Música pop tranquila sonaba en las bocinas y parlantes colocados en los techos y las esquinas del salón de fiestas que alquiló la madre de Félix a unas cuatro cuadras de la iglesia donde se llevó a cabo la boda. El salón era gigantesco; había moldaduras refinadas en las esquinas de los techos, y el suelo estaba recubierto con baldosas de mármol. Varias mesas redondas, protegidas con hermosos manteles blanco hueso, estaban colocadas contra las paredes, dejando libre el centro, donde suponía ser la pista de baile... Un lugar donde JiSung lo estaba dando todo. Ni siquiera su baile de la Macarena pudo hacer nada para matar el interés que sentía MinHo por él.Todos estaban ahí, excepto algunos sobrinos y dos tías de Félix. Dado que su hora de dormir había pasado, sus padres decidieron llevarlos a casa. Bien, se fueron dos de sus tías más quejumbrosas y duras, aunque eso no significaba que no lo criticarían por su atuendo en su propia boda en la siguiente reunión familiar. Aunque también podía llamarlo por teléfono para eso, ya vería cómo lo sorprenderían esas arpías.
- Félix, por favor. Dile a papá que exagera -suplica JeonGin, acercándose a la mesa donde estaba sentado Félix junto a HyunJin, mirando las divertidas escenas que se desarrollaban en la pista de baile frente a él.
- ¿Qué pasa? -cuestiona mirándolo y JeonGin suspira desesperado.
- Papá no quiere que baile con el primo Kook porque le levantaron una infracción por ir rápido en motocicleta hace dos semanas. Ahora cree que es un delincuente y una muy mala influencia para su "wawa". Félix se ríe. No es gracioso, Félix. Hace meses que no hablamos -pucherea.
- Oh, y espera a que se entere que tú has ido con JungKook en su moto la última vez -se ríe y JeonGin se persigna, rogando que no le invoque la mala suerte. Bien, bien. ¿Dónde está el tío Chan? -pregunta poniéndose de pie para buscarlo con la mirada.
- Allá -señala del otro lado del salón y Félix asiente al localizarlo.
- Vuelvo en un segundo, HyunJin -avisa volteando con una sonrisa hacia el omega azabache, que aún permanecía sentado.
- Está bien -sonríe de nuevo, y Félix no duda ni por un segundo en agacharse para robarle un beso breve con dulzura.
- Bien, vamos, Innie -anima a su primo, tomándolo de la mano para arrastrarlo por la pista en dirección a su tío.
HyunJin mira con un cariño inesperado como la figura de Félix desaparece entre la multitud, viéndolo detenerse un momento en la pista para saludar a un hombre de cabello negro, una manga tatuada en el brazo, y tamaño considerable. JeonGin parece emocionado, y él y el hombre misterioso se abrazan, pero incluso HyunJin escuchó el chillido de pánico de Chan del otro lado del salón. Ah, entonces ese debía ser el tal "primo Kook". Félix pone los ojos en blanco y voltea para llevar a JeonGin con su tío, y HyunJin ya no lo vio más.
- HyunJin, hijo. Te ves precioso hoy -sonríe la madre de HyunJin, acercándose a la mesa donde estaba él.
HyunJin se pone de pie con una sonrisa y deja el saco blanco de Félix en el respaldo de su silla para abrazar a su madre con una sonrisa enorme. Pese a ser una boda planeada, HyunJin se sentía realmente contento por como resultaban las cosas.
Sí, al principio fue duro. El que Félix descubriera la mentira y cómo eso afectó su relación fue complicado, al menos en el inicio. Luego, todo fue mejorando, su relación fluyó hasta el punto en el que ahora solo quería que Félix regresara para besarlo de nuevo.
Cuando se cortó el cabello en el salón de la iglesia, no sintió ese dolor de tener que hacerlo. Sí, él amaba su cabello largo, pero quería más a Félix. El fuerte omega rubio estaba dando mucho por él; había renunciado a tener una familia convencional, a casarse con un alfa fuerte. Lo menos que HyunJin podía hacer era ayudarlo a estabilizar su relación con su madre y hacerlo sentir orgulloso de él; podía cambiar algunas cosas si con eso hacía aún más feliz a Félix.
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Incorrecto ❄️ Homocasta
FanfictionEn una sociedad regida por normas estrictas en la que solo se aceptan las relaciones entre Alphas y Omegas, la vida de Félix y HyunJin se ve marcada por un destino predestinado desde su nacimiento. Como herederos de deudas familiares, estos dos jóve...