2 La real Adolescencia

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A pesar de todo, de todos y de mí, la vida sigue.
¡Y la vida dió un giro de 180 grados para Gaby!...

Narradora.

Era el día para las inscripciones a su nueva escuela, que por cierto, le tocó en la última de sus tres únicas opciones y por si fuera poco, en el turno vespertino, debido a un conflicto que tuvo en su anterior colegio (que no fue para nada su culpa cabe aclarar ), y para colmo con la que en ese tiempo era su coordinadora académica. Ya que al ser tía de una compañera maltratada por su prima (quién por cierto era bully) y enterarse de esto; odiaba a la señorita Gaby sólo por ser familiar de Faby y sin percatarse de que, ella padece por otros lo que su sobrina por la prima de Gaby.

Algo retraída, temerosa y ansiosa se formó en la fila de las instalaciones donde le tocaba inscribirse, envuelta en sus pensamientos no se percató de tremendo chico que la miraba de tanto en tanto, justo de tras de ella con la incertidumbre de cómo entablar conversación con la chica (ya que también a él le pareció atractiva al instante). Hasta que, al dejar caer uno de los documentos que llevaba para su inscripción y aquel chico lo tomara en el aire, como esperando que algo así pasara. Se percato del rostro tan bello que tenia ahora de frente, Gaby.

El chico aún sin presentarse sonrió victorioso por ser el pequeño héroe de la chica que, con el rostro sonrojado agradeció con una pequeña reverencia.  

_Hey, deberías comprar un folder para esto ¿no?.

Afirmó el chico, aún sujetando aún los papeles que habían escapado de las torpes manos de Gaby.

_Lo olvidé por los nervios de hacer todo esto por primera vez.

Comentó ella, de nuevo poniéndose roja de pena, por ser tan distraída y más frente a ése chico tan guapo.

_No te preocupes, ten, curiosamente yo tengo uno extra, supongo que estaba destinado para tí.
_ por cierto me llamo Eduardo mucho gusto Gaby?

Por un momento, ella se sorprendió al notar la hermosa y masculina voz del chico frente a ella; que aparte de todo... ¿Sabía su nombre? Pero...

_¿Cómo?

Alcanzó a decir a pesar del sonrojo, lo apenada y embobada que se sentía.

_¿O, prefieres que te diga bri? Tengo una prima que no le gusta que le llamen Gaby o Gabriela así que le decimos bri. Aunque tú a mí, me puedes decir cómo gustes, mis amigos me llaman Eddy.

_Bri me agrada, nadie más me ha dicho así, mu-mucho gu-gusto Eddy.

Gaby volvía a ponerse apenada y cohibida (cosa que no era muy común en ella decir verdad), por no poder extender la mano rápido, para estrecharla con el chico que le ofrecía tanto una hermosa sonrisa, como su primera ¿amistad tal vez? dentro de este nuevo colegio.

Sobre todo, estaba nerviosa porque creía que era imposible que un chico tan guapo como Eddy le dirigiera la palabra a una chica tan irrelevante como se sentía ella. Sin darse cuenta ninguno de los dos, ambos quedaron flechados a primera vista, como en las historias de amor.

Al entregar sus documentos, dándose vuelta para salir del edificio y empezar a ver sus horarios de clase, se percató que el chico acelero sus trámites y sus pasos para alcanzarla y poder conversar con ella.
Es que sencillamente no le cabía en la cabeza, que el chico guapo que acababa de conocer, quisiera seguir hablando con ella. Pensó que solo había sido Cortés, por haberle entretenido con sus despistes mientras esperaban en la fila. Y es que por alguna razón, a pesar de que ella solía ser muy parlanchina, con él era diferente, desde el principio le gustó mucho, a pesar de que tenía la firmeza  de no acercarse nunca a un chico que le gustara. Por miedo a quedarse en la friendzone, como le había pasado anteriormente.

_ ¿olvidaste algo que se pueda incendiar en casa?

La sorprendió Eddy nuevamente hablándole y caminando casi a la par de ella.

_¡qué susto! pensé que aún estabas... Aún en la ventanilla de trámites.

Trato de sonar lo más tranquila posible, ya que a pesar de que se había percatado que él la seguía, no quería sonar demasiado emocionada al respecto.

G. _No, de hecho tengo que regresar pronto a casa, porque mi mamá sabía que solo venía la inscripción y si no regreso pronto se puede preocupar.

E. _Bueno pero puedes decir, que había mucha gente en la fila esperando para inscribirse, y tuviste algunos contratiempos con los resbaladizos papeles en tus manos.
Así no estarás mintiendo y a mí me puedes acompañar un rato, porque la verdad no quiero llegar pronto a casa.

G. _ ¿Qué tan desagradable es llegar a tu casa?

Gaby trató de ser interesante y a la vez coqueta con aquella frase, y al parecer lo logró porque el chico a su lado simplemente sonrió y decidió ser un poco más sincero con ella.

E._ No, la verdad es que no es desagradable, al contrario, simplemente me gustó platicar contigo y tal vez coincidamos con nuestros horarios. Así nuestro primer día no llegaremos totalmente apenados y tendremos a quién hablarle durante las clases que sean aburridas.

Compartiendo sus números telefónicos, una tarde increíble y una creciente atracción. Así comienzo la hermosa primera parte, de ésta tristeza de amor.

Mi tristeza de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora