—Entonces Martín, déjame que me aclare, ¿me estás dejando?
Martín era mi novio, o eso creía. Me mudaba a otra ciudad a la costa y hasta las vacaciones de Verano no podríamos volver a vernos.
—Enith, esto es algo difícil, no quiero que te marches-mordía desesperadamente sus labios, síntoma de nerviosismo- pero creo que...
Interrumpí obviando su respuesta—¿Que es mejor que no desperdiciemos el tiempo, y que tenemos una edad en la que no podemos dejar pasar oportunidades, que esto es pasajero y se puede llevar nuestro tiempo, el cual es ilimitado?
Se rascó la nuca mostrando nuevamente signos de nerviosismo —Dicho así suena mal, porfavor no hagas de esta situación un drama.
—Está bien Martín, lo dejamos, si es lo que quieres -dije con un tono claramente sarcástico — pero cuando vuelva, para pasar las vacaciones, no quiero recibir ni un solo mensaje tuyo, ni pidiéndome perdón, ni rogándome que vuelva contigo. —una sonrisa irónica iluminaba todo mi rostro-
Le quité las maletas que me había ayudado a traer a mi piso, el cual compartiría con otra chica de esta misma ciudad. Creo recordar que se llamaba Delia.
Al dar mis primeros pasos escuchaba su rechinante voz pronunciar mi nombre, sin embargo no hizo el menor amago de alcanzarme, frenarme y decirme que realmente esto no estaba sucediendo.
Supongo que no estoy viviendo la típica historia de amor.
{...}
—Uhmm, Delia ¿Verdad? Corrígeme si me equivoco —solté una leve carcajada para hacerla sentir cómoda.-
—Estás en lo cierto —imitó mi misma acción,- Perdoname, pero tengo un grave problema para memorizar nombres, ¿Cuál era el tuyo? Me suena que no conocía a nadie que se llamase igual se me complica recordarlo.
—No te preocupes, de todas formas Enith no es un nombre común, es difícil recordarlo cuando nadie de tu entorno se llama igual.
Mantuvimos una conversación bastante fluida, a mi parecer, era una chica simpática, con muchas ganas de cumplir sus objetivos, rubia, creo que era teñida, aún no estoy segura, un año mayor, es decir 20. Era una muy buena conversadora.
—¿Te apetece que vayamos a cenar algo fuera?, como celebración por nuestro primer día de muchos
Sin dudarlo acepté, puesto que tenía que hacer amigas, y con lo introvertida que podía llegar a ser aveces...
—Y tu...? —podía notarse que ambos emisferios de su cerebro debatían por cuál era mi nombre— E... ¿Eneldo?
Reí a carcajada suelta -No estoy segura de si "eneldo" puede ser un nombre propio.
—¿Enith entonces?
Esta vez parecía más convencida. -Efectivamente, ibas a preguntarme algo, cuéntame.
—Cierto, me gusta mucho saber sobre la vida amorosa de la gente -una chica a la que le gusta el género romántico.—no por nada especial, si no porque no muchas personas viven su historia de amor, escrita por mujeres. Suelen ser simples y aburridas.
_Espero sinceramente, en un futuro tener una relación especial, con una historia profunda, pero por el momento, nada histórico.
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Dor.
RomanceDor: palabra rumana que significa anhelo hacía un ser amado. Dos seres unidos para amarse, separados al morirse.