Yo decido mí destino - cap 6 (Finalizado)

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Angel caminaba a la par de alastor arrastrando sus pies mirando por completo el piso con una mueca incómoda sin poder decir nada

- mimzy me dijo que no había ninguna evidencia... Que los del motel... Borraron todo... - aclaro molesto por eso - ¿porque el si lo tenía?

- quiza ella mintió - se tomó el brazo aún sin mirarlo a la cara

- detesto cuando me ven la cara...

- olvídate de ella... Veamos eso... Y qudemonos en la cabaña... - tomo su brazo mientras le sonreía

- ángel... Bebé yo--

- olvídalo papi... Ahora estamos bien... Solo... Regresemos a casa... Quiero olvidarme de todo este asunto

- tenías razón... No confíe en ti...

- podemos intentarlo nuevamente

Desde las afueras de la punta este de la estrella, ambos se acomodaron esa noche en la pequeña cabaña de verano que se pusieron juntos para pasar el fin de semana, como una pequeña escapada del tormento que vivieron.

La madrugada llego bajo los brazos de angel que dormía plácidamente en la cama de plumas, siendo arropado por su novio, quien lo dejo descansar desnudo antes de salir de la habitación y apagando la luz.

Llego a la sala donde solo había una pequeña tele, le dijo que lo verían juntos, porque el también estaba dispuesto a saber que sucedió esa noche, pero prefirió tomar una ventaja primero por miedo a que el viera algo que no quisiera, incluso para su dolor, Alastor estaba dispuesto a soportar lo que sea, colocando el pequeño instructor en la pantalla antes de encenderla y buscar el vídeo.

Con algo de inquietud el pelirrojo se puso en el sillón esperando ver las imágenes que se distorsionaban lentamente en el cristal redondo, empezando a notar poco a poco las figuras en si

Finalmente en medio de la calle, noto vagamente la figura de Angel, vestido totalmente a juego con un hermoso vestido rojo ajustado de la cintura y tirantes en los muslos, de botas largas y tacones de aguja, notando su nerviosismo y su prisa de mirar hacía todos lados.

El pelirrojo respiro hondo, torció la sonrisa y se cubrió los ojos, creía estar preparado para todo, pero apenas iniciaba y ya estaba sientiendo el piso en su cuello, fue entonces que vio desde el sillón como el albino sacaba su teléfono del bolso y volví a mirar hacía todos lados de forma precitada, con un semblante intranquilo mientras tecleaba.

Alastor sentía que todo iba a cayendo lentamente, ni siquiera estaba ebrio o drogado, volteo la mirada mordiéndose la lengua, tratando de esperar hasta algún sonido, pero nada salía por largos minutos, Angel seguía parado en su lugar esperando por aquel que parecía ir a recogerlo, algo que lo ponía nervioso por lo que decidió por llamar finalmente

- amor... Soy yo... Ya estoy donde me dijiste... Dime si estás cerca... O llámame... - hablo claro con sus gruesos y brillantes labios rojizos, haciendo que el locutor gruñera por dentro, sintiendo que en su alrededor, los objetos comenzaron a temblar y las luces a parpadear, antes de volver a escuchar la voz de su pareja en la pantalla - al, papi... ¿Te puedes apurar?... Creo que alguien me está siguiendo... ¿Donde estas? Háblame por favor - corto muy apenado sin recibir respuesta

Como una ráfaga de luz, el ciervo levanto la cabeza con la mirada desconcertada y muy inquieta, al haber escuchado eso

Lo estaba esperando a el

Alastor parecía en shock, nunca lo había citado ahí, ¿porque lo llamo a el? en el registro de su teléfono no había recibido nada, Mimzy le dijo que esa noche angel apagó su teléfono, pero había mencionado su nombre

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