Se mira al espejo, viendo cada detalle de su vestimenta, sintiéndose patético por vestir aquel traje color azul marino nuevamente.
Me gusta como te queda.
Recuerda las palabras dichas por el pelinegro, así que sonríe y elimina todo tipo de comentarios negativos que aparecen en su cabeza.
Si a él le gustaba como se veía, entonces no tenía de que preocuparse, porque solo le importa lo que él piensa.
Decide que ya pasó mucho tiempo frente al espejo sin hacer nada más que observarse así que, luego de soltar un suspiro cargado de miles de emociones, camina alejándose del gigantesco espejo que yace en esa solitaria habitación.
Esa que habían decidido usar como estudio de baile, donde pasaban horas y horas bailando melodías de diferentes géneros, solo siendo ellos mismos junto al amor de su vida.
Sonríe cuando sale de la habitación, pero su sonrisa desaparece cuando la cierra con llave, no queriendo que ni siquiera una sombra entre en aquel espacio tan íntimo.
Camina por el departamento hasta llegar al comedor, ese que adornó justo como lo hace todos los años.
Mantel blanco, velas rojas con olor a canela arriba de unas copas volteadas que le dan un toque romántico. Los utensilios son blancos, claro, a excepción de las copas transparentes donde hay vino tinto, y la comida se ve deliciosa.
Todo está listo, se dice antes de tomar asiento y esperar a que su visita llegue.
No tarda mucho, se sabe el horario de memoria, así que sabe cuándo empezar a alistar todo el departamento para él.
Felix baja de las escaleras, vistiendo un traje blanco que le queda a la perfección, haciéndolo ver hermoso.
Aquella sonrisa que tanto ama, aparece en cuanto ambos se miran, los ojos color avellana del pelinegro desaparecen en unas preciosas medialunas, ocasionando que su corazón lata más rápido de lo que ya lo hacía.
Y no puede evitar volver a sonreír al notar que Felix no lleva maquillaje alguno, así que sus pecas deslumbran por todo el departamento.
-Te extrañe- dice Hyunjin, poniéndose de pie, caminando hacia su pareja.
-Y yo a ti- rodea su cuerpo en cuanto escucha la voz de su enamorado, sintiéndose en las nubes ante aquel privilegio.
-¿Estás más alto?- preguntó Felix, observándolo detenidamente, pasando sus ojos por cada parte de su cuerpo, regresando siempre a los labios del mayor.
Hyunjin solo pudo asentir, temiendo hablar y que el nudo en su garganta lo hiciera soltar lágrimas hasta que ya no tuviera más.
Felix dejó un suave beso, algo rápido, así que Hyunjin tomó sus mejillas, ansiando más el toque de los labios del pelinegro sobre los suyos.
-Te amo- susurró antes de juntar ambos labios en un beso lento.
Sonrieron antes de separarse y caminar hacia la mesa, comenzando la cena de aquel día como lo hacían todos los años.
Felix preguntaba y Hyunjin respondía cosas sobre su vida, las cosas nuevas que hacía en todo el año que no se veían.
Bailaron sobre la luz de la luna, tropezando con los muebles y soltando pequeñas risitas antes de besarse.
-Tengo que irme.
Eran las tres palabras que más odiaba Hyunjin, él solo quería tenerlo un poco más.
-Promete que seguirás adelante- le decía siempre, recostados en la alfombra de la sala.
Hyunjin abrazaba a Felix, mientras que él se encargaba de dejar suaves caricias en el pecho del rubio.
-No quiero seguir adelante- respondía luego de unos segundos. Felix solo podía asentir antes de levantarse y dejar un último beso.
Es entonces que el reloj marca las doce, un nuevo día da inicio y Félix desaparece.
no me convence, pero es lo que hay, la recomendación será coco porque realmente llore al verla, gracias por leer
yoyo;🌻
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Noviembre 2. ||HYUNLIX||
FanficNo hay nada más hermoso que reencontrarte con el amor de tu vida. [One shot especial por el día de muertos, tradición mexicana que se celebra durante noviembre, especialmente el día dos. Fluff & angst]