parte única

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Entraste.

En el momento que te vi entrar, llamaste mi atención. ¿Será por la forma en la que vistes? ¿Tu forma de andar? No lo sé, pero no podía despegar mi vista de tu persona. Te pasaron al frente ya que llegaste tarde, fue adorable ver cómo tus mejillas se ruborizaban por tener que presentarte frente al grupo.
Recargué mi rostro sobre mi mano derecha para prestarte atención mientras te presentabas.

– Buenos días, mi nombre es Choi Soobin, tengo 18 años y vengo de Ansan. Por favor, cuiden de mi.– miraste atentamente a todos en el salón con una pequeña sonrisa.

Puedo decir que me fascinó, me encantó ver cómo sonreías, cómo tus ojos se volvieron pequeñitos, cómo tus hoyuelos se marcaron y quise apretar tus mejillas como si fuera una señora viendo a un niño tierno.

Tu mirada se enfocó en mi por un momento antes de que siguieras analizando a todos los demás y finalmente tomaste asiento detrás de Yeonjun. La clase comenzó algo aburrida y no preste la suficiente atención como para entender un poco de ella, después de todo, álgebra nunca ha sido mi fuerte.

Dios, ha pasado tanto tiempo desde ese momento. Inclusive puedo decir que extraño esa etapa, el momento en el que me di cuenta de todas las pequeñas cosas que me ibas a hacer sentir.

– ¡Choi Beomgyu! ¡Kai Kamal Huening! ¡O se apuran o los bajo por las orejas!– Yeonjun gritó desde abajo, fue mala idea que el, Huening y yo viniéramos aquí a alistarnos juntos.– ¿Saben que? Me rindo, igual no puede empezar la boda sin nosotros.–  salí de la habitación esperando encontrar a Hyuka en una mejor situación. No fue así.

– Hola Beomgyu, lamento que tuvieras que tomar clases privadas por álgebra. No soy muy bueno explicando pero haré lo posible por ayudarte.– fue lo primero que me dijiste aquel día, me sentí demasiado avergonzado ya que no esperaba que mi crush fuera mi tutor. Algo cliché, si me lo preguntas.

– Oh, Soobin, tu no deberías lamentarlo. Y muchas gracias, yo soy quien lamenta que tuvieras que tomar horas extras para el estudio siendo que no eres quien va mal en sus clases.– negaste con la cabeza y me sonreíste. Esa bonita sonrisa que ponía mi mundo al revés.

Ese día me diste tu número para ponernos de acuerdo para las tutorías, ese día fue el comienzo de lo que tenemos.

Huening se veía muy mal. Si, claro que se ve guapo con su traje, pero no queda rastro del Hyuka feliz. Me acerqué a él y le di un pequeño abrazo, lo devolvió sin mucha fuerza y me mostró una sonrisa débil.

– Vamos corazón, hoy es el.. gran día.– hizo una mueca al escucharme decir eso y bajamos juntos las escaleras. Yeonjun se veía aliviado al vernos bajando, rápidamente se acercó a nosotros para jalarnos a la limusina que nos esperaba afuera desde hace un rato.

– Pensé que no nos iríamos nunca, y pensar que dicen que las que tardan son las chicas.– rodó los ojos y se sentó al lado de la puerta sosteniendo la pequeña cajita que se le fue encargada. Volteé a ver a Huening y el estaba recargado en la ventana con su mirada perdida, era obvio que no quería ir.

Pero, ¿Qué clase de amigo sería si no va a la boda de su mejor amigo? Probablemente todos lo criticarían. Inclusive dicho amigo.

¿Y yo? Bueno, yo soy un manojo de nervios. Todo mi cuerpo tiembla en este momento, siento ansiedad por la boda. Quiero llegar pero igual quiero atrasar todo un momento.

love story  ¡!  soogyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora