"los Reyes del Flow" one -shot

cena y confesiones (parte 2)

Hola antes de empezar, recuerden votar y dar comentarios. La tercera parte esta escrito por de la mitad. En cuanto llegue 35 votos y 30 comentario les lanzó el capítulo. No cuenta comentarios de una sola persona solo pa llegar a la meta. Sin más que decir, espero y les guste y cometen las escena reacconando amo eso

+21 sexuales

Él me miró, quitando su camisa con suma lentitud sin apartar su mirada de mi. Sus palmas rozaron mi excitación, lo cual lo supo porque me miró a los ojos, perdiendo sus manos en mis costillas. Acariciando con sus dedos pulgares mi pecho. Apretando embobado en mis gemidos. Su respiración era lenta y sin más se apartó quitándome la camiseta de golpe. Tirando el retrato de Juancho y mio, en donde acostó mi cuerpo me tensé al ver cómo cogio la botella y tiro donde su contenido en mi cuerpo desnudo. Me miraba con lujuria y nervios. Sin decirme se agachó para darme un suave beso en mi mejilla, colocando entre mis labios un pequeño chocolate.

Yo solté un gemido cuando el dulce contrastó con el amargo sabor del vino, acercando mi boca a la suya para que él también probara el chocolate. Si alguien nos viera, podría pensar que éramos dos enamorados tras una cita romántica. Mientras él masticaba el dulce. Yo me dediqué a acariciar cada rincón de su piel, pasando mi lengua por la longitud de su cuello, impregnándome con el sabor de su piel y el olor dulce de su perfume. Él me miraba sorprendido por mis acciones, pero ya estaba cansada de reprimirme, por una vez en mi vida quería disfrutar al máximo de mi vida, y si ésta era la última vez que estaba con él quería que fuera con toda. Tiré de su cabello cuando empezó a dejar besos detrás de mi oreja, echando la cabeza hacia atrás, casi haciéndola colgar por el borde de la mesa, mientras soltaba pequeños gemidos que causaron una sonrisa en Charly.

Llevó sus manos a mi cuerpo, acariciando mis labios con sus dedos. Sin miedo de romper la mesa, se sentó en mi, a horcajadas. Poniendo sus piernas a cada lado de la mesa, un poco flexionadas. De repente empezó a mover sus caderas, lentamente, colocando una mano en mi abdomen, donde presionó como si me estuviera cabalgando.

Nunca había hecho eso con nadie, pero se sentía terriblemente bien, y pronto me sorprendí siguiéndole el ritmo, buscando el contacto con su erección. Pero, necesita que me tocara, que me besara, ese contacto no era suficiente. Tomé su cara entre mis manos y la acerqué a mi rostro besando sus labios con desesperación. No quería que esto fuera un simple acto para quitaros las ganas, quería que se diera cuenta que lo necesitaba. Charly pasó una de mis piernas por encima de su cintura, creando la famosa tijera. En donde la tela de su Jean chocó con mi sensibilidad. Aparató sus labios, uniendo su frente en mi pecho, encorvando su espalda aprovechando la posiciones para que sus manos se entrelazaron con las mías uniendo mis brazos arriba de mi cabeza.

-Seguí así Charly, Justo ahí - le pedí removiéndome para soltarme de su agarre quería tocarle el pecho, sentí su corazón latiendo contra la palma de mi mano.

-¿que deseas de mi? - suspiró poniendo su barbilla en medio de mis pecho, para mirarme a los ojos. Chocando su aliento en mi cuello

-Quiero que me hagas el amor, que me hagas sentir viva - dije alzando mis caderas en búsqueda de las suyas cuando detuvo sus movimientos dejándome una extraña sensación de vacío en mi interior.

-Yo deseo tu amor ¿te pido mucho? - me preguntó, besando mis labios lentamente.

Yo negué con lágrimas en los ojos, me dolía verlo vulnerable, rogándome porque lo amara. Él no se merecía esto. Es un hombre maravilloso que daba su vida por su familia y se tenía que conformar con las migajas que yo le daba, a partir de ahora me prometí que iba a esforzarme por hacerlo sentir amado, aunque tuviera que enfrentar con ello a mis miedos más intensa.