Stranger Things (T. 1) (3 en 1)

Capítulo 9

Narra Steve

A la mañana siguiente, luego del funeral del niño Byers, me despido de Alisson y mis padres, quienes se tomaron muy bien la noticia de que ella este en la casa cuando en realidad no la conocemos mucho. Luego me voy hacia la casa de Nancy para ver cómo se encuentra, pero entes, Alisson me pide que la deje en un lugar de la carretera donde no hay absolutamente nada más que el bosque

Al llegar la veo con un bate de beisbol en las manos y al acercarme un poco casi me golpea con él ya que no me avía visto llegar

-¿Qué hace aquí? – pregunta Nancy al verme

-¿Qué haces tú? – pregunto viendo el bate

-Nada –

-Espero que no sea para mí – bromeo

-¿Qué? No, no, solo estaba… pensando en unirme al equipo de softbol –

-Oh, pues, emm… escucha, lo siento mucho. Quiero decir ya lo sentía antes de que me amenazaras con un bate –

-Bien –

-Entre en pánico y… para variar, fui un idiota –

Intento ver si tiene alguna noticia de Bárbara pero no sabe nada así que la invito al cine para que se relaje un poco y piense en otra cosa

-¿Por qué no mejor invitas a Alisson? – dice luego de rechazar mi oferta

-¿De qué hablas? ¿Por qué la invitaría a ella? –

-No lo sé, se ven muy unidos para haberse conocido hace una semana –

-ok, solo me cae bien, ¿sí? Solo somos amigos - digo intentando hacer que se calme y no iniciar una pelea -. Además, ni siquiera sé dónde está, salí con ella y me pidió que la dejara en el bosque, dijo que quería caminar un rato y… - Nancy me interrumpe

-¿En el bosque? – dice algo preocupada

-Sí, ¿Por qué? –

Nancy se queda callada lo que hace que me preocupe un poco por la seguridad de Alisson a pesar de que no sé qué es lo que preocupa a Nancy

-Nancy, ¿Qué ocurre? –

-Nada… es solo que… el bosque es muy grande y… ella en nueva, así que… ya sabes, puede perderse o algo –

-Tienes razón… ¿crees que… debería ir a buscarla? –

-Sí, creo que si –

Me despido de Nancy y voy hacia el bosque donde la deje. Al entrar comienzo a llamarla pero no contesta, luego de unos cuantos minutos comienzo a preocuparme cada vez mas

-¡Alisson! – grito un poco más desesperado

-¿Steve? – escucho a lo lejos

-Ali – digo feliz de verla -. Me tenía preocupado ¿Qué haces aquí? –

Cuando me acerco logre ver una cabaña de dos pisos muy destruida y algunas herramientas de construcción a un lado

-¿Qué haces y de donde sacaste eso? –

-Intento arreglar esta cabaña para mudarme aquí y no molestar más a tus padres o a ti –

-No me molesta que estés conmigo, ya eres como una hermana –

-No, por favor, no quiero más hermanos, ya tengo suficientes – dice ella en forma de broma

-¿De dónde sacaste esas herramientas y los materiales? –

-Ammm… las compre –

-¿Con que dinero? –

-¿El mío? –

Prefiero no seguir preguntando así que cambio de tema.

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Narra Jessica

Mientras mamá y Lonnie están en casa, Jonathan y yo decidimos salir a practicar disparar con el arma que tiene Jonathan

-Eres realmente malo en esto – dogo al ver como no le ha dado a ninguna de las latas

-¿A, si? Ven y dispara tu – me entrega el arma

Con algo de miedo me pera en donde se encontraba él y comienzo a disparar, para mi sorpresa le doy a todas las latas fallando solo una vez

-Te odio – dice Jonathan provocando que me ría

Ambos comisamos a discutir sobre que yo debería apoyarlo más y no dejarlo en ridículo pero que él se pone en ridículo solo y sin mi ayuda

-Hola chicos – saluda Nancy al llegar

-Hola – saludamos a la vez como si nada pasara

-¿Está todo bien? –

-Sí, no pasa nada, solo tenemos una de nuestras discusiones de gemelos por estupideces – digo con una sonrisa

-Ok… ammm… te vi disparando desde lejos, eres buena –

-Gracias, ¿quieres intentar? –

Ella lo duda unos segundos pero finalmente accede así que le doy el arma mientas Jonathan coloca las latas nuevamente. Al tomar el arma y disparar nos sorprende ya que le da a todas las latas sin fallar ni una sola ves lo que nos deja a ambos con la boca abierta

-Ya avías disparado antes ¿verdad? – pregunta aun sorprendida

-Nop – responde Nancy –. De hecho, es la primera vez que tomo un arma

-No te creo –

Ambas comenzamos a hablas mientras Jonathan nos mira aun sorprendido de ser el único que no le dio a ninguna maldita lata