Capitulo 18: Es la cuestión.

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Rin's POV

-¿Q-Qué haces aquí? - Mire a Len confundida. Me encontraba sola en casa, con la pijama aún puesta y emferma, y el justo acababa de tocar mi puerta.

-Seré tu enfermero ya que las chicas están ocupadas. - Comentó. -¿Puedo pasar?-

-S-si, pasa. - Lo mire perpleja, ¿acaso venía a cuidarme?

-Gracias. - El paso y dejó su mochila en el sofá, miró mi casa. -¿Ya comiste? - Pregunto viendo la cocina.

-No, aún no. - Contesté, al parecer si venía a hacerla de enfermero.

-Bien, comencemos entonces.- Me sonrió y se dirigió a la cocina, yo en cambio tenía la cara roja, estaba en mi pijama menos linda y más fodonga, toda desalineada y enferma, y Len estaba justo por preparar algo para mí.

¡Era un momento romántico al cual ya había arruinado desde anoche cuando me puse está pijama!

-No es necesario que prepares nada, ya estaba por preparar un ramen instantáneo. -

-¿Qué? ¿¡Estás enferma y comerás eso!? No en mi guardia. - Reí. - ¿Estás bien? Te veo la cara más roja, ¿Tienes fiebre? -

-¿E-eh?- Mis mejillas ardían, pero no por la fiebre. -E-estoy bien, iré a cambiarme, ya vuelvo. - Comenté y el asintió mientras buscaba cosas en el refrigerador.

Subí a mi habitación y dentro ella me tiré a la cama, tome una almohada y grite en ella ahogando el sonido. Tenía a Len justo en mi casa preparándome algo para comer, ya había imaginado esto pero ahora que sucedía era completamente alocado.

Solté la almohada y suspiré, mire mi closet y busqué la ropa que usaría. Una vez lista bajé. Len estaba preparando algo.

-¿Que haces? - Pregunté, sostenía entre mis deseos el dije de mi collar y jugueteaba con el.

-Comeremos curry, ¿te parece? - Me miró con una sonrisa, yo sonreí igual.

-Claro. - Contesté. El siguió preparando las verduras, mire la arrocera encendida, seguramente ya tenía el arroz cociendo se en su interior. -¿Quieres ayuda? - Lo mire.

-No es necesario, gracias, tu deberías descansar, sigues con la cara roja. - Dicho esto me tocó la frente, sentía mi corazón palpitar cada vez más rápido mientras veía al chico frente a mí, llevaba su uniforme des fajado y arrugado, seguramente por haber hecho una caminata ajetreada. Su cabello estaba atado como siempre, pero levemente despeinado, y su mano en mi frente me hacía ponerme aún más roja de lo que podría estar ya.

–E-estoy bien. Tranquilo. – Comenté y retrocedí un paso, desvíe la vista y el regreso su mano a cortar una papa en cubos.

–¿Segura?– Cortaba lentamente la papa. Asentí y el comenzó a cortar con mayor velocidad.

–Me quedaré en el sofá entonces. – Dije, y fui directamente a sentarme, miré sobre mi hombro y el me sonreía, desvíe la vista y escuche casi de inmediato el cuchillo cortar las verduras. Me senté en el sofá y me relajé, me sentía nerviosa de estar nuevamente a solas con Len, pero también estaba confundida, no hacía mucho, antes que llegara Len me encontraba debatiendo en mi mente muchas cosas, entre ellas mis sentimientos. Len es un chico muy lindo, a pesar de lo idiota que es, siempre ha sido amable y algo atento conmigo, a pesar de los problemas seguimos siendo amigos, y no puedo negar que incluso he soñado con el tanto dormida como despierta.

Y por el otro lado... Mikuo es mi amigo también, el siempre ha sido atento y no me disgustan sus coqueteos, también me hace suspirar y me hace dudar de mis sentimientos... ¿Qué debería hacer?

-Yo abro. - Escuché mientras salía de mis pensamientos, dándome cuenta que estaban tocando la puerta. Len se dirigía a la entrada y para cuando quise hablar el ya estaba abriendo la puerta.

-¡Rin! - Oí la voz de Mikuo mientras giraba mi cabeza en dirección a la puerta, viendo algo divertida la escena.

-Yo no soy Rin estupido. - Len alejó a Mikuo quien lo había abrazado, yo reí.

-¿¡Eh!? ¿Qué haces tú aquí? -

-¿A qué vienes tú aquí? -

-Obvio a cuidar a Rin. -

-Ah, pues tranquilo, ya estoy yo aquí. -

-¿Qué? ¿Tú la estás cuidando? -

-Si. -

-¡Rin! ¡No mueras! - Mikuo entro a mi casa y me busco con la mirada, en cuanto me vio se encaminó hasta mi y tomo mis manos. -¿Estás bien? ¿Este pendejo no te ha hecho nada? -

-E-eh, no, estoy bien. - Comenté mientras mis mejillas se sonrojaban.

-Menos mal. - Mikuo suspiró, mire a Len y tenía cara de pocos amigos, al notar que lo veía desvió la vista y se dirigió a la cocina.

-¿Que haces aquí Mikuo? - Pregunté.

-Venia a cuidarte, pero al parecer alguien más llego antes... - Lanzó una mirada recelosa a Len, yo libere mis manos.

-Si, Len llegó hace rato, está preparando curry. -

-¿Qué? ¿El pelos de Barbie está cocinando?-

-Si, y solo es para dos personas, lo siento. - Comento Len enfadado, era muy notable que Mikuo no le caía muy bien desde que lo conoció... Pero ¿por qué?

-Yo no necesito de tu "comida". Gracias. Es más, Rin, ¿y si mejor pedimos algo? No valla a ser que te haga daño ese curry. - Mikuo miró a Len, como retandolo a una carrera.

-Pero- Iba a hablar pero inmediatamente Len reaccionó.

-¿Qué estás tratando de decir de mi comida? Yo nunca le daría algo malo a Rin, para que te lo sepas. - Camino hasta donde estaba Mikuo y lo miro directo a los ojos. Len apenas alcanza la altura de Mikuo, el cual le gana por unos buenos centímetros.

-Bueno, es que viendo al chef se duda de la comida. -

-Es que este chef no cocino para ti, de solo pensar en que tú cometidas la verdura se pudre sola. -

-Ay ajá. Mira enano pelos de Ken, si crees que esto es tomar la adelante rato estás equivocado. -

-Ah diferencia de ti, no necesito tomar la delantera, yo estoy aquí para cuidar a Rin, no como tú. Oportunista.-

-¿Oportunista yo? Solo mírate, tienes escrito el fracaso en la cara. -

-El que lo tiene eres tú, pelos de planta. -

-Chicos, calmense... - Intenté parar la absurda pelea de ambos, pero ninguno me escuchó.

-Callate chibi, sabemos perfectamente que yo voy a la delantera. -

-Si claro, solo mira quien llego antes. -

-Vez, estás admitiendo lo oportunista que eres. ¿Por qué no te vas con la chica nueva? Se les nota la atracción mutua que despiden. -

-Ella no me gusta ni nada de eso. Mejor cállate. -

-Mejor tu cállate y vete, yo vengo a cuidar a Rin. -

-Yo también vine a cuidar a Rin, eres tú quien está importunando.-

-Claro que no, vine a verla por qué me gusta y estoy preocupado por ella. - Mis mejillas comenzaron a ponerse más rojas de lo que ya estaban tras escuchar a Mikuo.

-¡Yo también vine por qué me gusta! D-digo, ¡por qué estoy preocupado por ella!-




Editado
(28/05/18)

Mala Suerte en el Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora