Capítulo 5: Día cuatro.

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Sunoo despertó con un dolor de cabeza y un pitido en sus oídos. Se recostó sobre su espalda aún con los ojos cerrados, esperando que este desapareciera antes de percatarse que el sonido no venía de dentro de su cabeza; pero sí debajo de su almohada.

Gruñó y sacó su teléfono fuera de dónde estaba escondido bajo su cabeza y miró el identificador de llamadas:

"Seungie hyung"

—¿Qué carajo?— Murmuró. Deslizó su pulgar para aceptar la llamada, frotándose el sueño en sus ojos con la otra mano.— ¿Qué demonios, Heeseung hyung?— Contestó.

—¿Estás despierto?

—Ahora lo estoy, idiota.— Se quejó.— ¿Sabes qué hora es?

—¿Tú sí?— Replicó Heeseung. Es más de la una de la tarde, Sunoo.

Sunoo se congeló y miró fuera de su ventana, como si el sol le hubiera traicionado al no alertarlo sobre su presencia más temprano.

—Claro que lo sé.— Dijo.— Estaba tomando una pequeña siesta de medio día.

—Seguro que lo estabas, Sunoo.— Sonaba como si estuviera tratando de contener la risa.

—¿Qué es lo que quieres?— Preguntó Sunoo conteniéndose de dar un bostezo. Heeseung probablemente escucharía el sonido a través del teléfono con su peculiar sentido del oído.

—Frente a tu casa. Ven afuera.

—¿Estás qué?

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En efecto. Cuando Sunoo salió por la puerta principal de su casa, pudo ver el auto de Heeseung estacionado justo en frente. Se armó de valor antes de caminar hacia el vehículo y abrir la puerta de par en par.

—¿Qué haces aquí?— Lloriqueó.— Es domingo.

Heeseung se giró hacia él, tenía una mirada perfectamente tranquila. —Lo sé. Es el cuarto día.

—¿El cuarto día?— Sunoo preguntó aturdido, le tomó un segundo procesar lo recién dicho por Heeseung, cuando al fin lo hizo, lo miró incrédulo.

—Nuestros días son limitados, así que no hay tiempo que perder.— Heeseung sonaba con diversión, pero hablaba con seriedad— Entra, tenemos planes.

—Tú fuiste el que estableció ese ridículo lapso de tiempo.— Se quejó, pero aún así se subió al carro sin sobre-pensarlo.

Heeseung se detuvo y se volvió hacia él. —¿Tienes algún problema con eso?— Había una expresión ilegible en su rostro que hizo difícil a Sunoo mirarlo a los ojos.

"Sí, tengo problema con eso. Desearía que fuera más tiempo", pensó.

—Sólo conduce.— Contestó hoscamente.— De todas formas ya me despertaste de mi siesta de medio día.— Añadió.

—Por supuesto.— Resopló encendiendo el auto.— Tu siesta de medio día.

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—¿Te harás un tatuaje?— Preguntó Sunoo confundido cuando entraron al estacionamiento de lo que claramente era un salón de piercing's y tatuajes.

𝐓𝐡𝐢𝐫𝐭𝐲 𝐃𝐚𝐲𝐬 | 𝐇𝐞𝐞𝐬𝐮𝐧 (TRADUCCIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora