Hace unos cuantos meses había empezado a salir con Temari. A veces se sentía en las nubes y otras en el inframundo, eso hacia su relación problemática. Cuando estaba con ella no podía reprimir el impulso de abrazarla o acercársele, pero cada que se iba las primeras semanas se volvían una tortura.
Shikamaru desde que había empezado a extrañarla hacia todo lo posible por agendarse misiones a la aldea de la arena. Sabía que el Hokage ya lo había descubierto, pero no le había dicho nada y lo agradecía. Por fortuna, una de las misiones había coincido con el cumpleaños de la rubia y había podido asistir a festejarlo junto a sus hermanos y los padres de ella.
Había sido un poco incomodo por las miradas intimidatorias que le mandaba el padre de la ojiverde, pero la señora Karura lo había recibido con los brazos abiertos y había evitado que el hombre lo atacara.
Recordó con una sonrisa como había pasado la tarde esa vez. Hoy era su cumpleaños y se encontraba un poco desanimado porque hace unos días había recibido una carta de la rubia lamentándose por no poder asistir, tendría un viaje con los comerciantes de Suna y no podía faltar. Se conformo con una sonrisa apesadumbrada revivir en su mente aquel primer cumpleaños hace un mes que había pasado con ella.
Flashback.
Llevaba tres días viajando junto a dos Shinobis quienes junto a él estaban encargados de entregar una caja al feudal de viento y al de la arena negra. Durante el camino habían acordado que ambos Shinobis irían directo a esas ciudades mientras que el Nara se encargaría de pasar el reporte al Kazekage y así ahorrar tiempo. Él hacia una semana le había mandado una carta a Temari avisando su llegada, por lo que estaba seguro que lo estaría esperando.
Lo bueno es que no sería el único invitado, Kankuro hace más de medio año que estaba saliendo con la princesa de la roca, Kurotsuchi. Por lo que sabía que ella también iría, el tema de los enamorados estaba muy presente a su alrededor esos días, pues hace ya un par de meses atrás en su aldea en el condominio Uchiha hubo una enorme celebración por la próxima llegada de nuevos miembros al clan, parecía que los Uchiha se hubieran puesto de acuerdo para embarazar a las pobres chicas. Obito, Shisui, Obito y Sasuke serian padres y decidieron celebrarlo por lo alto.
No solo ellos estaban contentos. El Hokage también había dado la noticia de que esperaba un primogénito de su esposa a comienzos del año, por lo que toda la aldea rebosaba de virilidad en su esplendor. Lo mejor fue cuando su sensei en una tarde en Konoha que estaba con la rubia los había invitado a cenar y allí les habían dicho que Kurenai estaba embarazada, Asuma esa noche prometió cuidar y proteger a su rey.
Nunca olvidaría la cara de sorpresa de su novia mirando la pequeña y abultada pancita de la mujer.
En el camino no había dejado de pensar en la probabilidad de casarse con la rubia, sabía que era muy pronto, pero en serio estaba inspirado. Pocas horas después llegaron a las puertas de la aldea y vio a Temari esperándolo como creyó que lo haría, ella lo saludo de un casto beso en los labios mientras los guiaba a registrarse. Los otros dos se fueron apenas firmaron, pues estaban algo lejos de donde se dirigían. Shikamaru y Temari se fueron charlando a la torre del Kazekage. Gaara los esperaba allí.
- Kurenai te manda saludos. - mencionó Shikamaru abrazándola por la cintura. La rubia sonrío. - Desde que Asuma se enteró que será niña está muy nervioso.
- ¿Será niña? - Shikamaru asintió. - ¿Ya saben cómo se llamará?
- Por eso es por lo que está nervioso. - Se burló Shikamaru mirándola. - Kurenai le dijo que decidiera el nombre de la bebé y él tiene muchas opciones.
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Una relación problemática || Shikatema
RomanceDisclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto. Las imágenes utilizadas en la historia no son mías, créditos a sus creadores. Publico la historia sin animos de lucro.