"los Reyes del Flow" one -shot

Cena y confesiones (part 4)

Hola, niñas, bueno se termino este one osea es la última parte.
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Charly agarró mi nuca con fuerza levantándome en sus caderas, llevándome a la cama en donde me acosté en el borde de esta. Bajo su bóxer, pero antes se agachó buscando en su jean alguna cosa desesperadamente, un poco frustrado por el gesto y emitiendo unas cuantas malas palabras que decía en mirmullos y gruñidos

-Charly, ¿qué haces? - pregunté intentando retener una carcajada al verlo tan desesperado.

-Esa chimbada, yo la guarde acá- mordía sus labios, sacando de su cartera todos los papeles y dinero que ya hacía en eso.

-Hey, vení. No importa, me estoy cuidando - le avisé sosteniéndolo por su muñeca. Charly alzó una ceja, parándose en el borde ee la cama.

-¿Desde cuando y por que?- me preguntó achicando los ojos, un poco molesto.

-Hace solo algunas semanas. Lo estaba pasando mal en mis días y mi ginecóloga encontró apropiado que tomara pastillas anti conceptivas pada aliviar los síntomas hasta que lleguen los resultados de las pruebas que me practicó.

Él asintió, torciendo los ojos para luego acostarse en mi, soltando todo su peso. Quedando nuestros labios muy cerca.

-pensé que lo hiciste por mi, pues ya sabes

-Charly, no te lo tomes a mal, pero después de la casa de Mike no pensé en volver a estar con vos - expliqué jugando con mis dedos.

-aaaaah ¿tan mal me fue? pues- sonrió. Entrando lentamente en mi. -Pues de todas las veces nunca te escuché quejarte.

-No, pero ya sabes lo que pasó cuando llegué a mi casa. Pensé que estaríamos separados - le expliqué en medio de jadeos aferrándome a su espalda para seguirle el ritmo.

-vos y yo podemos terminar - calló en medio de un gemido cuando me embistió- pero nosotros sabemos que si nos quedamos solos- chilló besando mis labios - vos no te podes resistir y te me vas a lanza encima, como una tigresa..

-No seas convencido Charly - susurré con dificultad, escondiendo mi rostro en el juego de su cuello cuando sus embestidas se volvieron más certeras, dando en el punto indicado.

-Me encantas, pero...- salió de mi rápidamente sentándose en la cama, mirándome con una sonrisa inocente- ponte de espalda y sentate acá- indicó palmeando sus muslos

Sin rechistar, obedecí su orden, soltando una exclamación cuando volví a sentirlo en mi interior, pero esta vez más profundo. Me sostuve de sus rodillas, que estaban a cads lado de mis caderas empezando a rebotar sobre él. Pero charly me detuvo, agarrando mis caderas, acomodo mis piernas de tal manera que estás quedarán alrededor de sus caderas, quedando la planta de mis pies hacia arriba, lentamente me acostó hacia delante acomodando mis codos en el suelo. Era más o menos estar en cuatro, pero en vez de él estar arrodillado, se encontraba sentado quedando mi trasero a primera vista para él. Mi espalda estaba encorvada hacia abajo y lo único que separaba mi cara del suelo era mis brazos que me servían de soporte.

Intentaba seguirle el ritmo a Charly, pero ahora en todo lo que podía pensar era en que mis brazos no perdieran su apoyo y me fuera de bruces contra el suelo. En cambio él, parecía que lo estaba disfrutando porque empezó a emitir algunos gruñidos a la vez que incrementaba su agarre en mi cintura, seguramente mañana tendría sus dedos marcados en aquella parte de mi cuerpo.

Esta posición me estaba pasando factura, mis brazos estaban a nada de desfallecer, pero Charly freno sus movimientos, inclinándose hacia mi..

-¿Estás cansada?- me preguntó, yo solo asentí, él cogió unas tres almohadas y las colocó a mi alcance, me acomodé sobre ellas, recostando mi cabeza de lado. -¿podes continuar así?