hard ☘ 2min

hard

    El oscuro cielo llevaba ya varias horas así, haciendo que muchas personas se fueran a dormir. Pero ese no era el caso para Seungmin y Minho.

Así ya fueran las dos y media de la mañana, ambos seguían hablando de miles de cosas diferentes; libros, experiencias, y por supuesto, sentimientos.

Este último tema no era el favorito de Minho, ya que a este se le complicaba hablar de ello, las palabras nunca fueron su fuerte, y afortunadamente Seungmin lo comprendía. Nunca había insistencia de su parte por decir cosas que no podían salir de sus labios.

Pero en este instante, el menor tornó la conversación en algo meloso y dulce, lleno de palabrería cursi. Ambos estaban con sus piernas y brazos entrelazados, cara a cara y corazón a corazón.

—¿Sabes? Te ves aún más lindo con la luz de la luna. —Kim lo halaga y se acerca a su novio para dejarle un beso en su frente.

Minho sólo puede sonreír y pensar en lo hermoso que se ve él también, pero las palabras que quiere decir se quedan atrapadas en su garganta sin poder formularlas.

Lee logra desenredar su brazo derecho para buscar la mano de su amado y entrelazar ambas  con amor y delicadeza. Seungmin ve ese gesto con ternura ya que las manos de Minho son notablemente más pequeñas que las de Kim. Ambos ríen.

Y el ambiente se siente tan cálido y cómodo. La vida junto a Seungmin se siente como si siempre estuviera en casa. Pero Minho nunca va a poder demostrarle a Kim cómo lo hace sentir, y siempre que piensa sobre eso, se entristece.

¿Por qué es tan difícil pronunciar algunas pocas palabras? ¿Acaso no se puede demostrar con un abrazo que mucho menos puede hacer?

La chispa de comodidad se rompe de repente cuando Seungmin divisa una brillante lagrima sobre la mejilla del mayor. El menor se pone en alerta y se sienta sobre el suave colchón de la cama, soltando la mano de su amado para poder revisar qué está mal.

—¿Min? ¿Qué pasa, cariño? —Seungmin cuestiona con una mueca de confusión. Minho sólo mete su cabeza debajo de la sábana y solloza más y más fuerte al escuchar ambos apodos.

El menos no sabe qué hacer o por qué está pasando esto. Así que sólo decide volver a recostarse y abrazar a Lee con el mayor cariño posible.

Minho siente el gran abrazo de su amado, siente que está besando su cabello y está dando golpecitos suaves en su espalda, pero no corresponde al abrazo o a los pequeños comentarios que hace Seungmin.

—Está bien, cariño. Estoy aquí, nunca te voy a soltar.

Minutos después de caricias y besos, Minho continúa llorando pero corresponde el abrazo de su novio, igual de fuerte.

—Perdón, Seungminnie. Perdóname por ser así, yo... Yo te juro que no quería ser así —Minho dice entre sollozos y respiración entrecortada—. Sabes que te... Yo te...

—Shhh, lo entiendo, está bien. Yo también te amo, y sabes que demasiado —Seungmin lo aleja un poco para poder mirar la mojada cara de su novio y deja un beso en el puente de su nariz—. ¿Te sientes así por esto?

Minho sólo asiente, sin querer hablar por la vergüenza que siente.

—Está bien sentirse mal, cariño. Pero quiero que sepas que sea cual sea la forma en la que expreses tu amor, sé que me amas como yo a ti —confiesa, y Lee no puede hacer nada más que volver a asentir—. Y ya deja de llorar, te ves feo.

Minho ríe, suelta un suspiro enamorado y le roba un beso a Seungmin en sus cálidos labios, ambos sonríen de por medio. Y Minho piensa que es la persona más afortunada por tener a alguien que entienda su forma de amar.