I Will Eventually Embark On The Road Of No Return Called A Hero (Parte ll)

323

Eventualmente me embarcaré en el camino sin retorno llamado héroe Capítulo 323
"Es muy grosero preguntar la edad de un hombre".

"Esa es la línea de una mujer. Preguntará sin la menor vacilación".

"Entonces, lo más probable es que la otra parte se enoje o informe una falsificación".

"Esto último no existe".

“Tienes mucha confianza, ¿eso significa que estás 100% enojado? Jajaja…"

Aunque Meliodas y Cyd charlaban como un amigo roto, no podían. No es tan simple como encorvar los hombros y lanzar un puño al suelo, todo es llovizna.

Cyd todavía estaba pensando en cuánta fuerza usar, pero Meliodas tomó una rama y lo cortó en la cara. El instinto de Cyd era esquivar, y estaba separado por la montaña detrás de él.

Este mundo es simplemente irrazonable. El poder de las criaturas es asombroso y el mundo mismo todavía está en un nivel ordinario. No se garantiza que las criaturas lo arrojen y lo dañen ese día.

Cyd no se soltó después de la pequeña diatriba en su corazón, y descubrió que Meliodas no parecía ser humano, al menos los humanos no podían regenerar el brazo destrozado en menos de tres segundos, por lo que comenzó Cada vez es más ligero y más pesado

Meliodas estaba bastante angustiado. Originalmente quería probar si la fuerza ascendente de Cyd con el movimiento del sol era la que conocía. Pasado el mediodía seguía subiendo, sabía que estaba equivocado. Pero admitir sus errores es admitir sus errores. Es imposible para él admitir la derrota, y también quiere salvar las apariencias.

Pero el cuerpo de Cyd es sorprendentemente duro, e incluso si usa toda su fuerza, simplemente noquea a Cyd. Por el contrario, el poder destructivo de Cyd es increíble, esa extraña técnica de lucha puede destruir el lugar tocado con solo tocarlo. Es una técnica de lucha nacida para matar.

Sin embargo, los ojos de Cyd no tenían ganas de matar a nadie, aunque cada golpe podría matar a alguien.

El combate entre los dos lados terminó en el momento del anochecer, donde Cyd y Meliodas miraron de espaldas a la puesta de sol en el cielo donde probablemente estaba la cordillera, pero ahora es la llanura.

"Eres un gran tipo, nunca había visto a un tipo como tú antes". Meliodas negó con la cabeza con una gran sonrisa en su cuerpo andrajoso, y su estado de ánimo probablemente era el mismo que su cabello rubio. Igual de brillante.

"Nunca he visto a un tipo como tú". Cyd se frotó las articulaciones doloridas, exhaló largamente, "hablando de eso, no eres humano".

"... Soy el Clan Demonio, y soy el Hijo del Rey Demonio... ¿¡eh!?" Meliodas parpadeó, como si acabara de decir algo escandaloso.

Giró la cabeza con rigidez, y lo que entró en su campo de visión fue el rostro ligeramente distorsionado de Cyd debido a su dolor de estómago.

"Clan Demonio... ¿Es ese el que fue a la guerra con el Clan de la Diosa hace miles de años e inquietó a este continente?"

"Yo, yo estaba de pie en ese momento. ¡Del lado del Clan de la Diosa!"

"Sigue siendo un traidor..." Cyd cubrió lentamente su rostro, siempre sintiendo que este tipo que parecía un niño causaría muchos problemas.

“Este asunto… tenemos que hablarlo, no podemos dejar que Zaratras lo sepa, ni Bartra tampoco”.

"Bueno, yo sé." Meliodas asiente con seriedad, le importaba más este asunto que a Cyd, pues él mismo lo dijo en apenas unos segundos, un secreto que había guardado durante miles de años.