mientras le daba un abrazo a Hanna el cual no quería responder -Te llevó esperando 5 minutos aquí y sabes que me choca andar esperando.- Hanna trataba de quitarse de los brazos de Alejandro sin éxito alguno -Perdóname mi vida, es que me entretuve hablando con el rector viendo lo del aniversario de la uni, yo no quería pero querías novio chingon.- Alejandro le daba besos en la frente para contentarla -Bueno vámonos ya, que no vamos a alcanzar el camión de las 2:30 y ya ves que el macro se llena bien gacho.- Decía Hanna mientras le daba la mano a Alejandro y se iban a la estación de Macrobus para llegar a la central e irse a su pueblo por el resto del fin de semana.
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Campeón entre Hombres
ActionAlejandro es un chico universitario con el sueño de ser el mejor luchador de México y para eso debe balancear su vida dentro y fuera del cuadrilátero, pero las cosas se complican cuando unos negocios chuecos amenazan con acabar con la lucha libre co...