✧ Two birds ✧

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En alguna ciudad en alguna parte del mundo, vivió un joven llamado Quackity, quien padecía una enfermedad especial: Hanahaki

Sin embargo, las razones del porqué adquirió está enfermedad eran desconocidas, pues nunca se había enamorado de nadie ni nada, pero se acostumbró a convivir con esta y cómo tratarla, aunque sabía perfectamente que no tenía cura, y que en cualquier momento podía morir. Además era un tipo de Hanahaki especial, ya que las flores se manifestaban primero haciendo que sus venas se tornaran de un rojo muy vivo en todos los casos, en algunos casos vomitaba pétalos, y en otras ocasiones las flores salían de cualquier parte de su cuerpo, ya fueran brazos, manos, piernas, espalda e incluso cara, o provocaba grietas en su piel; además de que aquel tipo de Hanahaki hacía que olvidara fácilmente las cosas

Un día, Quackity salió de su casa y se dedicó a deambular por las oscuras calles de aquella ciudad, cosa que eran costumbre en él. Eran aproximadamente las seis de la tarde, caía una suave llovizna pero capaz de oscurecer fuertemente el cielo, y las calles eran alumbradas por la tenue luz de las lámparas del alumbrado público, en aquel momento solo habían unas cuantas personas tratando de refugiarse de aquella llovizna. De un momento a otro, detuvo su marcha, levantó la cabeza suavemente, dejando que las gotas limpiaron su cara y resbalaran libremente por su pelo negro mientras respiraba profundamente, luego suspiró y retomó su marcha, aunque decidió entrar a un bar para "desahogar" sus penas por su enfermedad

Cuando entró, tomó asiento en el elegante pub, mientras revisaba la hora. En ese momento un camarero lo atendió, dándole una jarra de cerveza tal y como había pedido; tras beberla, pagó la cuenta y abandonó el lugar. En el camino a su hogar escuchó una dulce melodía: ¿Era eso un tango?
La música provenía de un callejón, dónde había un joven con una bandana, pelo azabache, ojos azules, camisa blanca grande, pantalones negros holgados y un par de tenis del mismo color de su camisa sentado recostando su espalda contra una pared mientras miraba a la nada, sin embargo, dirigió la mirada al ver al joven moreno de pelo negro que lo miraba con curiosidad, y le ofreció sentarse a su lado, cosa que este aceptó

- ¿Cómo llegaste hasta acá? - preguntó el azabache para romper el silencio abrumador que se había formado

- Oh, me gusta deambular por la ciudad, y no suelo pasar por acá - fue la respuesta del moreno, observando al azabache

- ¿Y que te llamó la atención para que vinieras a este callejón? - volvió a preguntar aquel joven de la bandana

- La melodía del tango, es hermosa - respondió el joven de beanie

- ¿También te gusta? La toca un amigo, se llama Karl y vive en dónde está esa ventana - contestó el azabache, mientras señalaba una ventana con cortinas blancas abiertas, dónde se veía una pared también blanca pero con decoración de una partitura musical

- Sí, la melodía de Karl es hermosa. Por cierto, ¿Cómo te llamas?

- Soy Sapnap, ¿Y tú eres...?

- Quackity, soy Quackity

Estrecharon sus manos y se quedaron un rato más, sin embargo Quackity sintió una especie de pitido en sus oídos, una extraña sensación en su pecho y el sentimiento de que todo se ponía a blanco y negro indicando la desaparición del color, con la excepción del tono rojo que seguía visible a sus ojos , temblaba ligeramente y todo iba en cámara lenta. Sensación que tenía cuando el Hanahaki se alborotaba. Revisó sus muñecas y efectivamente, sus venas se estaban tornando rojizas. Quackity escondió rápidamente sus muñecas en las mangas de su sudadera, la cual era dos tallas más grandes que la que debería usar
En eso una suave voz se escuchó en aquel callejón, sobresaltando a ambos jóvenes

- ¿Que hacen aquí? Pueden enfermarse - Habló un chico de mediana estatura, pero no se podía ver mucho porque estaba a contraluz, lo único que se podía ver era que su pelo era algo alborotado

- Oh, hola Karl -  Habló Sapnap mientras se incorporaba para saludar a su amigo, mientras Quackity empezó a sentir cómo las flores empezaban a formar un nudo en su garganta, símbolo de que en algún momento iba a vomitar flores y sangre

- ¿Quién es tu nuevo amigo? - preguntó Karl, que se había movido y sus rasgos ya eran claros: pelo castaño, ojos grisáceos, piel blanca, un abrigo lila con detalles amarillos y naranjas en una manga y un espiral aguamarina en el centro de su abrigo, y pantalones azul oscuro con tenis blancos

- Él es Quackity - El mencionado se levantó y estrechó su mano con la de Karl, aunque habló poco por el miedo de vomitar

- Hola Karl, soy Quackity - Habló el moreno

- Un gusto conocerte Quackity - Contestó el castaño

La llovizna aumentó su fuerza, pasando a ser lluvia. Está llegó al callejón y mojó a los tres jóvenes.

- Bueno Karl, nos vemos mañana. No puedo quedarme más tiempo - Habló Sapnap en un gesto de despedida

- Yo también debo irme. ¡Adiós! - Se despidió Quackity, quien metió sus manos en sus bolsillos, acomodó su capucha y estaba dispuesto a salir del callejón, cuando...

- ¡Espera! - Casi le gritó el castaño, llamando la atención de ambos muchachos, Quackity sentía que sí o sí debía apurarse a llegar a su casa y no vomitar en la calle, ya que el nudo en su garganta era cada vez más intenso - Si quieres podemos vernos mañana aquí mismo a las 3 de la tarde

Quackity asintió con la cabeza, levantó su brazo derecho y lo sacudió suavemente en gesto de despedida, y emprendió el camino a su casa, dándose cuenta de que solo era cruzar un puente y doblar una calle a la derecha para llegar al callejón.

Ya en la puerta de su casa, entró rápidamente, tiró sus cosas y corrió al baño. Se arrodilló al frente del inodoro y vomitó flores rojas y bastante sangre, de hecho, nunca antes había vomitado tantas flores y tanta sangre

- Ugh, lidiar con esto era más fácil - Dijo fastidiado hechando baldes de agua al inodoro para bajar lo que vomitó. Sin embargo, al ver todas las flores y la sangre, empezó a preocuparse

- ¿Heh? Nunca antes había vomitado así. Todo lo que vomité casi llena la mitad del inodoro, esto no es nada bueno - pensó para sí mismo. Sacudió su cabeza y siguió hechando el agua hasta que bajó por completo, se lavó las manos y se dirigió a la cocina, tomó algunos paquetes que tenía guardados, los puso en un plato grande y hondo y fue a la sala, se sentó, prendió su televisor, buscó una película y comió algo. En una pausa publicitaria, buscó entre los asientos y sacó un cuaderno pequeño y un bolígrafo. Lo abrió y escribió:

Domingo 24 de Abril

Hoy la enfermedad ha empeorado: llené la mitad o incluso más del inodoro con mi vomito, aunque conocí a dos chicos: Karl y Sapnap. Mañana voy a verme con ellos de nuevo. Si los tres llegamos a confiar plenamente en el otro, les puedo confiar mi secreto

Quackity escondió el cuaderno y el bolígrafo en el mismo lugar, y se fue a dormir, aunque olvidó apagar la luz de la sala. Se echó en la cama mientras miraba el techo. ¿Su muerte se aproximaba? ¿Porqué vomitó tanto?
Estás preguntas rondaban su cabeza, pero de un momento a otro, le llegó la misma sensación: vista a blanco, negro y rojo, todo en cámara lenta, sensación extraña en el pecho y pitido en sus oídos.
De un momento a otro se quedó dormido, olvidando arroparse y olvidado también quitarse su pantalón y ponerse la ropa que usaba para dormir








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Hola, aquí está el primer capítulo \⁠(⁠^⁠o⁠^⁠)⁠/

Pinche colegio porque dejan tanta tarea y tanto proyecto
(⁠╯⁠°⁠□⁠°⁠)⁠╯⁠︵⁠ ⁠┻⁠━⁠┻
Weno los veo lueguito
Bye~ *c retira en colombiano*

( 22 / oct /2022)

Red flowers (karlnapity)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora