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   Sabía que este momento llegaría tarde o temprano, la muerte estaba más cerca con cada paso que daba, ¿Es este mi final?, mi corazón daba sus últimos pulsos, las piernas estaban a punto de fallarme, la adrenalina recorría todo mi cuerpo y mi ser...

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   Sabía que este momento llegaría tarde o temprano, la muerte estaba más cerca con cada paso que daba, ¿Es este mi final?, mi corazón daba sus últimos pulsos, las piernas estaban a punto de fallarme, la adrenalina recorría todo mi cuerpo y mi ser era llevado a su máxima capacidad, ahora, bajo el gélido manto de la noche oscura, le digo adiós a la vida.

   El inicio se remonta a un edificio gris, apagado, lleno de miseria, había sido abandonado a las puertas de un orfanato por lo que muchas veces vi a millones de niños llenos dirigir miradas llenas de envidia a aquellos que desafortunadamente eran elegidos por esos adultos "generosos".

   A los ojos de los ciegos era simplemente un niño abandonado al que se le estaba dando otra oportunidad de crianza amorosa, sin embargo aquel orfanato estaba en la zona más pobre de la ciudad, solo aquellos que realmente no les importaba el destino del pequeño dejaban a los infantes en aquel edificio. Rodeado de miseria las personas que entraban para llevarse a esos niños lo hacían con el único objetivo de vender sus órganos, tomarlos para algún prostíbulo y si tenían suerte reclutarlos para alguna organización criminal, por supuesto eso solo lo sabían los adultos haciendo creer a esos pobres niños que algún día tendrían una segunda oportunidad de vivir decentemente, nada más alejado de la realidad, pues después de que las puertas del coche fueran cerradas, el paradero de aquellas almas huérfanas no era más que otro que el profundo y oscuro abismo de la muerte, finalmente esto es Nuevo Orleans, ciudad donde los locos saludan a los asesinos y los envidiosos pasean a la orilla del lago acompañados de sus amigos reprimidos, yo no estaba dispuesto a ser víctima de sus artimañas.

   Mi primer homicidio ocurrió cuando tan solo tenía 12 años, me encantaba la magia oscura y muchas veces la practicaba a escondidas, no tenía amigos y siempre estaba solo con mi sombra, algunos me consideran un vicho raro. Un día unos huérfanos idiotas me molestaban como de costumbre ,estaban resentidos conmigo porque la cuidadora seguía llamándome para entrevistas de adopción a pesar de mi constante negación a estas. Les molestaba pues ellos raramente eran llamados y estaban por cumplir 14, en un orfanato si no eres acogido antes de los 15, considérate mugre abandonada, a esa edad te ignoran y voltean a ver a los pequeños de 6 o 9 años.

   Como todas las tardes, se dedicaban a empujarme, a insultarme y mofarse de mi aspecto el cual según ellos era de un retrasado escuálidos, "deberían mirarse en un espejo", hable, "ni siquiera son capaces de ver sus propios pies". Claramente esto no les sentó nada bien, pues su respuesta fue una paliza en grupo. Con cada golpe mi molestia aumentaba, mi interior gritaba hacer algo al respecto, estaba harto de ellos. Más tarde, cerca de la media noche me escabullí a la cocina cuando nadie miraba, prepare unos guantes y tome el primer cuchillo que se me cruzo, era consciente de que uno de ellos, el más joven de apenas 13 años acostumbraba salir del orfanato para fumar mientras todos dormían, el pobre siempre se sentaba a la orilla de l rio no muy lejos de donde se encontraba el orfanato para deshacerse fácilmente de las colillas de cigarro o botellas de alcohol, prácticamente se convirtió en el blanco perfecto.

☪ 𝐿𝒜 𝒮𝒪𝑀𝐵𝑅𝒜 𝒟𝐸𝐿  ̶R̶E̶Y̶☪(T/N x Alastor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora