Palacio de Fredensborg, Fredensborg, Dinamarca.
—Lamentamos profundamente el fallecimiento del príncipe Henrik. —dijo Felipe apenas entró al lugar.
—Oh prima querida, lamento profundamente la muerte de tu amado esposo.
—Gracias Elizabeth. —Margaret suspiró. —yo también lo hago.
—Ella es nuestra ahijada, la princesa Diane de Cambridge.
Una joven morena que llevaba un vestido negro con un pequeño sombrero del mismo color estaba en la entrada del lugar, mirando fijamente las paredes.
—Diane, ven. —pidió Isabel sacando a la pequeña de sus pensamientos, ahora, caminando hacía ellos.
La joven, la cual Margaret había tachado como tímida levantó la mirada dejando ver una mirada dominante y neutra, acercándose a ellos.
Carácter digno de una reina.
—Es un placer, Reina Margaret. —dijo Diane haciendo una pequeña reverencia. —lamento el fallecimiento de su esposo y el conocerlas en estás circunstancias.
—La Reina Margaret sonrió. —muchas gracias princesa Diane. Mi nieto Félix y mi nieta Lexa tienen tu misma edad, tal vez puedan ser amigos.
—Me encantaría su Majestad.
—Oh por favor, basta de formalidades, dime Margaret.
Diane asintió con una sonrisa sin mostrar los dientes y se encaminó hacia las afueras del palacio.
—¿A qué has venido, Elizabeth?
—Quiero expresar mi pésame y...
—Habló de... esa niña. ¿Por qué?
—Sus padres tienen que lidiar con su reino. No podíamos dejarla sola.
—Gracias Felipe, pero en esté momento no pedí tu opinión, gracias.
—Felipe tiene razón Margaret yo...
—Elizabeth, Isabel, como prefieras llamarte, sé que Henrik quería un heredero, después de que Federico renunciará a la Corona, temía que algo así pasará.
—¿Quién es el heredero?
—Mi hijo Joaquín, su primogénito Nikolai, su segundo hijo Félix, su tercero hijo Henrik y su única y última hija, Athena.
—¿Joaquín va a gobernar?
—No, quiere que Nikolai lo haga.
—¿Toda esa responsabilidad va a caer en los hombros de un muchachito menor de diecisiete años?
—Nikolai tiene diecinueve, Isabel. ¿Cuántos años tiene Diane? Calculé qué tenía la misma edad que Félix.
—Tiene quince.
—¿Tan niña y ya planeas casarla?
—No es una niña, tiene quince, te recuerdo que en la Corona no nos importa la edad, además, no, no planeó casarla, no aún, dejaré que las cosas se calmen un poco, es una niña tiene muchas ilusiones, no se las voy a quitar.
—Agradezco que hayan venido, Félix y Lexa necesitaban un distractor.
—Nos alegra el haber venido.
—Brindemos por una futura boda. —el mayor levantó su vaso haciendo que Isabel golpeará levemente su pie con su bastón y Margaret los mirará a ambos.
—Que la voluntad de Henrik de ver a Nikolai reinando, se cumpla. —Margaret bajó la mirada al terminar de decir aquello.
Isabel abrazó a su prima mientras está trataba de no llorar, Henrik había sido producto de sus muchos dolores de cabeza, pero también había sido su medicina y su apoyo, sin él, no hubiese sabido que hacer.
—Yo amaba a Henrik, me duele su muerte.
—Lo sé, lo sé, descuida. Todo estará bien. —murmuraba Isabel viendo como Diane, la princesa Lexa y el príncipe Félix hablaban mientras la pelinegra masajeaba sus ojos intentando no llorar, Félix reía un poco y Diane los hacía reír.
—Dale las gracias a Diane por hacer reír a mis nietos. —murmuró Margaret con más tranquilidad.
Desde lo alto del lugar, unos ojos verdes examinaban a la menor, era Nikolai, estaba escondido en su cuarto mirando como su hermano menor —quien había estado llorando desde que se había enterado— reía libremente y su prima Lexa —quien también no para de llorar— reía abiertamente y abrazaba a la morena.
—¿Cuántos años puede tener?
—Tiene quince.
—Marie, no sabía que estabas aquí. —un Nikolai nervioso dejó de mirar la ventana para centrarse en la esposa de su padre.
—Diane de Cambridge es linda. ¿Verdad?
—¿A qué has venido, Marie? No quiero sonar descortés.
—Descuida Nikolai, es el funeral de tu abuelo, no deberías estar solo.
—Estoy bien, el abuelo Henrik iba a morir en cualquier momento.
—Se llama Diane, tiene quince años, es hija de la duquesa Fallon de España y el vizconde Robert de Venecia. Nació en un país desconocido en un viaje que los reyes hicieron, aunque fue transportada inmediatamente a España, una mitad de sí había nacido en Latinoamerica, según se habla.
—¿Por qué me dices esto, Marie? Sólo dan ese tipo de información sí—
—¿Sí se van a casar? Lo sé.
—¿Estás diciendo qué esa niña y yo vamos a...?
—No tengo respuesta exacta, es menor que tú cuatro años.
—Marie. ¿Qué quieres decir?
—No digo que se vayan a casar Nikolai, no lo harán, buscarán otra princesa que tenga tu edad, no ella.
—Nikolai gruñó, normalmente no se llevaba bien con Marie. —¿Eso es todo lo qué has venido a decirme? ¿Qué hace la Reina Isabel aquí? El abuelo Henrik dijo que no quería un funeral lleno de la realeza.
—La Reina Isabel es prima II de tu abuela Margaret, Nikolai, por eso eres el sucesor 228 del trono británico.
—Nikolai soltó una seca y brusca risa. —tengo más oportunidades con el trono británico que con el trono danés.
—Tu tío Federico, según lo sabes, renunció a la corona, Nikolai.
—¿Y crees qué Christian no va a pelear? ¿En serio crees qué mi querido primito menor no va a pelear por su capricho de ser rey y casarse para tener hijos dignos del trono?
—Ya no puede, una vez que Federico renunció a la corona ninguno de sus hijos puede pelearla, jamás.
—¿Me estás diciendo qué yo soy el heredero al trono?
—Te estoy diciendo Nikolai, que debes bajar y mostrate fuerte, el funeral de tu abuelo será en una semana, muéstrate fuerte todo lo que puedas, sé digno de la corona.
—Ya lo soy. —los penetrantes ojos de Nikolai intimidaron a su madrastra, quien aunque no lo había demostrado, para Nikolai era bastante obvio.
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Kronen | Nikolai de Dinamarca.
Random-Dinamarca no tiene un heredero al trono, señor.