III

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Por tercera vez Jeongin hundió su cabeza en la almohada a la cual se aferraba con fuerza de igual manera.

Recuerda haber estado en la prueba, recuerda muy bien haberse distraído solo por un momento, pero no recuerda con certeza con qué exactamente su mente se distrajo por completo, quizá era el dolor de cabeza que hace ya un tiempo lo atormentaba sumado al incesante y agudo silbato del entrenador, se dio cuenta en el instante en el que sus manos tomaron de la cintura a aquel chico que había llamado su atención desde el principio para evitar que cayera al suelo, lo que lo había despertado por completo fue sentir directamente el trasero ajeno en su entrepierna una vez cayó al suelo.

No sintió enojo o algo parecido pero la sensación de estar acorralado sin duda se disparó en cuanto sus sentidos alertaron un ligero movimiento de caderas por parte del ajeno.

—¡Kim! Deja tus mariconadas y juega.—

Gritó alguien del equipo contario, haciendo que Jeongin se asustara aún más, además ante aquel comentario la voz de su entrenador sonó fuerte en tono de desaprobación y regaño.
Aquel chico, que al parecer parte de su nombre era Kim se levantó sin mirar o preocuparse de Jeongin, un sentimiento mutuo por parte de este.

Después de aquel incidente solo recuerda sus errores posteriores en el juego y al entrenador comentándole que lamentablemente no había calificado.

《🐶+🦊》

Después de tener una batalla mental se quedó completamente dormido, agotado sin duda por el entrenamiento y estrés de su día a día.
Por momentos se removía en la cama mientras soñaba, esa extraña sensación que no había vuelto a ocurrir, recuerda haber sentido algo parecido el día en que su amigo Hyunjin le había mordido el cuello durante un juego entre ellos.

Un cosquilleo recorrió su cuerpo, la almohada que anteriormente abrazaba con sus piernas se volvió incómoda de soportar.

Entonces, algo ocurrió entre sus sueños aleatorios y vistas a la realidad.

Su mente lo devolvió a aquella escena en el gimnasio, justamente cuando aquel chico extraño había caído sobre él.
Entre su vista borrosa volteó a todos lados; no había nadie más que ellos dos.
Se dio cuenta en ese momento que estaba soñando y la confianza se apoderó de él por completo de forma peligrosa, su mente comenzó a pintarle el siguiente escenario:

Él estando ahí sentado mientras sostenía de manera firme las caderas ajenas en un intento de posicionarlo sobre su ahora erección.
En leves movimientos aumentaba el ritmo y levantaba sus caderas para saciar aquella necesidad que en ese momento demandaba todo su cuerpo.

Su deseo lo había cegado, sin importarle realmente lo que estaba sucediendo, entre sueños visualizaba aquel rostro delicado que le robó sin duda toda la atención.
Aquellos ojos levemente bajos, con algunas marcas de imperfecciones pasadas adornando su rostro de forma triste pero que no le quitaban para nada su atractivo, también recordaba sus labios asombrosamente rosados y carnosos. Definitivamente nunca había puesto tanta atención en alguien como en ese chico.

En aquella habitación se escuchan los murmullos, suspiros y hasta un ligero nombre que nadie más escuchó consecuencia de lo que su mente le pintaba.

En eso, unos golpes fuertes y firmes en una superficie de madera lograron despertarlo de un sobresalto mientras decía algo como "¿Quywn es?" Y en varias ocasiones continuó repitiendo "¿Qué?" de una manera muy torpe hasta que los golpes se detuvieron.

Lɪᴋᴇ ᴀ ᴛᴇᴇɴᴀɢᴇʀ (Jeongmin) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora