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Odette siempre había considerado algo innecesario el hecho de tomar mucho tiempo para arreglarse, sobre todo si se relacionaba con ir al instituto.
Era por ello que la mayoría de sus días llegaba puntualmente, o incluso mucho antes, al autobús escolar, "la mayoría" se reducía un poco debido a ese día, donde corría fuertemente (o al menos así lo sentía ella) con tal de llegar a las puertas de aquél vehículo.
— Lo siento tanto — se disculpó de inmediato cuando sintió como su cuerpo chocaba contra el de otra persona —.
— Oh no, yo lo lamento — un chico con voz peculiar le respondió, así como también le dejaba subir primero —.
— No te preocupes — tranquilizó y agradeció con un gesto para seguir su camino — No volverá a suceder — Odette regaló una radiante sonrisa al conductor, quien les dedicaba anteriormente una mirada reprochante —.
La rubia se adentró al autobús, notando dos asientos libres frente a un chico que dejaba notar la pasión por el deporte que tenía, o esa era la impresión que causaba.
Odette tomó uno de esos lugares acomodando un poco sus cosas, realmente no le interesaba mucho lo que sucediera a su alrededor, no hasta que sus acciones fueron interrumpidas por un gran golpe que se escuchó por todo el autobús.
— ¡Que tengas un buen viaje, perdedor! — el chico detrás de ella reía sin parar después de causar que el joven de camiseta verde con el que había hablado antes cayerá con un considerable impacto —.
— Si, claro — él le respondió cuando ya se encontraba de pie — Igual que tú ayer, y un día antes que eso...
El chico de apariencia corpulenta levantó su mano en signo de victoria para chocarla contra la de su compañero de asiento, sin embargo él solo se dedicó a rodar los ojos con algo de fastidio.
— Lo hiciste, ya madura.
Odette giró ligeramente su cabeza y cuerpo, dirigiendo su atención por un breve instante a dicho joven, mismo quien al verla se quedó totalmente embobado, aún más cuando ella decidió hacer contacto visual.
No era secreto que Fred tenía un tipo de interés sobre Odette Baker, aunque la porrista siempre prefería centrar su dedicación a otros aspectos.
Sin embargo, la pequeña mentiría si negara el hecho de que aquél muchacho le había parecido atractivo desde que se conocieron, siendo más evidente por las veces que han llegado a interactuar, incluso esa fue la gran razón por la cual decidió girarse nuevamente y acomodarse en el lugar que tenía, no quería tener que profundizar un reciente encuentro en su diario, en especial cuando se trataba del jugador.
