CAPÍTULO UNO

23 7 0
                                    

Hoy tenía una reunión, una importante. Mycroft me había citado por la mañana para una nueva misión. Él mismo me había dicho que iba a ser "la misión de mi vida", por lo que tenía que ser algo gordo.

Entré al edificio dónde trabajaba saludando a mis compañeros. Hoy no estaba de un excesivo mal humor, ya que tenía curiosidad por la maravillosa tarea que me encomendaría mi querido Mycroft.

Digamos que mi relación con el Holmes mayor era privilegiada. Él me había criado, hablando claro. Pero el por qué es otra historia.

Caminé por los pasillos hasta llegar al despacho de Mycroft. Toqué ligeramente la puerta, escuchando instantes después un suave "adelante", dicho por él.

Abrí la puerta sonriente, encontrándome con Holmes rebuscando entre papeles. Algo que había aprendido sobre trabajar con Mycroft, era que vivía entre papeles. Me extrañaba que su casa no fuera de papel o que no se hubiera arruinado ya gastándose el dinero en fotocopias.

Me senté en la silla de su escritorio, y él levantó la mirada de sus papeles, regalándome una suave sonrisa. Yo era la única persona que solía ver a Mycroft sonreír a menudo.

Aún así, notaba que la expresión de su cara denotaba algo de preocupación.

-Lyra. - Me llamó, sacándome de mis pensamientos. - Como sabes, estás aquí porque tienes una nueva misión. - Asentí con la cabeza, Mycroft suspiró. - Y ya habrás notado que no me hace nada de gracia enviarte a ti a realizarla.

-¿Es peligrosa?

-Si no eres discreta, sí. Pero lo vas a tener muy difícil. - Respondió.

-Por dios Mycroft, deja de darle vueltas. Suéltalo ya. - insistí con curiosidad.

-Necesito que te infiltres en una red criminal. - soltó de repente. - Y te aseguro que no es cualquier red criminal, es la mejor que ha existido jamás. - me quedé en silencio, esperando más explicación. - James Moriarty.

Mi corazón dio un vuelco, ¡Este hombre está muerto!

-¿No se supone que se voló la cabeza en el tejado del Barts? - Pregunté con curiosidad.

-Al parecer no. Hemos descubierto que de alguna forma, sigue vivo. Ha hecho exactamente lo mismo que Sherlock, fingir su muerte.

-Al parecer es la nueva moda. - Dije de repente, haciéndole reír un poco.

-El problema es que no sabemos qué movimientos va a hacer. No tenemos apenas información, creemos que se ha cansado de Sherlock. De hecho, parece que no tiene intención de revelar que sigue vivo.

-¿Sherlock no sabe nada? - Volví a cuestionar ansiosa.

-No. Y no puedes decirle nada. - Me dijo Mycroft serio. - Creemos que está intentando expandirse.

-Y qué se supone que tengo que hacer.

-Vas a ser nuestra fuente. Tendrás que infiltrarte, ganarte su confianza de alguna forma y trabajar para el de la forma más leal posible. Después necesitaremos información, pero por Dios que no te pille. Tú y yo sabemos que te pasará si eso ocurre. -Explicó Mycroft.

-Me hago una idea. - Respondí sarcásticamente.

-Te comunicarás con nosotros a través de esto. - Dijo el Holmes mayor, levantando una especie de microchip. - Se te insertará en la muñeca, está diseñado para transferir grabaciones de audio y código morse hacia nosotros. Con solo dos toques, comienzas una grabación. Si quieres detenerla y enviarla, darás otros dos toques. Si necesitas mandar un mensaje en morse o en algún otro código cifrado, con tres toques se activará el detector. - comenzó a hablar rápidamente. - Además, tiene un localizador. Sabremos dónde estás en todo momento.

-¿Y cómo se supone que me tengo que infiltrar?

-Al parecer ya te tiene echado el ojo. - esto me sorprendió aún más. - Le has llamado la atención.

-Y qué hago, ¿Dejo que me secuestre? - Pregunté divertida.

-En cierto modo, sí. - Eso desde luego no me hizo tanta gracia. Pero aún así, están completamente sorprendida. ¿Le llamaba la atención al mismísimo James Moriarty?

-Entiendo. ¿Cuándo empiezo?

Mycroft me miró durante unos segundos.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto? - hizo una pausa. - Confío en ti plenamente, pero te tengo demasiado cariño como para perderte. No quiero que te pase nada, Lyra.

-Estaré bien. Sabes que soy la mejor de todo el cuerpo, por eso me adoras. - Le dije guiñándole un ojo. Él rió ligeramente.

-Seguiremos hablando mañana. Descansa, te dejo el día libre. Y piénsate la propuesta.

-Gracias, Myc. - Me levanté , y salí de la habitación.

¿James Moriarty? Siempre me había llamado la atención aquel hombre.

Esto se estaba poniendo interesante.

......

El plan era sencillo. Entrar al café dónde estaba Moriarty, sentarme en una mesa y esperar a que me viera.

Abrí la puerta de la cafetería cómo si nada, y me senté en cualquier mesa esperando a que me atendieran.

James Moriarty estaba a menos de dos metros de mí , concentrado en su teléfono. Decidí hacer lo mismo, no iba a tardar mucho tiempo en darse cuenta de mi presencia.

Dos minutos más tarde, sentí a alguien aproximándose hacia mí. Levanté la mirada, y vi a Moriarty mirándome con curiosidad. Le di dos toques a mi muñeca suavemente, para empezar a grabar.

-Hola. - Dijo él sonriendo. - ¿Te importa que me siente?

-En absoluto. - Le respondí, siguiéndole el juego. - ¿Cómo te llamas?

-James. ¿Y tú?

-Lyra. - Hubo un poco de silencio. - ¿Qué haces por aquí? - cuestioné de nuevo.

-He decidido venirme aquí a por un café y a trabajar. ¿Y tú?

-Más de lo mismo. ¿A qué te dedicas? - dije de repente.

-Trabajo en una empresa. - sentí como su mirada se oscureció. Antes de que pudiera preguntarme , respondí yo misma.

-Yo soy abogada. - Mentí.

-No me gusta que me mientan, querida. - Susurró con una voz amenazadora. Su mirada había pasado de ser amigable, a ser completamente fría.

-A mí tampoco. - Respondí, apoyando mis brazos sobre la mesa.

-Yo no he mentido. Tengo una "empresa". - Dijo sonriendo.

-¿De cadáveres? - Le respondí acercándome a él, que se rió un poco. De repente, me agarró fuertemente de la muñeca.

-¿Crees que puedes engañarme? - Su mirada se volvió aterradora en un santiamén. - Sé lo que eres, sé quién eres y sé para quién trabajas. No intentes mentir, querida.

-Te llamo la atención. - Comenté de repente. - No habrías venido aquí si no.

-No eres tan idiota como pensaba. - Contestó con una pequeña sonrisita. - Eres curiosa, y estaba aburriiiido, así que tampoco perdía nada por venir a hablar contigo, cariño. - Dijo levantándose de la mesa. - Nos vemos pronto, Lyra.

Y sin más, salió del café.

Ha comenzado el juego.

THE SPY AND THE KING - Español Donde viven las historias. Descúbrelo ahora