-Solo quiero volver el tiempo atrás-susurro débilmente mientras golpeaba fuertemente el piano negro en su habitación mientras los goles se debilitaban-tu debías seguir a mi lado- dijo mientras las lagrimas caían y su cuerpo se desmorona apoyándose...
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Resonaba los constantes sonidos que hacía aquella joven morena con los tacones de sus botas, mientras su vestido rojo se movía al compás, que su respiración se entrecomaba al mismo tiempo que se paraba en seco en frente de esa enorme puerta de mármol con elegantes diseños, soltando un pesado suspiro mientras mordía ligeramente su labio de aquel color rojo que combinaba perfectamente con ella, para que abriera la puerta con un ligero empujón.
Sus ojos se enfocaron en aquellas personas, su mente se paralizó por un momento al ver a los miembros que se encontraron de esa gran sala de la embajada Italiana, la misma que fue testigo de sus más preciados y dolorosos recuerdos, soltó un suspiro mientras con sus ojos verdes oscuros observaba a cada uno de los integrantes chocando con unos ojos celestes fuertes como el hielo.
La joven morena tembló ligeramente ante los presentes en aquella habitación y su mente solo podia darle un significado a tal escena "problemas" al ver aquella sonrisa procaz.
"Demonios"
Esa era la única palabra que se le venía en mente, al ver tal escena tan amena que le generaba una coriente por todo su cuerpo, soltó un pesado suspiro para morderce el labio mientras caminaba con elegantes pasos, haciéndose notar.
—Padre, madre—saludo con una ligera sonrisa en sus labios, pasando sus ojos con cautela entre las personas presente.
-hija mía, llegaste a tiempo-dijo aquella mujer avanzando unos pasos acercándose a la joven morena -mira quien vino a verte - menciono con alegría mientras se acomodaba a tras de la joven mientras sostenía sus hombros
La joven trago saliba al ver aquel joven ingles que portaba aquella ligera sonrisa conectando sus ojos con los de el generando que un ligero rubor se mostrara en sus mejillas.
-Tanto tiempo que no te veo- dijo avanzando hacia ella, mientras extendia su mano antes estaba en su bolsillo-es bueno verte Lila Rossi.
Aquellas palabras generaron un vuelco en la joven morena, al verle con aquellos ojos celestes, solo se limito de una manera muy nerviosa agarrar su mano.
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Dicen que solo cuesta un instante destruir lo que años costo construir, como un castillo de arena siendo arrasada por una ola del mar, aquello tuvo que entender la joven rubia, a sus 16 años, cuando apenas empezaba a florecer como mujer, aprendio una de las lecciones más crueles de la vida.
Aquella joven tambaleó en su sito ante las palabras mientras apretaba con fuerza el dije del collar que traía bajo su blusa, siendo sujetada de su amiga, haciendo que su simple toque devolverla a la realidad.
-Chloe-llamo despacio a su amiga al ver su estado
¿Adrián?
-Chloe, escuchame- suplicaba aquella joven de ojos turquesa mientras que persiguia a la blonda que apesar de andar en tacones nadie podria comparar su velocidad ni los mas atleticos de su clase-espera chloe porfavor-volvio a suplicar con la respiracion agitada.
Las jóvenes fueron detenidas en seco ante la presencia de aquel joven modelo, Adrian Agreste, que con ligera molestia miraba a las adolescentes.
Los segundos pasaban,la blonda escondió su mano, tratando de ocultar, mostró una mirada fría.
- ¿Qué quieres Agreste?-pregunto mientras cruzando sus brazos por debajo de su abultados pecho
El joven trago seco ante la blonda, aquellos ojos azules como la más fiera marea, haciendolo temblar en su lugar.
-Escuchame Chloe- balbuceo desviando la mirada meditando sus palabras para luego levantarlar su ojos encontrandose con esos azules de la blonda que se encuentra arqueando una ceja-no puedes culpar a los demás por tus caprichos, madura Chloe-
"Ridiculo extremadamente ridiculo"
Aquellas palabras causaron que la blonda da soltara una risa amarga de sus labios ante los alumnos que de apoco se reunían al rededor.
-Yo- decía con voz firme mientras miraba a sus lados, esquivando aquella mirada azul-no seré más tu amigo si no los tratas bien-
"Adrian y yo..."
Las palabras salieron como disparos hacia la joven rubia mientras que el joven modelo la miraba con un toque de tristeza en sus ojos.
La blonda solo se limito a apretar el dije del collar por encima de su blusa, mientras lágrimas amenazaban por salir de sus ojos zafiro.
"¿Cómo puedes hacerlo?"
Susurraba una disculpa inaudible, mientras era sujetada por su amiga que mantenía su mirada en los presentes mientras la joven franco-china se acercaba al costado del rubio, con una ligera sonrisa en sus labios.
-¿no que era una estupida al creer en una amistad que no existe?-grito de forma interrogante-¿eh? No es lo que le dijiste a tus amiguitos-aquello consumía lentamente a la blonda
Unas simples palabras le puso en alerta al joven modelo, su mirada vea a las personas murmurar, mientras su mente se negaba a aceptar tal escena de su amiga de la infancia, aquella acción hizo que la joven soltara una sonora carcajada.
