001

12.2K 1K 92
                                    

—¡Pon cuidado, Jin! ¡A tu derecha Jisoo!

Con aquellos gritos fue que Jimin se despertó. Caminando con un ojo abierto y otro cerrado, salió de la habitación, rumbo a la del frente, en donde su novio tenía sus "alaridos". Tomando el pomo de la puerta, la cerró, para que así, su voz quedase solo con él.

Sin duda alguna amar era una cosa de locos, porque estaba seguro de que si hubiese sido otra persona que lo obligase a salir de su sueño y cama, de esta o cualquier forma, se había encargado de patear su trasero fuera de su departamento. En cambio, como este era su lindo y ruidoso novio, únicamente se dispuso a cerrarle la puerta de la habitación en la que este amaba estar.

—Sin duda alguna hay que tener cuidado con quien te cruzas en la universidad, porque te descuidas un poco y ya es el amor de tu vida.

Negó ante el recuerdo de hace 4 de cuando conoció a Jungkook. Recuerda todo como si hubiese sido ayer. Era el apurado porque llegaría tarde a su clase, y era el contrario alguien perdido en su primer día de clases.

Una buena y linda manera de empezar una historia de amor, ¿no?

Caminando a rastras hacia la cocina, miró la hora, dándose cuenta de que ya había pasado la hora de la cena.

«Seguro ya de hacer comido cereal», pensó, acertando, puesto que ahí a su frente estaba la caja de este, y un tazón con rastros de leche.

—Este chico.

Tomando algunas cosas de la nevera, se dispuso a preparar algo de comer, tanto para él, como para su novio.

Ya con unos sandwiches con doble queso listo —los cuales eran los favoritos de Jungkook—, y un par de tazas de chocolate caliente para que contrarrestara el clima, puso todo en una bandeja para ir rumbo en busca del menor.

—Amor —le llamó, entrando como pudo a la habitación iluminada con luces led, y de las pantallas de los computadores.

Dejando todo a un lado en una mesita que tenía Jungkook en el cuarto, tomó asiento en una de las sillas que este mismo había dejado para cuando él iba a hacerle compañía. Y es que ha decir verdad, Jimin no era fan de los videojuegos, pero si disfruta en muchas ocasiones ver la destreza que tenía su pareja en estos. Además, verlo de vez en cuando perder una partida que aplastaba su casi "inquebrantable" ego e idea de "ser el mejor", era algo que también a veces se permitía disfrutar.

—Amor —volvió a llamarlo.

—¡Vamos, Lis, vamos! —murmuró, Jungkook, por el micrófono, apretando sus labios luego, mientras ágilmente movía sus dedos por su teclado.

En vista de que no le estaba prestado atención, se paró, y encendió el bombillo. En automático, Jungkook giró su rostro como si del exorcista se tratase, y volviendo su mirada a los monitores, corrió un lado del auricular.

—Ya despertaste, amor.

Jimin se acercó, una vez más tomando asiento a su lado.

—Traje algo de comedia.

—Estoy algo ocupado aho- —calló, acomodando rápidamente el micrófono para hablar por el—: Creo ver a la izquierda de Jisoo a varios.

—¿Por dónde los tanques? —preguntó, la mencionada.

—Creo que yo también los vi —dijo, otro.

Jungkook, lo alejó un poco, y miró a su pareja, quien le veía con una ceja alzada.

—Estoy algo ocupado, bebé —murmuró, sonriendo un tanto, para volver su mirada al juego.

—Eso no te impide comer.

game over ☆ kookmin (au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora