El Otro Yo

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La noche se me hacía cada vez más larga.

No debí hacerlo, no me arrepiento. Se que me descubrirán, ya han encontrado el cuerpo y sabrán que fui yo, tocarán esa puerta de madera y me arrestaran.  Yo lo maté, asesine a ese bastardo, el me quito todo lo que yo tenía, matarlo era la única opción antes de perder todo, tarde o temprano me vengaria, el lo sabía. Sus días estaban contados.

Así que ayer fui a esa calle, la que solía ser mí calle, toque el timbre de la que solía ser mí casa y el salió, usando la que solía ser mí chaqueta. Al verme dio un suspiro y dijo:

—Se a que vienes, no me pondré resistencia

Esas fueron sus últimas palabras, saque el revolver que tenía guardado desde hacía años y le volé los sesos, el cayó muerto enfrente mio. Entré a la casa, cerré con llave y arregle todo de manera que pareciera un suicidio, inclusive escribí una carta de despedida, no hubo problema, mí letra era la misma que la suya.

Salí de la casa por la ventana del estudio y regrese al pequeño departamento en el que vivo.
Encendí la televisión y dos horas después apareció la noticia, al principio se creyeron el cuento del suicidio, pero encontraron algo que me delataba, un diario, el maldito tenia un diario y había anotado sobre mí en el.

No puedo hacer nada, saben quien soy, pero no creen que yo haya hecho esto, pues yo soy él y yo estoy vivo.

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