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꧁Reino Unido, la actualidad꧂

Con el paso de los años y la soledad, Shota aprendió un par de cosas sobre su condición de inmortal. Además de sus sentidos super desarrollados, su agilidad y velocidad sobrehumana, era capaz de regenerarse a una velocidad vertiginosa; cosa que había descubierto después de un par de intentos de suicidio. El sol tampoco era capaz de matarle, cada que su piel era rozada por el más ligero rayo esta se cubría de dolorosas y enormes ampollas, que al cabo de una semana desaparecían; aun así, si la ropa o lo que le cubriera la piel, ya sea una sombrilla o simplemente la sombra de una construcción, lograba que el sol no le afectara. Con los años había perfeccionado esto, al punto de que podía vivir al sol casi como un humano normal. Su sed de sangre era saciada con animales silvestres, por lo que la sangre humana no le tentaba en el pasado, y menos ahora, ya que en las venas de las generaciones actuales solo sentía el sabor asqueroso de las drogas y el alcohol que consumían.

En torno a su castillo, se fundo una ciudad, llamada Rose city, por su alta producción de rosales. Él mismo la había fundado desde sus cimientos, en su búsqueda de aliviar el dolor en su pecho que le decía que era un monstruo creado para matar. Rose city fue un refugio para inmigrantes de todas partes del mundo y de cualquier religión en tiempos de guerra. Ahora era una ciudad prospera y en desarrollo con casi 15.000 habitantes.

La localidad tenía entre sus ciudadanos un mito que se pasaba de boca en boca desde hacía años, una historia la cual Aizawa no pudo detener que se propagara. Los locales contaban que allí vivía un ser inmortal, una criatura grotesca, que ayudaba a la gente que trabaja en los rosales, pero a cambio cuando este ser tuviera hambre, se llevaría a un empleado. Aunque solo había ocurrido una vez en 1923, ya que el azabache olvido alimentarse, la historia perduraba hasta ahora. Este acontecimiento, al ocurrir en octubre, produjo que año a año se hiciera un festejo que duraba todo el mes, y culminaba el 31, con Halloween. La gente se disfrazaba durante todo el mes, momento en el cual Shota se sentía cómodo al poder usar sus antiguas ropas y alegar que iba "disfrazado" de vampiro.

Su castillo, en el cual él aun vivía, era patrimonio de la ciudad, por el buen estado en el que se conservaba. También era el hotel más grande y lujoso de la ciudad, que solo abría en Octubre para la llegada de los turistas, curiosos por el festival de la rosa, donde también festejaban a este mitológico ser. A pesar de los años y todas las restauraciones que se estuvo obligado a hacer en el castillo, jamás fue capaz de entrar al cuarto que alguna vez compartió con Kasumi, aunque ahora fuese la suite del establecimiento.

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Este año, el festejo en Rose city era doble, además del festival, el lugar cumplía 140 años desde su fundación. Por lo que abría más movimiento y más turistas de lo habitual. Aizawa paseaba entre las multitudes con su traje de Lord, a la sombra de una gruesa sombrilla negra. La buena energía que la gente desprendía al disfrutar de su época favorita, hizo sonreír al azabache. A pesar de ser un monstruo, sabía que era capaz de realizar buenas acciones.

Una fuerte palmada en su espalda, saco al azabache de su ensimismamiento.

-Shota!-Al voltear descubrió a un rubio que le era bastante familiar. Un hombre de largo cabello y ojos ligeramente rojos, de no más de unos 30 años, vestido con ropas negras y de cuero, al mejor estilo rock de los 90s.

-Hizashi!-Ese hombre era el único conocedor de su secreto más grande, después de todo compartían el mismo. Hizashi Yamada era un famoso cantante de rock, y un vampiro cuya inmortalidad le daban 115 años.-Que gusto verte, no pensé que vendrías.-Soltó luego de un corto abrazo entre ambos.

-¿Y perderme los 140 años de una ciudad que me vio llegar a la fama? Ni hablar, mi tour puede esperar. Me presentare en Rose city y luego retomare la gira.-Dijo acomodando los lentes de sol en su lugar, que por alguna razón desconocida era otro método efectivo para evitar la horrible consecuencia que causaba el sol en ellos.-Además...-Bajo la voz para que solo el azabache le escuchara, mientras pasaba un brazo por el hombro de su amigo.-El próximo mes cierto vampirito cumple 200 años.-Le dio un golpecito a su amigo.-Podríamos despertar un par de osos, o ir tras algunos antílopes. Aunque también te tengo una sorpresa preparada, que se supone llega esta tarde.-Su amigo hablaba de forma acelerada, mientras que Aizawa solo se limitaba a escucharle.

Besos hambrientos || Aizawa fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora