Dark Souls II _ Isekai

Majula

            Un crisol de hermosos colores se presentaba a medida que bajábamos de la colina rumbo a la ciudad en las faldas de la montaña.

Era hermoso, era hermoso ser iluminados por un atardecer. Las luces suaves y difusas llenaban el cielo y me maravillaban con su belleza.

Era como ver caer la luz para darle espacio al anochecer, para después tener un nuevo día.

Pero no aquí.

La noche traía tinieblas y oscuridad, una oscuridad tan grande como el abismo, una oscuridad llena de terrores.

Todos aquí temían a ella, y con muchos motivos.

Yo no.

Crecí en un mundo donde la oscuridad era más algo metafórico. Un mundo moderno lleno de luz como estrellas, pero su oscuridad se encargaba de estrangularte con fuerza.

Yo nací en la oscuridad, era parte de ella, dejé que me moldeara, no vi la luz hasta que fui un hombre, y para mí no fue más que ceguera.

La oscuridad era mi espada, mi odio mi escudo, y todo lo que se oponga a mí, ardera.

Caí.
Yo morí, ahora estoy en otro mundo. Donde la muerte no significa nada más que tu propio renacer.

Yo me volvería a levantar.

Tenía otra oportunidad.

No sé porque estoy aquí.

¿Este es el cielo? ¿El infierno?

No importa, en mi vida anterior no fui nadie, y no logre nada, aquí, aquí tenia tenía una oportunidad.

Y la iba a aprovechar. No me contendré. Hare todo lo que quiera, por mí y solo por mí.



















Caminamos silenciosos por la ciudad pesquera.

Sería bonito… si no fuera una ciudad en ruinas y abandonada.


Su olor era difícil de describir.
Era una mezcla de madera vieja, humedad, sal y lo que tal vez, alguna vez fue pescado.


Ah, También es malditamente gigante.

¡¡¡MIERDAAAA!!!

En el juego era un mapeado simple y fácil de cruzar, aquí llevo como cuatro putas horas caminando.

De quién fue la idea de poner un asentamiento pesquero, en la falda de una montaña que termina en un maldito risco.


Las ancianas son lentas y se agotan rápido, tenemos que descansar cada cierto tiempo. Me duelen los pies, así que tomar un descanso no me molesta.

No se que hora es…
Es difícil medir el tiempo en un lugar donde hay un eterno crepúsculo.

Quiero un baño, quiero dormir, quiero comer, esta armadura es pesada.


Puta madre.

Porque carajó nadie menciona las ampollas en los pies en las aventuras épicas.

Oh la jodida distancia que hay de un lugar a otro.

Puta madre.

Estaba perdido en mis pensamientos, cuando Milibeth me tomo delicadamente del brazo.

- Jhor…


__ Mmn?


- las guardianas necesitan otro descanso.

__ a mí tampoco me vendría mal descansar un rato.



Todos nos tumbamos en el frente de una vieja casa. Las calles eran sinuosas y parecían eternas.


Cuando salimos de la cueva pude ver el risco.


Y eso me lleno de expectativas e ilusión, pero poco a poco la distancia destruyó mi emoción.


la verdad no era un asentamiento complejo, pero si era largo, no veía el fin. Había casas más destruidas que otras, variaban en tamaño y formas, incluso variaban la distancia entre unas y otras.

No puedo negar que tuve ganas de revisar e investigar el lugar.

Pero tardaría una eternidad.

Milibeth se sentó a mi lado.

- Jhor, las guardianas están cansadas… y … y se preguntan a dónde vamos… también…

__ Mmn?

Parecía un poco ansiosa.

- cre… creo que nos están siguiendo.

__ cuando te diste cuenta?


- no hace mucho.





Yo no me percaté hasta después de que salimos de la cueva.

cuando estuvimos a una distancia más que lejana de la entrada, se me ocurrió voltearme una vez más.

Allá en la lejanía, pude ver como alguien salía.

Pensé que quizás nos seguían esos malditos no muertos, pero no importa cuánto espere, solo salió uno.

La gran distancia solo me permitió ver una forma humana salir, un borrón, una mancha, no estaba seguro de quien o que había salido.

Tal vez alguien como yo.