2 Monótono

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El fin de semana paso bastante rápido sin nada muy interesante que mencionar, Alejandro pasó el fin en casa de sus padres y Hanna en casa de los suyos, salieron él domingo en la noche al pueblo para ver que había de nuevo como es costumbre, Cristian se quedó en el pueblo sin poder ir a visitar a Yareni ya que ella tenía que salir con su familia y Brendan solo fue el domingo al pueblo a desayunar a casa de su mamá y sus hermanos ya que el era el único que ya tenía más tiempo de estar independizado. Era lunes ya y Yareni tomó el primer camión que sale de su pueblo a las 4:30 de la mañana, era el mismo camión que tomaban Alejandro y Cristian a las 5:30 para llegar a las 7 a su universidad, justo a las 5 de la mañana suena el teléfono de Alejandro -Eu.- contesta Alejandro todavía con la voz modorra -we, ya vete arreglando, Yareni ya me marcó que ya vienen casi por Villa Corona.- era Cristian, los lunes Yareni siempre le marca para que se despierte y despierte a Alejandro. Alejandro se despertó y se cambió rápido para poder revisar que todas sus cosas estuvieran en orden antes de irse otra semana mas, checo la maleta con ropa, saco del refrigerador los Tuppers y los acomodo en una bolsa aparte, subió al cuarto de sus padres y se despidió, tomó su mochila con sus cosas para la escuela y salió, casi en cuanto llegó a la parada, el camión llegó y logró subirse con calma, casi hasta atrás estaba Yareni y su amiga Flor Carrizal, iban juntas en psicología y se conocían desde secundaria, a Alejandro no le agradaba mucho la presencia de Flor y según sus palabras, ella era la viva representación de la frase “calladita se ve más bonita, Alejandro las saludo a ambas y se sentó en un asiento vacío al lado de ellas -Oye Alejandro, ¿Cristian se despertó?- preguntó Yareni antes de que Alejandro pudiera ponerse los audífonos -Simón, pues el fue el que me marcó para despertarme, que mamada que se haya quedado dormido después de eso, pero márcale para ver que pedo.- dijo Alejandro mientras acomodaba sus cosas y reclinaba su asiento, se puso sus audífonos y puso su playlist de música Lo-Fi en Spotify para poder dormir relajado en el camino a la central donde se solían bajar para irse a la universidad.
Alejandro abrió los ojos, estaba en la lona y el referí estaba contando la caída, Fractura estaba encima de él y sentía como todo su peso se cargaba en su pecho y le dificultaba respirar. El pánico consumía a Alejandro, la ansiedad y la falta de aire lo tenían al borde del colapso, sentía desmayarse, escucho a lo lejos la voz del referí -¡2!- Alejandro decidió dejar de luchar y en un momento crítico su cuerpo respondió sólo a la situación y con una fuerza que sólo se podría describir como sobrehumana se quito a Fractura de encima y se incorporó rápidamente a sus pies, Alejandro trataba de comprender lo que había sucedido si hace un momento estaba al borde de perder el conocimiento, por más que trato de pensar en la situación una voz le decía repetidamente -No pienses, solo sigue.- Alejandro no tuvo de otra más que hacerle caso y dejarse llevar por el momento, los gritos de la arena ya no se escuchaban, podía ver como la boca del referí se movía mientras discutía con Fractura pero no salía sonido, era un silencio abrumador pero sorprendentemente relajante, en cuanto vio la oportunidad Alejandro atacó a Fractura y logró conectarle una lanza que lo derribó, sentía que la caída era eterna y tenía prisa con tocar la lona, no sabía lo que estaba haciendo pero parecía hacerlo bien, una vez en la lona el cuerpo de Alejandro reaccionó y rodó para no perder momentum y seguir en la pelea, logró conectar algunas piruetas para caer con fuerza y terminar la pelea, lamentablemente Fractura se pudo reponer rápido y se quito de encima a Alejandro y se poso frente a él, cuando Fractura tomó carrera para atacarlo Alejandro lo veía muy lento y sentía que tenía todo el tiempo del mundo para quitarse del camino y noquearlo, justo cuando Fractura iba a hacer contacto, Alejandro logró saltar encima de él y darse la vuelta para esperarlo, incluso el tiempo para regresar de las cuerdas era eterno. Alejandro se estaba preparando para conectarle una patada cuando veía que Fractura venía de regreso -Wey, ya levántate, ya llegamos a la central.- Alejandro escucho una voz y sentía como lo sacudían, era Cristian y aun estaba en el camión -Ya vente porque el macro se llena bien culero de estudiantes a esta hora.- Alejandro asintió con la cabeza, se levantó, tomó sus cosas y se bajó del camión junto con Cristian, Yareni y Flor -Su puta madre, que a gusto venía ahorita, me dan ganas de quedarme dormido ahorita que llegue a mi chan, pero capaz y ya no me despierto.- decía Alejandro mientras se estiraba para activar un poco su cuerpo -Que ganas de tener clase a las 8 de la mañana como tu.- decía Yareni mientras tomaba a Cristian del brazo para cruzar hacia el macrobus -¿y ese milagro que Flor está tan callada? Por lo general siempre viene hablando.- dijo Cristian mientras sacaba su tarjeta de movilidad para entrar a la estación -No le hables cabron, venimos bien a gusto con el silencio.- decía Alejandro con una sonrisa en su rostro, con una intención de broma con un poco de verdad en su tono.
Esperaron poco para subirse al macrobus, el problema era subirse con todas las cosas que traían pero una vez arriba se libraron de problemas, Alejandro todavía tenía música en sus audífonos y podía ver con calma las calles de Guadalajara,  Alejandro quedaba hipnotizado con lo que veía, desde que era pequeño siempre deseo con vivir en la gran ciudad y hacerse un nombre por si mismo y sentía que lo estaba logrando, por primera vez en su vida, Alejandro sentía que valía algo. Eventualmente pasaron por el coliseo donde Alejandro había hecho su debut el viernes, no pudo evitar recordar ese sueño que tuvo en el camión, era increíble como había podido revivir ese momento con exactitud y más sorprendente aun, como es que su corazón estaba tan acelerado si solo fue un sueño. Alejandro tenía muchas dudas y pocas respuestas, pero prefirió dejarlas de lado, tenía que concentrarse en el inicio de semana y en las clases de la universidad.
Alejandro se despidió de Cristian, Yareni y Flor al bajarse del macrobus para ir a su casa ya que su parada estaba antes que la de ellos, reviso todas sus cosas para asegurarse de que no le faltaba nada, hizo su típica rutina de tocar todos sus bolsillo y cuando estuvo seguro de traer todo siguió su camino a casa, los lunes tenía una clase a las 8 de la mañana así que tenía tiempo para matar. Llego a su casa y se puso a acomodar todas sus cosas y a arreglar la casa, había dejado un desorden el viernes que salió con Hanna así que pudo hacer un poco de tiempo con eso, una vez terminado con esa tarea decidió ir a la Universidad a esperar que se diera la hora para entrar a su clase, por lo general Alejandro era impuntual en sus clases así que hoy quería hacer la diferencia y llegar temprano. Salió de su casa a las 7:25 sin prisa y en lugar de tomar el macrobus, camino algunas estaciones para tomarlo en San Juan de Dios, así al menos iba activar su cuerpo un poco con la caminada, hizo 10 minutos desde su casa a San Juan caminando y justo al entrar a la estación se encontró con un amigo, Néstor Villa, a el lo conoció dos años después en la primaria y el si estuvo con Alejandro, Cristian y Brendan durante la secundaria y prepa -Que pedo Ness, pinche milagro que te veo acá.- Alejandro le dio un golpe en el hombro a Néstor, era el más chaparro del grupo así que era una botana verlos juntos, curiosamente, en la primaria y parte de la secundaria Néstor era el más alto de ellos, constantemente le hacían bullying sano y amistoso por ello -Que pedo Alex, llegue a Obregón a comprar unos materiales para mi carrera y no alcance a comprarlos el fin.- mostró un bolsa que tenía en la mano y se puso a meterla en la mochila -Pinche morro irresponsable, ojalá se te haya olvidado algo.- decía Alejandro bromeando con el -Que culo hijo, que culo.- respondió Néstor levantando su mochila del suelo poniéndosela en la espalda -¿A que hora tienes clase we?- preguntó Alejandro queriendo saber si tenía tiempo para ir a comprar un desayunar al McDonald’s de plaza Alameda -Mi clase es a las 8, ¿Por qué o que?- dijo Néstor con duda -Amole a comprar un desayuno al McDonald’s, yo también entro a las 8 hoy.- Alejandro le dio una palmada en el brazo a Néstor y empezó a caminar hacia Plaza Alameda que estaba a media cuadra de la estación de Macrobus –¡Hey, paren a ese ladrón!- ambos escucharon a una señora gritar dentro de la estación -¡Se llevó el bolso de la muchacha!- vieron a un tipo salir corriendo de la estación, Alejandro se hizo a un lado porque no quería problemas, Néstor se quedó en su lugar viendo como pasaba el tipo al lado de ellos, al pasar por ahí empujó a una señora hacia la calle. Alejandro reaccionó rápido y logró tomar a la señora del brazo y la jalo hacia el evitando que cayera en los autos de la calzada -¿Esta bien señora?- la señora solo asintió con la cabeza asustada -Néstor, ¿Estas bien te paso por un lado ese cabron.- Alejandro volteo hacia donde estaba Néstor pero ya no estaba, giro su cabeza hacia donde se fue corriendo el ladrón y vio a Néstor corriendo tras él -No mames.- dijo Alejandro mientras ponía a la señora en el barandal para que se recuperara del susto.
Alejandro salió corriendo tras Néstor y el ladrón por la calzada hacia Plaza Alameda, ya tenían buen tramo recorrido, Alejandro estaba genuinamente sorprendido de lo rápido que corría Néstor a dé pesar de su estatura, cortas piernas y que claramente no estaba en la mejor forma, los alcanzo en poco tiempo y rebasó a Néstor sin problemas, justo al cruzar una calle, un carro venía entrando a la calle, el ladrón alcanzó a golpearse poquito contra el carro y Alejandro alcanzó a saltar sobre el cofre. Había mucha gente por la calle así que Alejandro empezó correr en sentido contrario de los autos, salto sobre dos de ellos, luego salto sobre un transformador para al fin, saltar sobre el ladrón; ambos cayeron al piso y el bolso sobre el suelo justo a la mitad de ellos, Alejandro se levantó rápidamente y se había inclinando un poco para recoger el bolsillo pero una patada que lanzó el ladrón que seguía en el piso lo obligó a echarse para atrás, afortunadamente no logro conectarla pero estuvo cerca, el tipo se levantó como pudo y sacó una navaja de su bolsillo amenazando a Alejandro con cortarle el cuello si no lo dejaba ir -Mira amigo, guarda eso antes de que te lastimes a ti mismo, deja el bolso donde está y vete a casa.- Alejandro dijo esas palabras con una calma irreal, como si estuviera confiado en que el ladrón le haría caso, claramente esas palabras molestaron al ladrón y atacó a Alejandro una tajada directa al cuello, Alejandro esquivo ese ataque sin problemas y le dio un golpe en las cosillas del lado izquierdo, esto le sacó el aire al tipo y lo hizo retroceder un poco -De verdad amigo, eso fue una advertencia, lárgate de aquí.- dijo Alejandro con una voz de molestia, el ladrón aún tratando de agarrar aire vuelve a abalanzarse sobre Alejandro, este lo vuelve a esquivar y toma de la muñeca al ladrón, le conecta un golpe en el codo, seguido de un golpe en la mandíbula, Alejandro se da la vuelta para poner al ladrón atrás de el y lanzarlo sobre el hombro -Te lo advertí.- decía Alejandro decepcionado, justo cuando el ladrón iba a responder llega Néstor y le conecta una patada en la cara al ladrón -Toma eso putito.- Néstor sonaba agitado y con problemas respirar -A huevo, hicimos un buen trabajo ¿no, compañero?- decía Néstor levantando la mano para chocar los 5 mientras aún trataba de agarrar aire -Ehh, claro que si.- respondió Alejandro algo extrañado.
Cuando la policía llegó, se llevaron todo el crédito arrestando al ladrón para subirlo a la patrulla -Órale, a chingar a su madre morros, antes no les hizo nada este cabron.- decía uno de los oficiales gorditos que llegó a la escena -Vaya supongo que a ese wey le cayó todo el “peso” de la ley.- decía Alejandro burlándose del físico del oficial mientras recogía discretamente el bolso del suelo -Cállate wey, nos van a madrear y suicidar de 5 disparos en la espalda.- decía Néstor mientras caminaba hacia San Juan, Alejandro decidió irse también a San Juan -¿Todavía alcanzaremos a desayunar?- preguntó Alejandro a Néstor -No se we, ¿Qué hora es?- respondió Néstor, Alejandro miró su celular -7:45, todavía hay chance si te vale verga entrar tarde.- Néstor dudo un poco si comprar un desayuno -¿Sabes que? Simón, hay que comprarnos un desayuno del McDonald’s, nos lo merecemos por detener al ladrón.- Alejandro solo soltó una risa ligera y le siguió el juego. Justo antes de llegar a Plaza Alameda Néstor recuerda el bolso -No mames, olvidamos el bolso en el suelo cuando nos corrió la policía, vale verga.-  Alejandro le mostró a Néstor el bolso que venía cargando -A mi no se me olvida nada, padrino.- Néstor sintió un alivio en el pecho cuando vio el bolso en posesión de Alejandro. Decidieron llegar a la estación de San Juan de Dios para dejar el bolso con la chica que había sido asaltada y justo afuera se podía ver una chica hablando con un grupo de personas, entre ellas la señora que Alejandro había ayudado momentos atrás, la señora volteo en dirección de los chicos y los señaló -Ahí están, ellos son los que fueron tras el ladrón y mira, si lograron recuperar su bolso muchacha.- la chica los volteo a ver y no lo podían creer, era Jessica Arias, la antigua mejor amiga de Alejandro en la secundaria -Mira nada mas, la única e inigualable Jessica.- dijo Néstor con sorpresa -Chingame la vida.- dijo Alejandro con disgusto, ambos tenían una historia complicada y su relación se había desplomado tanto que Alejandro no quería verla ni en pintura, el solo mencionar su nombre le causaba una molestia enorme, podía soportar más una conversación sobre los grupos de K-Pop con Flor que tener que saludar a Jessica en la calle. Jessica se acercó a ambos -Muchas gracias por recuperar mi bolso, ahí tenía todo, mi celular, cartera, tarjetas, todo.- Alejandro le entregó el bolso a Jessica -Si, aquí tienes, no tenía idea de que era tuyo.- Jessica tomó el bolso y le sonrió a Alejandro, el solo respondió con una mirada fría e indiferente -Siempre es un placer poder ayudar a quien lo necesita.- decía Néstor con una mirada de orgullo, Alejandro lo volteo a ver para no tener que ver a Jessica pero sentía como la mirada de Jessica estaba clavada en el, como si esperara que Alejandro dijera algo más, con esperanza de iniciar una conversación -Bueno, se nos hace tarde y tenemos cosas que hacer.- Alejandro se retiro del lugar mientras le hacía una seña de despedida a Jessica -Adiós Jessi.- dijo Néstor alcanzando a Alejandro -Adiós, gracias de nuevo y espero verlos pronto de nuevo, en la universidad o donde sea.- Jessica se despedía de ellos mientras caminaba hacia al estación de Macrobus -Si, eso no pasará.- dijo Alejandro en voz baja bastante incomodo por la  interacción. Ambos llegaron al McDonald’s y pidieron un desayuno Deluxe para llevar, al momento de pagar Alejandro decide pagar por ambos desayunos, el de él y el de Néstor -Ay perro, andas con feria hoy.- dijo Néstor frotándose las manos -Dale gracias a Jessica, es el dinero que saque de su bolso.- dijo Alejandro mientras le mostraba un pequeño puño de billetes a Néstor -¿Qué? ¿En que momento sacaste el dinero?- Néstor estaba procesando el momento -Un mago nunca revela sus secretos, ahora cállate si no ya no te voy a invitar nada con el dinero que tome del bolso de Jessica.- ambos toman sus desayunos y toman un taxi hacía la universidad, eran las 7:55 de la mañana y aun tenían que desayunar -Aún no puedo creer que le hayas robado a Jessica su dinero.- dijo Néstor sentado del lado izquierdo del taxi -Yo no lo llamaría robar, eso suena muy feo, fue un recompensa por regresarle su bolso. Si, digamos que fue eso.- Alejandro le dio un trago al café que le dieron en McDonald’s con su desayuno mientras una ligera sonrisa se pintaba sobre su rostro, Néstor sólo suspiro como si no fuera la primera vez que sucede y también le dio un trago a su café. Llegando a la universidad, Alejandro y Néstor se bajaron del taxi -Gracias jefe, ahí le van.- Alejandro pagó y ambos entraron al campus  y se sentaron en las bancas que están por el área verde cerca de la cafetería -Animo, hay que desayunar rápido porque ya son las 8:10 y mi profe ya no deja pasar después de las 8:30.- decía Néstor mientras sacaba su desayuno de su bolsa, mientras ambos desayunaban rápido para que sus desayunos no se fueran a enfriar Alejandro veía como Erick entraba al campus con un puño de tipos cargando unas cajas misteriosas -¿Quién es el?- preguntó Néstor con la boca llena -Ese cabron es Erick Santos, el chico nuevo.- respondió Alejandro metiéndose un bocado de hotcake en la boca -¿Y que tanto desmadre trae ahí en esas cajas?- Néstor se chupaba los dedos y guardaba la basura en la bolsa del McDonald’s, de pronto Erick volteo hacia donde estaban ellos y saludo a Alejandro -No tengo idea, desde el sábado lo he visto medio raro.- dijo Alejandro mientras lo saludaba de vuelta -A ver si este cabron no nos trae problemas, si no, tendremos que hacerla de héroes de nuevo.- Néstor decía eso con un orgullo heroico -No, nadie la hará de héroes aquí, esa es una pésima idea y lo que paso en la secundaria es una historia aparte.- Alejandro se levantó y fue directo al bote de basura para tirar su bolsa donde tenía su desayuno, sólo se quedó con su café -Ya me iré a mi salón, no hagas ninguna pendejada, por favor.- dijo Alejandro más como una amenaza que como un consejo -Claro, no es como si pudiera robarle el dinero de la cartera a ese Erick.- respondió Néstor tomando sus cosas de la banca, Alejandro solo se fue de ahí pero no sin antes de mostrarle el dedo medio.
La clase que tenia era Delitos en Particular y Especiales, Alejandro amaba esa clase por las simulaciones de juicios donde destacaba por su facilidad de palabra, Alejandro tenía ya la fama de labioso entre los profes y la gente que lo conocía, eso también le ayudaba bastante en las juntas de los jefes de grupo de las carreras de la universidad. Esa clase duró de 8 a 10 de la mañana, claro que para Alejandro un poco menos por haber entrado tarde, a este punto los maestros ya no le tomaban importancia a si Alejandro entraba tarde o de plano no iba, sabían de sus capacidades y sólo le pedían entregar los trabajos, las tareas y los proyectos así que Alejandro solo iba por la formalidad de estar y relacionarse mas con la gente. La siguiente clase que tenia era las 11 de la mañana así que tenía 1 hora para matar en el campus así que decidió ir a la cafetería a comprarse un agua fresca, al llegar vio que Cristian, Yareni, Néstor, Brendan y Flor estaban en una de las mesas de la cafetería hablando -¿Que no tienen clases?- preguntó Alejandro al grupo de amigos que estaban ahí -Yo tengo una clase hasta las 12- respondió Néstor mientras se metía una cucharada de sundae a la boca -El profe de la clase de 9 a 11 no vino así que salimos a desayunar.- respondió Yareni con el sándwich de pollo en las manos, Cristian estaba en el celular bastante concentrado en algo - ¿Y tú porque no estas en clase we?- preguntó Alejandro -¿Qué paso?, perdón andaba viendo algo en el cel, estoy esperado que el profe nos mande mensaje para ir a hacer la practica.- Alejandro pidió un agua de limón con Chía para tomar y se fue a sentar con sus amigos -¿Crees que haya venido el profe de Psiquiatría Criminológica?- preguntó Yareni, Flor como siempre estaba en el celular -Espero que si, casi casi solo vengo a esa clase.- respondió Alejandro en lugar de Flor, justo en ese momento le llego una notificación de un correo a Alejandro, reviso su celular y en él podía ver que el encabezado decía “Rol de Peleas del fin de semana 2-4 de Sep.”, Alejandro estaba agendado para pelear el domingo a las 8 de la noche, era la segunda pelea de la noche después del enfrentamiento de Trueno Esmeralda contra El Prehistoria, esa iba a ser una lucha espectacular, ambos eran luchadores físicamente fuertes sin mucha técnica, Alejandro se hacia la idea de llegar temprano para ver cómo se desenvolvía la lucha entre esos dos titanes -Tierra llamando a Alejandro, ¿estás ahí?- Néstor golpeaba el hombro de Alejandro para que reaccionara -¿Qué? ¿Qué paso?- dijo Alejandro regresando a la conversación -Les estaba contando como detuvimos un ladrón esta mañana y le regresamos el bolso a la chica.- dijo Néstor con un aire de heroísmo -Ah si, si, mientras yo lo detenía, Néstor le quitaba el bolso y lo madreo.- respondió Alejandro mientras le dio un trago a su agua -Y a que no adivinan de quien era el bolso.- dijo Néstor dándole unas palmadas al hombre de Cristian -De Jessica wey.- Néstor se respondió a sí mismo como si de un gran drama se tratara -No mames, ¿neta?- dijo Cristian con sorpresa -¿Y Alejandro no le dijo  nada?- preguntó Yareni con curiosidad -Pues le saco el dinero de su bolso, no se si eso cuente.- respondió Néstor, Alejandro solo soltó una pequeña sonrisa orgulloso de lo que hizo -Debía tener algún tipo de compensación por tener que hablar con ella.- Yareni movía la cabeza en forma de decepción pero sin evitar poder reírse de la situación -¿Ya nos vamos? Ya es hora de irse a clase?- dijo Flor sin separar la vista del celular -Bueno, nos vamos, los vemos luego.- dijo Yareni dándole un beso de despedida a Cristian -Con cuidado amor, te amo.- Cristian se despedía de Yareni mientras Alejandro que ya tenía sus cosas listas también se despedía de Néstor y Cristian -¿Y mi beso, puto?- dijo Alejandro bromeando -Ora, respeta, sigo aquí.- dijo Yareni, siguiendo el juego, Flor, Yareni y Alejandro se fueron al salón a tomar su clase, era un lunes, eran los días más aburridos para Alejandro, realmente no había mucho que hacer más que asistir a clases por la mañana y matar el tiempo por la tarde, tampoco podía estar con Hanna porque ella tenía sus clases por la tarde en lo general y sólo coincidían en una así que eso también quedaba descartado.
Su día escolar terminó a las 4 de la tarde, que justamente era la hora de entrada de Hanna todos los lunes, sabía que siempre llegaba un poco tarde por el tráfico así que aún estaba la posibilidad de verla aunque sea unos segundos, caminando hacia la entrada donde Hanna pasaba para llegar a su salón la pudo ver parada en la entrada, Alejandro se emocionó al verla y se acercó más para poderla abrazarla, pero al acercarse más la pudo ver hablando con alguien, Alejandro no era celoso así que no le dio importancia, hasta que vio que el otro tipo trataba de tocarle la barbilla a Hanna, en ese momento Alejandro ya sintió que era momento de tener un poco de celos y actuar, sin ver quien era el tipo que estaba coqueteando con Hanna, Alejandro se acercó a ella, le puso una mano en su cintura y la acercó a él -Hola amor, ¿y eso que vienes tarde? Te van a llamar la atención.- Alejandro puso su mano sobre su barbilla y la acercó a él para besarla, cuando se separó de Hanna y levantó la mirada pudo ver quien era el otro tipo, era Erick. -Que onda hermano, una disculpa por la interrupción, pero tenía que saludar a mi novia.- dijo Alejandro con un tono medianamente molesto y con intenciones de hacerle saber que Hanna no estaba disponible -Vaya, uno pensaría que una chica así de hermosa y con una actitud tan cortante estaría soltera.- dijo Erick como si estuviera retando a Alejandro ahí mismo -Bueno, puedes ver que tengo cierta magia con mi novia para cambiar su actitud.- Alejandro se sentía a nada de atacarlo pero sintió la mano de Hanna sobre su pecho como si supiera sus intenciones -Bueno, fue un gusto conocerla señorita…- Erick esperaba a que Hanna le dijera su nombre mientras extendía su mano para despedirse -…Hanna.- respondió Hanna con mucho cuidado, claramente no respondió su saludo pero Alejandro si extendió su mano para despedirse -Un gusto tenerte en el campus.- Dijo Alejandro con sarcasmo y molestia en su voz. Erick camino hacia el campus ignorando a Alejandro y guiñándole el ojo a Hanna, ella siendo tan expresiva respondió a ese gesto con una cara de disgusto notable - ¿Y ese quién era?- preguntó Hanna -Erick Guzmán, es nuevo, pero parece que quiere que le ponga unos vergazos.- respondió Alejandro -Déjame acompañarte a tu salón, solo para estar seguro de que no te va a seguir o algo.- continuó, Hanna asintió con la cabeza y ambos se fueron de la mano hacia el salón de Hanna, cuando llegaron al salón se dieron un beso de despedida y cuando Hanna le dio la espalda a Alejandro, el aprovechó para darle una palmada en el trasero de Hanna mientras le susurraba -Toque el bote.- frase que sacó Alejandro de la película de Buscando a Nemo -Ey, calmado.- dijo Hana mientras le quitaba la mano.
Al salir de la universidad Alejandro alcanzó a ver varias camionetas estacionadas fuera del campus, todas estaban polarizadas y no tenían placas, eso era suficiente para que Alejandro empezará a sospechar de la situación así que decidió mandarle mensaje a sus amigos que estaba en la universidad todavía “hay camionetas estacionadas afuera, están polarizadas y no tienen placas, tengan mucho cuidado cuando salgan.” Después de mandar ese mensaje Alejandro se fue a la estación del Macrobus para ir a su casa, no tardo el macrobus en pasar así que Alejandro se subió y se puso sus audífonos para escuchar un podcast en Spotify sobre las leyendas de la lucha libre y como consiguieron esa grandeza, el camino a casa fue bastante tranquilo y de todas los pendientes que Alejandro tenía, el principal era una investigación que le habían dejado de tarea, era investigar un caso que había ocurrido que se podría tomar como referencia para un análisis criminológico sobre el principal responsable del caso. Cuando Alejandro llegó a su casa, dejó su mochila sobre su casa, sacó su laptop de la mochila y la instaló sobre el escritorio que tenía en su sala, antes de irse a entrenar decidió empezar su investigación, antes de sentarse se preparo un café frío y le pidió a su bocina Alexa que empezará a reproducir su música favorita, la primera canción en sonar fue “Loafers” de BoyWithUke así que el ambiente se relajo bastante y trató de dejar de pensar en Erick y las camionetas que estaban afuera del campus. Alejandro se puso a investigar algunos casos pero ninguno le parecía lo suficientemente interesante como para analizarlo a fondo, estaba a punto de dejarlo para otro día e irse a entrenar box con Julio, justo cuando estaba por cerrar la ventana de Google, su bocina empezó a reproducir una canción de Alejandro jamás había escuchado -Alexa, ¿que canción estas reproduciendo?- su Alexa respondió -Estoy reproduciendo la canción “Demons” de The Siege.- Alejandro conocía al artista pero jamás había escuchado esa canción, cuando su atención regresó a la pantalla de la laptop pudo ver un link casi hasta debajo de la pantalla “CAOS EN PRIMARIA DEJA A 15 MUERTOS Y 23 HERIDOS”; eso llamo la atención de Alejandro y decidió hacer clic sobre el link, era una noticia algo vieja, era del año 2008, curiosamente el año en el que Alejandro regresó de Estados Unidos, tenía 7 años en ese entonces, se podía leer el título que decía “Incendio en un salón de la primaria Benito Juárez termina con la vida de varios estudiantes y la maestra”.
“El día 7 de marzo del 2008 ocurrió un incidente horrible en la primaria Benito Juárez ubicada en la CDMX, un incendio se generó en el salón de 2do grado que terminó por expandirse por toda la primaria, aunque el resto de la primaria logró evacuar el edificio, el salón de 2do no tuvo tanta suerte; ambas puertas quedaron atascadas ocasionando que los alumnos quedarán atrapados en el salón de clases. La maestra trató de pedir ayuda por la ventana pero las llamas la consumieron antes de poder actuar obligándola a saltar desde el segundo piso del edificio, desafortunadamente la maestra perdió la vida al instante. Los alumnos que quedaron atrapados tuvieron que esperar a ser rescatados, para cuando los bomberos lograron entrar al salón y apagar las llamas, 15 alumnos habían perdido la vida y los 23 restantes quedaron con quemaduras de 3er y 4to grado; muchos los afectados aún asisten a terapia hoy en día por el trauma, la primaria Benito Juárez tuvo que ser remodelada casi en su totalidad por el acontecimiento. Los elementos de seguridad pública jamás pudieron encontrar el motivo del incendio o el culpable, si es que alguna vez hubo uno.”
El sentimiento de hambre interrumpió la concentración de Alejandro, cuando reviso la hora en su laptop, ya eran las 5:30 -A la verga, ya es bien tarde.- dijo Alejandro levantándose rápido de su silla y corrió hacia su cuarto para tomar su maleta con su ropa para entrenar y salió corriendo de su casa. Como no tuvo tiempo de hacerse algo de comer llegó a un KFC de paso para pedir su comida favorita, un sándwich de pollo con salsa búfalo encima, papas a la francesa con cátsup y salsa jalapeño a un lado y un Dr. Pepper para tomar, pidió todo para llevar desde la app de KFC para no perder tiempo, llego corriendo al local donde Julio entrenaba, apenas estaba llegando Julio en su camioneta también con comida -¿Qué pedo rey? ¿No alcanzaste a comer o qué?- preguntó Julio desde la camioneta -Nel padrino, estaba haciendo la tarea y se me fue el pedo.- respondió Alejandro, ya estaba listo para sacar sus cosas para empezar a comer cuando Julio salió de la camioneta y abrió la caja para sentarse -¿Qué traes de comer?- preguntó Julio -Compre un sándwich de pollo del KFC y mi Dr. Pepper, ¿Y tú que compraste?- preguntó de vuelta Alejandro -Compre unos tacos de carnitas cuando venía de paso.- respondió Julio, ambos comenzaron a comer con música que había puesto Julio, había puesto unas canciones de Cerati para alivianar el rato -¿Cómo va tu carrera de boxeador? ¿todo bien padrino? - preguntó con Alejandro -Si we, hasta eso que ya tengo varios nocauts a favor, de hecho, para fin de mes ya voy a debutar en la profesional. - respondió Julio, justo al terminar de comer llegó Carlos, otro amigo que se dedicaba a las artes marciales mixtas - ¿Qué pedo Fernández? ¿Y ese pinché milagro que andas acá? - saludo a ambos y empezó a bajar sus cosas del carro -Pues ya quería venir a entrenar, tú eres el que no ha venido perro. - respondió Alejandro tomando sus cosas del suelo, los tres entraron al local donde estaba el ring, los sacos box, las peras, cuerdas y todo lo que tiene un buen gimnasio de box.
2 horas dentro del entrenamiento y Alejandro sentía que tenía buen progreso, pudo trabajar sus pies para tener una mejor coordinación y algunos combos para conectar mejor los golpes, como luchador Alejandro era diferente a los demás, su estilo era poco ortodoxo, de pequeño había entrenado Tae Kwon Do y Karate y recientemente había empezado a entrenar box con Julio, además de eso quería entrenar con Carlos artes marciales mixtas para tener un mejor conocimiento sobre las llaves para integrarlas a su estilo, era básicamente un artista marcial hecho un luchador, eso además de su agilidad para hacer acrobacias tanto en el piso como en el aire lo hacían uno de los luchadores más interesantes de ver de toda la escena. Terminaron el entrenamiento con un sparring amistoso, pero como era obvio, aún no estaba al nivel de Julio que logró conectar un gancho al hígado que terminó por derribar a Alejandro -A la verga, ya con eso hahaha.- dijo Alejandro mientras se agarraba las costillas del lado derecho -Si logras conectar bien un gancho al hígado, ten por seguro que ningún cabron se levanta de esa.- dijo Julio mientras se quitaba el protector de la cabeza -Ya vi que no hahaha.- Alejandro no podía dejar de reír por la situación, era lo que le gustaba de entrenar con Julio y Carlos, aún estaba lejos de su nivel y le gustaba sentir la emoción de volver a ser un novato, entrenaron solo hora y media porque Alejandro tenía que ir por Hanna a la Universidad para ir al gimnasio, tenían esa costumbre de ir juntos, Hanna quería competir como fisiculturista y Alejandro quería acompañarla en ese proceso, además de aprovechar y ganar peso para mejorar sus habilidades en el ring -Animo, ya le voy a caer para ir por mi ruca, luego nos ponemos de acuerdo para entrenar, Carlos.- dijo Alejandro mientras tomaba sus cosas y se despedía, salió corriendo al Macrobus para alcanzar a llegar por Hanna. Llegando a la universidad, logró alcanzar a ver a Hanna apenas por llegar a la puerta y Alejandro sintió un alivio por no dejarla esperando otra vez, las camionetas ya se habían ido del lugar y el ambiente se sentía tranquilo a diferencia de hace algunas horas, Alejandro recibió a Hanna con un abrazo y le dio un pequeño beso para irse -¿Cómo estuvieron tus clases amor?- preguntó Alejandro -Cansadas, vimos algunos temas y en el laboratorio fue un show porque no dábamos con la pieza correcta, pero bueno, al menos todo salió bien.- Mientras Alejandro y Hanna iban camino al gym que quedaba cerca de la casa de Hanna, Alejandro pudo ver como una camioneta se estacionaba frente al café que estaba ahí, nadie bajó pero Alejandro sentía como si alguien los estuviera viendo fijamente a través del vidrio polarizado, apresuraron el paso para alejarse de ahí los más pronto posible. Una vez en el gimnasio Hanna se cambió de ropa y Alejandro solo se quito el pants y el suéter que traía y los guardo en su maleta y se pusieron a entrenar, Hanna entrenaba bastante pesado y Alejandro ya venía cansado de entrenar con Julio y Carlos pero como decía el Tío de Alejandro “Si no duele, no funciona”, así que solo acepto su destino e hizo lo posible por seguirle el ritmo a Hanna.
Después de un largo día Alejandro llegó a su casa, se dio un baño frío para relajar su cuerpo, puso su música y se hizo de cenar, un mensaje llegó a su celular “¿Ya llegaste a tu casa amor?” era Hanna, Alejandro contestó que si y que ya se había bañado y estaba por cenar, Hicieron una video llamada rápida para despedirse y cerrar el día. Mientras Alejandro estaba acostado le pidió a su Alexa que apagará la música y pusiera su alarma -Otro día igual que los demás.- Alejandro cerró los ojos y cayó dormido profundamente.

Campeón entre HombresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora