Día 25: Desesperación.

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Preguntemos por unos momentos como Hazelwood logró reunir a tantas personas por una causa que ni siquiera les afectaba.

Y es que después de que Arthur Hazelwood escapara del reino de los muertos, este lo primero que hizo fue buscar venganza del condado de Dunford, y origunalmente iba a ser solo eso, iba a dejar tranquilo al resto de Ninjago, pero al saber que el Primer Maestro de Spinjitsu no iba a quedarse de brazos cruzados, este optó por atacar Ninjago también, pero para eso necesitaba un ejercicio entero y total preparación, pues en vida el fue un joven totalmente normal y nunca había sido preparado para pelear.

Por eso optó por la mejor manera de reclutar a todo un ejercito, este encontró a un pueblo cercano al condado de Dunford, un pequeño lugar que por esto mismo ya no existe, era un lugar conocido por ser habitado por ciudadanos fuertes y hábiles, casi como una ciudad habitada por únicamente soldados, el único problema era que eran increíblemente fáciles de manipular. Esto porque pasaban por un periodo de crisis.

A esto Hazelwood comenzó a hacer de las suyas y comenzó a convencerlos de que podían hacer más si el estuviera al mando, como método propagandístico, culpó al condado de Dunford de ser los culpables de todos sus problemas, y si de por si este pueblo no tenía la mejor relación con aquel condado, ahora se volvía mucho peor.

Hazelwood iba ayudando a todos en el pueblo, haciendo de este una ciudad prospera, y finalmente y despues de un poco de tiempo, digamos que 6 años, este pueblo ya estaba hecho para servir a aquel fantasma.

Al llegar la hora de pelear, todos daban su mayor esfuerzo, y finalmente parecía que sus esfuerzos iban dando frutos, mientras el condado de Dunford quedó retrasado por el hechizo de Hazelwood, el pueblo vecino, la subdivisión de Oakley iba casando estragos en el condado. Y el fantasma quedaba satisfecho.

Hasta que llegó el Primer Maestro de Spinjitsu y los que en ese momento eran los maestros elementales. Quienes lograron mandar a todo el pueblo al reino de los muertos, junto a Hazelwood, otra vez.

Claro que este logró escapar una segunda vez de aquel reino, y finalmente rehacer mejor su plan, esta vez se había aprovechado de un mago viejo y su pequeña aprendiz. Quienes en un principio querían la fama y el poder para ellos mismos. Ahora viéndose obligados a trabajar para el fantasma.

Volviendo al presente, Cole y Lloyd ya habían llegado a la central nuclear, y justo a tiempo para ver con horror la escena del mago retorciendose hasta morir, esto porque el era de los que morirían para dar paso al ejercito de Hazelwood.

Y sin embargo este aún no había notado la presencia de estos dos, estando tan ocupado esperando a su ejercito, que ahora se hallaba marchando en dirección hacia la central nuclear.

"Repasemos el plan, atacar el condado de Dunford, deshacerme de los ninjas y de todos los demás que están allí, fortalecer aún más a mi ejercito y atacar Ninjago. Con esto abre cumplido mi venganza...". Decía el fantasma de Hazelwood con gran deseo, pero una pequeña parte de el, tal vez lo poco que quedaba de sentimiento en el, se preguntaba si esto era lo que realmente quería, que claro. Deseaba tanto la venganza, pero no se sentía tan bien como hace tantos años, en los que realmente deseaba venganza.

Ahora, Cole estaba oculto detrás de uno de los reactores y Lloyd estaba detrás de un sistema de maquinaria abandonado. Escuchando atentamente todo el plan. Aunque ellos no podían notar el sentimiento de Hazelwood, aún tenían en sus mentes aquella duda, ¿Porqué Hazelwood había borrado sus nombres?

No lo sabían, pero eso no les importaba por el momento, solo cumplían su misión. Preguntandose cuando iban a llegar el ejército junto a sus amigos.

Por otra parte, los que fueron seleccionados para camuflarse seguían marchando en la dirección ya mencionada, aún no sabían como era posible que los demás soldados no se hubieran cansado despues de marchar por varios minutos, si caminando podrían pasar hasta horas.

Alguien diferente (Ninjago)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora