Por que todo se reducía a hacerlo o no hacerlo. No era tan difícil ¿Cierto?.
Sus nervios ya estaban destrozados después del proceso, pero en ese momento nisiquiera sus manos parecían obedecer, tenían miedo.
Es gracioso describirlo así, que una parte de tu cuerpo sienta miedo de forma independiente, pero en ese momento y después de todo no sonaba tan descabellado.
El manojo de cables estaban firmes como soldados mientras las manos se agitaban como una turba enfurecida, aun pese al cansancio y el dolor.
Tiraba con debilidad todavía pensando en la decisión que debía tomar y su cuerpo, tan delgado y quebradizo que parecía estar a punto de caer. El tiempo no espera a nadie y cada vez se impacientaba mas, tic toc gritaba, tic toc retumbaba en su cabeza ya de por si palpitante.
Su mente divagaba en un mundo que ya no era mas, y como el que se encuentra en su lecho de muerte, se arrepentía de muchas de sus acciones.
Se agoto el tiempo y lo sabia, lo sentía y llegado el punto lo escucho, tan fuerte que sus ojos se cerraban con cada estruendo.
Los golpes del metal contra el metal, ese sonido que tanto llego a amar.
*como puede alguien llegar a amar tanto y de un momento a otro odiarlo* pensó. La puerta se abrió y los sonidos volaron como piedras en su dirección, pero ninguno logro entrar *Que daño se le puede hacer a algo que no existe*
, sonrió *Que daño puede provocar algo que no existe*.
Tiro del cable. La decisión se grabo profunda en la historia... la decisión que nunca estuvo clara y aun así ya había sido tomada desde hacia mucho tiempo pero ¿Quien lo sabría? Seguramente nadie pero, vaya la vida da sorpresas, algunas mas grandes que otras...
Y así la vida se detuvo.
