Capítulo 2: No Estoy De Acuerdo
Yajahira…
Sigo sin creer que Nataniel me habló, y no solo eso, me invitó a comer, fue el mejor día de todos. Aunque por otro lado él me insinuó que siempre quiso hablarme bien, solo que las chicas con las que me juntaban no les agradaba, aunque a mí tampoco, he allí otra cosa que tenemos en común.
Vi a Roberto, mi hermano mayor sentado en el sofá al lado de mi madre, en frente había varios papeles, lápices y una calculadora sobre la mesa de centro. Supuse que se trataba de cuentas. Ya era hora de pagar y lo más probable es que no había dinero. Yo solo trabajo los fines de semana, entresemana no podía trabajar por la universidad, eso no me gustaba, no sentía que estaba bien, yo quería ayudar pero no me lo permitían.
Roberto se estiraba su cabello que hacía mucho tiempo que no se cortaba por no querer gastar dinero, estaba realmente estresado, esta vez sabia que la cosa sería mucho más seria que en otras ocasiones. Me senté en el suelo, frente a la mesita de centro y frente a mi hermano y mi madre. Ver su cara de angustia me mató. Mi mamá me miró y me dedicó una sonrisa forzada.
- ¿Cómo te fue en la universidad, Yaji? – me preguntó ella.
- Bien – le dije cortantemente - ¿Cómo les fue en el trabajo? – pregunté seria.
- Me despidieron – dijo Roberto haciendo una mueca de disgusto – a la empresa llegaron varias jóvenes embarazadas y les dieron preferencia.
- No puede ser – me quejé enojada.
Roberto se parecía a mi físicamente, solo que él se ve mayor que yo, bueno, él tiene 21 años, no terminó la universidad por comenzar a trabajar.
- ¿Hay algo que pueda hacer? – les pregunté rogando que me dijeran que sí.
- Si – dijo Roberto –, estudiar.
Volqué los ojos, siempre me decía lo mismo, aunque mamá se veía realmente angustiada, quería decir que sí, bueno, más bien quería proponerme algo, la conocía. Pues ella comenzó a morderse el labio inferior para evitar decir algo, la misma maña que tengo yo.
- Dime lo que tengas que decir – le dije.
- El banco nos quitará la casa si no pagamos la hipoteca – soltó ella de golpe.
- ¡¿Por qué no me dijiste?! – preguntó Roberto enojado mientras se ponía una chaqueta para salir de casa.
- ¿A dónde vas? – preguntó mi mamá asustada.
- A buscar trabajo, un préstamo, lo que sea – dijo dando un portazo.
Mi madre recargó su cabeza entre sus rodillas. Estaba realmente preocupada por ella.
- Mamá, debe haber algo por hacer – le dije mientras me sentaba a su lado.
- Si, si lo hay, pero… - se calló.
- Dime – le dije.
- Tiene que ver contigo
- Ajá – le dije para que continuara hablando.
- Que te cases – dijo ella con voz temblorosa.
Apreté los puños algo enojada, mi propia madre quería arreglarme un matrimonio.
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30 Días con él
Short StoryYajahira es una chica de 18 años a la cuál le arreglan un matrimonio con un hombre de 86 años, el señor Dariel. Él está a punto de morir, le quedan 30 días de vida, debido a un tumor cerebral que tiene. Es viudo, por lo tanto su hijo Javier le arreg...