𝐇𝐄𝐑𝐈𝐃𝐀𝐒 • ᵏᵃʷᵃʰⁱᵐᵃ

02

"MIEDO"

Fueron bien recibidos al llegar a la aldea. Caminaron unas cuantas cuadras, pero hay un momento en el que tenían que separarse.

– Hoy es día de comer con papá y mamá – recordó Boruto – Entonces, los veré más tarde.

Kawaki asintió y empezó a caminar.

– Kawaki... – el aludido se detuvo, pero no volteó – No tengas miedo de contarle a Hima. Ella te ayudará más de lo que te imaginas.

Esta vez, el rubio azabache si se dio la vuelta.

– Lo sé – esbozó una pequeña sonrisa – Ella siempre ha sido mi apoyo.

Ambos se dirigeron a sus respectivos hogares. Kawaki se quedó quieto frente a su hogar, respiró hondo y se preparó para que, antes de poder hablar de lo sucedido, Himawari notase que algo había pasado durantre su viaje.

Antes de que la puerta estuviera totalmente abierta, dos pequeños saltaron sobre él.

– ¡Bienvenido, papá! – gritaron al unísono.

Kawaki no pudo evitar sonreir y abrazarlos. Sus cuerpo aún eran pequeños, por lo que estirar un solo brazo bastaba para cubrir a ambos.

– Kazuki, Hikari – habló una tercera voz – Dejen a su padre, viene cansado.

Himawari llegó tras de ellos y mientras sus hijos reían y se bajaban del abrazo a su padre, le dio un pequeño beso al rubio azabache.

– Bienvenido a casa – esbozó una tierna sonrisa.

Kawaki correspondió.

– Sabes que no me molesta que ellos me reciban así – los observó seguir jugando al subir la escalera – Aunque no lo aceptaré, dejarán de hacerlo algún día. 

La de pelo azulino sonrió y se adentró a la casa.

– ¿Quieres algo para almorzar? – cuestionó – Aún es temprano.

Kawaki asintió y se acercó para ayudarle a calentar la comida.

– ¿Ustedes ya comieron? – su contraria asintió – Espero que Kazuki haya comido vegetales y fruta, es la condición sabiendo que el Séptimo lo llenará de dulces.

Ella se rió ante tal afirmación.

Aunque no podía ignorar aquello...

– ¿Por qué no preguntas si Hikari comió también? – él la miró con un poco de ironía – Ya sé, ella es bastante responsable y obediente, es obvio que se los comió todos.

Se quedarón de pronto en silencio. Pero tantas veces han estado ya así que se sienten tan cómodos con solo el echo de estar cerca.

Pero esa sensación seguía ahí...

Kawaki llevó algunos platillos de complemento a la mesa mientras Himawari le servía el plato más grande. Ambos se sentaron, oyendo las risas y gritos que provenian del seguno piso.

– ¿Me vas a contar? 

Él comenzó a comer y aunque esa pregunta fue un tanto vaga, el rubio azabache ignoró la respuesta que ella esperaba.

– Boruto hace escenas por donde quiera que pasa. – comentó – Los viajes con él no son aburridos. – y eso no era mentira – La misión se llevó a cabo sin complicaciones. Me alegra haber regresado.

Ella asintió y esperó en silencio a que él terminara de comer, mientras que este le iba contando algunos detalles de los ladrones y la misión que habían terminado. Pero cuando Kawaki quiso llevar los platos al fragadero, Himawari lo interrumpió.