―𝖢𝖺𝗉í𝗍𝗎𝗅𝗈 1―

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Es cierto que hace mucho tiempo, existía cierta hostilidad hacia los monstruos contra los humanos, esta segunda raza les tenía miedo a los monstruos más que nada por su extraña y antropomórfica naturaleza; seres que iban más allá de lo incógnito a...

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Es cierto que hace mucho tiempo, existía cierta hostilidad hacia los monstruos contra los humanos, esta segunda raza les tenía miedo a los monstruos más que nada por su extraña y antropomórfica naturaleza; seres que iban más allá de lo incógnito a convertirse en puros mitos y leyendas. Decir que esos extraños seres no existían era poco, definitivamente existen, y vivitos y coleando.

Tal vez por eso a Kenia le gustaban mucho los monstruos, porque éstos tenían un aire misterioso y extraordinario que sin duda resultaban ser desconocidos para todo el mundo, y la pequeña Stingy era bastante curiosa.

Quizás esa era la razón por la que su hermana menor no asiste a la escuela llena de seres extraños con escuela extraña que bien podría encajar con la personalidad extravagante de su hermana menor, es lo que pensaba Marcel.

Desde que se mudaron a New Salem, el oji-amarillo no puede dejar de pensar en porqué demonios su padre lo transfirió a esa extraña academia de la era victoriana cuando bien podría estar estudiando en una escuela normal y corriente, pero no, en vez de eso, Michael obliga a intercambiar las zonas de confort de sus hijos para que, una esté con gente normal y que deje de fantasear con monstruos violadores, y segundo, que el otro esté en una academia llena de monstruos para que se haga hombrecito.

Sin duda alguna, Michael podía ser el papá malo cuando se le proponía.

Marcel observa con su característica mirada sombria y neutral el paisaje que se podía apreciar fuera de su ventana, iba de copiloto, mientras que su padre seguía conduciendo para llegar a la academia de monstruos. El menor no paraba de temblar a causa de los nervios que le carcomieron desde que salieron de New Salem.

—Papá.— Por primera vez, el pelinegro de ojos amarillos habla con voz monocorde, volteando a ver a su padre con normalidad. Una suerte que sus nervios no sean detectados por su padre Mike. —¿Por qué mandaste a Kenia a una escuela normal y a mí en una diferente?

El pelinegro sonríe con emoción, sin despegar su vista de la carretera. —Creí que sería obvio el motivo, Marcel; sabes que tu y tú hermana son muy distintos, así que ya te imaginarás el porqué no la envié a una escuela llena de monstruos.

—¿Por qué activaría su loca obsesión por ellos?—. Pregunta con cierto sarcasmo en su voz tranquila, desviando su mirada para luego fijarla en sus piernas. —Simplemente, no lo entiendo.

—Oye, Mac— Lo llama de vuelta, viéndolo de vez en cuando por el aspecto nervioso que tenía su hijo. —, no tienes que ponerte nervioso, todo saldrá bien. Verás que pasará rápido el tiempo, y cuando menos te lo esperes ya saldrás de la escuela.

—Para ti es fácil decirlo que hacerlo.

Si es que ves fantasmas terroríficos a tu alrededor lo entenderías. Pensó claramente para sí mismo desesperado, aunque claramente no se lo diría a su padre, por nada del mundo.

❝𝐖𝐡𝐲 𝐦𝐞?❞ | 𝐆𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐁!𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫 𝐇𝐢𝐠𝐡 𝐱 𝐎𝐜!𝐌𝐚𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora