Una rosa florece en la tormenta|| Jacaerys velaryon ©

Capitulo 5

Volvió a mirar a la princesa en el balcón cerca de la reina y se centró en algo en su regazo ajeno al mundo que la rodeaba.

Vigila tu lado izquierdo, Príncipe Jacaerys.

Un sudor frío le corría por la columna debajo de la armadura.

¿Por qué?

¿Por qué tenía que decir algo tan inquietante y  aterrador ?

No deseaba sentir temor por algo que muy bien podrían ser solo palabras de una joven  enferma , pero…

-su corazón se sentía inquieto por ellos todavía y eso estaba afectando su mente.

Helaena, ¿tus palabras tienen un poder superior al de un Targaryen? ¿De un jinete de dragón?

Su madre le contó historias sobre cómo algunos de sus antepasados ​​eran soñadores.

¿Podría Helaena ser una de ellas?

Así como así, su cabeza se levantó y por un brevísimo momento, sus ojos se posaron directamente en Jace.

Incluso desde tan lejos hizo que su corazón se acelerara y que esa sensación de intensidad volviera a su cuerpo.

Que significa todo esto?

Sus ojos se movieron y notó que la Reina fruncía el ceño ligeramente antes de volverse hacia Helaena.

La princesa no fue lo suficientemente rápida y su madre notó que estaba mirando hacia él de manera bastante obvia.

La reina le preguntó algo, pero Jace prefirió apartar la mirada que ver qué pasaría a continuación.

Por mucho que las palabras de Helaena lo desconcertaron, hubo otro problema que surgió debido a las palabras de Aegon.

No estaba seguro de por qué, pero el conocimiento de algo que le preocupaba se mantuvo en secreto, como la posibilidad de casarse, enfureció a Jace y encendió un fuego dentro de él.

¿No tenía derecho a hablar de su futuro?

Mostrar preocupación y dar opiniones.

Su abuelo le permitió a su madre a la boda que ella quería dos veces y, sin embargo, ella le negaría lo mismo.

Realmente no consideró el matrimonio incluso si ahora tenía siete y diez años, pero le hubiera gustado estar presente y tener un voto válido sobre el asunto.

Su sangre hervía con fuego.

Bien, úsalo , dijo una voz dentro de su cabeza.

Una fuerte voz masculina que a veces esperaba que perteneciera a un hombre que una vez conoció y admiró tanto.

un hombre bueno y fuerte

Se arregló los guantes y fue a seguir a Aegon solo para ser interrumpido por Aemond.

También se le permitió pelear, y aunque Jace sintió algo de lástima y arrepentimiento por el parche en el ojo que su tío tuvo que usar, sabía muy bien que no se podía deshacer, y Aemond tampoco estaba libre de culpa.

Buena suerte en el campo, sobrino. Espero que también nos enfrentemos en duelo", dijo Aemond con una pequeña sonrisa en su rostro.

Sus palabras fueron amables e incluso su voz sonaba sincera, pero su mente una vez más volvió a las palabras de la princesa Helaena de hace dos noches.

No podía confiar en su antiguo amigo de la infancia.

Así como los buenos recuerdos se amargaron por la crueldad y la burla de Aegon, también lo hicieron aquellos con Aemond la noche en que trató de matar a Luce.

Había mala sangre entre ellos ahora, y era imposible eliminarla.

Debería haber sido cortés, pero su ira y su propio honor le prohibían jugar juegos mentales.

Nunca los disfrutó, para empezar.

Asintió secamente al otro joven.

'Haré todo lo posible, tío, para reunirme contigo allí'.

Aemond parecía complacido, y Jace se despidió tratando de ignorar la tensión dentro de su cuerpo.

A diferencia de Helaena, donde se sentía como si estuviera anticipando algo desconocido, y me atrevo a decir, interesante .

Con Aemond solo esperaba una cosa.

Peligro