Polos opuestos (sadie sink y t/n)

8.Golpes, golpes y más golpes

Maratón 1/3

Narra T/N

Salí corriendo de casa de Olivia, no podía seguir ahí no solo porque si llegaba más tarde a mi casa los golpes iban a ser peor si no porque Sadie nos escucho y ahora sabía que me golpeaban.

No sé cuánto escucho, no sé si sabe lo de mi hermana, lo de mi madre o simplemente sabe que mi padre me golpea.

No quería que se enterará era la última persona que quería que lo supiera. Ahora ella estará mal por mi culpa y la quiero demasiado como para tener que verla triste, más aún si es por mi.

Suelo ser una persona fría y sin sentimientos menos con las personas que me importan de verdad. Antes no era así pero mi vida se volvió una mierda después que esos hijos de puta me hicieron daño.

Sadie en tan poco tiempo no solo se ganó mi confianza, se ganó mi cariño y la sensación de querer protegerla en todo momento.

No quería que ella sufriera por nada, cualquiera que le quisiese hacer daño se las vería conmigo.

Llegué a mi casa me detuve en la puerta por unos segundos viéndola, sabiendo que detrás de aquella me esperaba solo dolor. Me limpie las lágrimas que anteriormente habían escurrido por mis mejillas y sin pensarlo más me adentre al "hogar"

Caminé unos cuantos pasos por el pasillo hasta llegar a la sala de estar. Ahí estaba el sentado en su sillon enojado y con un vaso de whisky en sus manos

Mierda.esta borracho

Será más agresivo que de costumbre

Tiro el vaso de whisky contra la pared en cuanto me vio...

Papa: ¡¿Es en serio?! ¡¿Todavía te atreves a hacerme esperar?!

Y sin decir absolutamente nada, pum, primer golpe

Mejilla adolorida

Papa: ESTOY HARTO DE TI

segundo golpe

Labio partido

Papa: POR QUE NO PUEDES MORIRTE Y DEJARME EN PAZ

tercero

Me tiro contra la mesa, golpe en las costillas

Se acercó a mí con pasos lentos y desafiantes mientras se desabrochaba el cinturón de cuero

Papa: la camisa

T/n: no

Papa: ¡LA CAMISA AHORA!

Sin poder seguir llevarle la contraria quité mi camisa quedando en brasier

Papa: date la vuelta

Obedecí

Y empezó:

Su maldito cinturón atormentando mi espalda con golpes duros y constantes. Mis manos aferradas con fuerza al respaldo de la silla que se encontraba delante para evitar que mis lágrimas empezarán a derramarse

Al menos no dolía, o eso le hacía creer a mi mente. Claro que dolía, aunque gracias al porro que me fume antes de entrar y que ya estaba acostumbrada al dolor podía aguantar sin ningún problema

Así estuvo durante horas hasta cansarse de vez en cuando dándome un golpe en la cara o el estómago dejando moratones visibles

En cuanto termino salió de casa seguramente para seguir emborrachando se en cualquier bar que encontrará

Subí a mi habitación adolorida e intentando no hacer movimientos bruscos

Al entrar cerré la puerta con seguro y me fui al cuarto de baño para poder curar y aliviar mis heridas. Encendí la regadera y me metí dejando que el agua fría aliviará el dolor y también dejara algo de escozor en mis heridas abiertas. Al salir agarre el botiquín de primeros auxilios para proceder a curarme y vendar mis heridas. Cuando termine me vestí con mi chaqueta de cuero encima de una camisa de vestir blanca y pantalones vaqueros negros rasgados de las rodillas más mis botines negros