Prólogo

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Los primeros rayos de sol comenzaban a asomarse por el horizonte, rozando sobre las montañas, delatando la llegada de un nuevo amanecer.

Un rey se encontraba plácidamente dormido, disfrutando de los últimos minutos de sueño antes de comenzar su largo y sin duda ocupado día.

Ser rey conllevaba demasiadas responsabilidades que debía cumplir con total perfección día con día, eran tantas las ocupaciones qué resultaba extremadamente agotador, por lo que tomarse unos minutos más de descanso se había convertido sin duda en una de sus actividades favoritas, y la segunda qué mayor placer le brindaba.
Sin embargo, ese placer le sería arrebatado por unas terribles náuseas las cuales le resultaron imposibles de ignorar; con una velocidad, que sin duda sorprendería a más de uno, se levantó de la acolchonada y placentera cama solo para precipitarse directamente sobre el excusado, de rodillas sobre el suelo.

El sonido de las estridentes arcadas llegaron a los oídos de quien se encontraba todavía durmiendo en la cálida cama, logrando despertarle. Con mucha molestia por haberle despertado, se levantó, colocó una suave bata sobre su delgado cuerpo y de este modo logrando cubrirse un poco del frío; se dispuso a revisar el origen de tan espantoso ruido.

-¡¡¡YAKKO!!!- su ensordecedor grito resonó por cada rincón de la habitación, que al estar en total calma pareció ser aún más fuerte de lo que realmente fue- ¿Se puede saber cómo por qué te atreves a interrumpir mi preciado sueño de belleza? Y por favor dime que no es lo que creo que es- dijo con un palpable enojo qué haría temblar a cualquiera.

Sin embargo no obtuvo respuesta del mencionado, en cambio lo único que recibió fue el molesto sonido de otra arcada. Suspiró pesada y tendidamente logrando apaciguar un poco su molestia. Su semblante hasta ahora severo se relajó cambiando a uno de pura resignación, recargando su cuerpo sobre el umbral de la puerta esperando a que terminase.

-Lo siento mucho Dot, no fue mi intención despertarte- finalmente pudo decir una vez terminó de vaciar su estómago, sin embargo aún seguía totalmente rendido, recargando su cansado ser sobre el inodoro.

-No importa ya- mencionó con voz ahora apacible, después de una breve pausa continuó -¿En serio Yakko?¿otro? Este ya es el sexto, sé que somos en parte conejo pero no exageres. ¿Al menos este es de tu esposo?-

-...-.

-No, por supuesto que no ¿para qué me hago la tonta si ya conozco la respuesta? Ninguno de sus queridos "hijos" es realmente suyo, juraste qué ¡jamás! Ni uno solo sería suyo- ahora sonaba como una severa madre sermoneando a su hijo por la travesura de haber roto su jarrón favorito.

-Por favor Dot, no lo digas así, me haces sentir como si fuera la peor basura de todas- la voz de Yakko salió temblorosa como si estuviera al borde del llanto, y es que así era.

-¿Y cómo quieres que lo diga? Así son las cosas.-

-Tú bien sabes que solo estoy casado con él por obligación, nunca lo eh amado y jamás lo haré; toda mi alma y corazón, todo mi amor solo le pertenecen a..-

-Sí, sí, lo sé, ¡aquel dueño de todos tus sueños, el que arranca cada suspiro de tus labios; poseedor de tus más profundos deseos, el único amor de tu vida! ¡El guapísimo e irresistible, el increíble e inigualable! ¡Imitado pero jamás igualado, el gran duque de Fantasyland, Max Gof!- soltó con una voz completamente dramática y un tanto burlona, además de verse acompañado de poses y gestos totalmente exagerados. Culminando con una mano sobre su frente fingiendo el desmayo, resbalando su esbelta figura por el marco de la puerta. Sin duda una actuación digna de la magnífica actriz que es.

-Ja, ja. Muy bonito Dot, hasta creería qué ti también te gusta, pero ni se te ocurra ponerle el ojo encima qué él es solo mío- Dijo divertido.

Y es que Dot sabía como hacerlo sentir mejor. Su amada hermanita y mejor amiga, siempre estando el uno para el otro. Aún en los peores y más bajos momentos; como aquella horrible noche cuando le dieron la peor noticia de su vida: había sido comprometido con nada más y nada menos que el príncipe heredero del gran reino bunnytown, Buster Bunny.

Pudo jurar el sentir de su alma resquebrajarse. Esa noche lloró todo su corazón, sintiendo qué moriría entre tanta pena y dolor.

La única que notó su sufrimiento fue ella, su querida hermana.

Claro que sus padres no eran crueles, ellos amaban muchísimo a Yakko, es que simplemente no estaban al tanto de su amorío con el joven duque Maximiliano ya que esto se había guardado tan celosamente en secreto debido al temor de que al ser descubiertos se pudiese desatar una cruel guerra entre reinos donde no existe el mínimo agrado. Su compromiso con el príncipe Buster traería prosperidad al reino, expandiendo sus fronteras y al mismo tiempo unificando Toontown y Bunnytown, consagrando así la gran nación de Warnerstock.
No pudo rechazarlo. Como futuro rey es su deber sacrificarse por su reino, aunque eso implicase terminar perdiéndose a sí mismo.

Inclusive ahora, cuando Buster debía salir a atender asuntos de su enorme reino, Yakko prefería mil veces más dormir junto a Dot en la habitación de ella que en la suya propia; a decir verdad aborrecía esa maldita habitación qué se veía obligado a compartir con su esposo. Sus hijos tenían cada uno su propia habitación, sin embargo, al estar ya un poco más crecidos les apena la idea de que su madre durmiera con alguno de ellos.

Las noches qué pasaba junto a su hermana disfrutaban mutuamente de la compañía del otro, ya que durante el día era rara la ocasión donde pudieran verse por culpa de sus ajetreados días; así que esas noches se contaban las vivencias del día a día mientras compartían algún secreto, sin olvidar las delicias de sus meriendas. Los hermanos mayor y menor eran inseparables, aunque por supuesto también amaban a su hermano de enmedio, aunque no lo frecuentaran tanto. Wakko hacía años que había hecho su vida, siguiendo la profesión qué anhela desde niño, viviendo aventuras a través de las inmensas tierras y ayudando a la gente que habitaba en estás, el noble caballero Wakko. Aunque se dedicasen cartas entre los hermanos la tinta y el papel no resultaban ser suficientes para todas las palabras, mucho menos para secretos qué debían mantenerse de frente; aún de niños Wakko prefería mantener cierta lejanía, metiéndose en su propio mundo interior donde ya era un valiente y respetado caballero.

-No te preocupes, puedes quedarte con tu tonto, que para eso yo ya tengo a la mía.- sus labios pintaban una brillante sonrisa llena de malicia al molestar un poco a su hermano mayor.

-Ey! Sólo yo puedo llamar tonto a mi tonto.- Yakko se defendió dedicándole a Dot la misma sonrisa.

-Oh vamos, pero sí tú también eres un tonto, mira que tener hijos a diestra y siniestra, no solo no son de tu esposo, sino que también los haces pasar por suyos. Tienes mucha suerte de qué todos sean tan parecidos a ti que nadie se ha dado cuenta, pero algún día uno saldrá como Max y ahí sí me gustaría ver que es lo que harás.-

Yakko solo rodó los ojos.-No me molestes y mejor ayúdame a levantarme, tengo tanta hambre qué siento que mi estómago se comerá a sí mismo.-

Dot soltó un suspiró, su hermano no tenía remedio pero aún así lo amaba. Tendiéndole una mano para finalmente ayudar a levantarle.

-Me pregunto qué habrá para desayunar.-

-Solo espero que nada con pollo.-

-¿Qué?¿acaso a mí nuevo sobrino le desagrada el pollo?- sonrió divertida mostrando parte de sus blancos colmillos.

-Ya lo creo.- Fué lo último que mencionó con gracia antes de que ambos, ya listos, salieran de la recámara con rumbo hacia el gran comedor.

...

Hola, gracias por leer.

Sé que es una trama un poco extraña, pero literalmente es un sueño que tuve no hace mucho y pensé en desarrollarlo como fanfic.
No creo que termine siendo una historia tan larga pero igual espero que la disfruten. Puede que me tarde un poco en actualizar ya que la universidad adsorbe toda todo mi tiempo y cerebro, así que por favor tenganme paciencia. 🥺

Por otro lado solo tengo unas poquitas aclaraciones:
-En este universo hay cinco continentes. Por el momento solo exploraremos tres.
-El reino de Buster se llama Bunnytown, este se encuentra en el continente Acme (sí, no se me ocurrió algo mejor jsjsjs).
-El reino de Yakko se llama Toontown y se encuentra en el continente Warnerland.
-Max es el duque de Fantasyland, reino que rige sobre el continente Disneyland
-Cuando Yakko y Buster se casaron unieron sus reinos que ahora forman la nación llamada Warnerstock.

Eso sería todo, hasta la próxima. 👋

La portada es provisional en lo que hago una propia, la ilustración pertenece a la talentosa y adorada @Jaess_jinx.

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