7 DATES: SEOKJIN (BTS) *FINALIZADA*

s i e t e

¿Por qué estoy aquí para empezar?  Me pregunté esperando a que me abriera la puerta. Supongo que porque quería solventar la situación con Namjoon cuanto antes, no me gustaba que estuviera tan enfadado conmigo. Creedme cuando digo que sus miradas de desprecio dolían por encima de todas las demás. En fin, estaba dispuesta a soportar lo que quisiera hacerme si con eso volvía todo a la normalidad. Pero iba a ser la última vez. Y eso era una promesa a Jimin, pero sobretodo a mí misma. "Qué puntual." Sonrió haciéndose a un lado. "Así me gusta." Todo tan sombrío como siempre, pero las cosas no estaban yendo como esperaba. "Oye... ¿Qué hace él aquí?" Dejé caer mi bolso al suelo y él solo daba vueltas en el taburete. Sonriente antes de ponerse de pie de un salto y caminar hacia Namjoon, rodeándolo con su brazo por encima de los hombros.

—Yo también estoy enfadado contigo. —Decía Jin subiendo y bajando sus ojos por todo mi cuerpo. —Hoy es una buena oportunidad para que saldes tu deuda con los dos.

—Y hoy no vas a escaparte a ninguna parte, cariño. —Dijo Namjoon acercando su cara a la mía para susurrar. —¿Sabías que Jin es un experto en shibari?

—Namu, Namu. —Sonreía Jin. —Tengo cinco metros de cuerda de cáñamo y una sumisa desobediente a la que me muero por degradar... ¿Cuándo empezamos?

—Señor. —Susurré bajando mis ojos a los pies.

"Toma. Bebe agua." Dijo antes de quitarle el tapón a la botella y tendérmela. "¿Has comido algo hoy?" De repente estaba tan invadida por los nervios que no era ni capaz de recordar... Joder, no sabía ni que hora era, no sabía cómo había sido mi día, era como si me hubiera despertado y de repente estuviera aquí. "Deberías estar fuerte hoy." Decía Jin pegado a mi espalda, recogiendo la botella de la que ya había bebido porque mis manos estaban empezando a temblar. "No puedo esperar a ver lo que este cuerpecito tuyo es capaz de soportar."

—¿Recuerdas tus palabras de seguridad? —Creo que era el procedimiento rudimentario de Namjoon, siempre se tomaba la seguridad en serio. Asentí. —¿Y recuerdas tus modales? Mírame, te estoy hablando.

—Sí, señor.

—Pues ahora pregúntale a Jin cuáles son sus normas. Tendrás que obedecerle también a él.

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"Para empezar quítate toda esa ropa." Ordenó sin mostrar ninguna emoción en su cara. Gélido. Algo que jamás pensé que vería en Jin. Cerré los ojos y comencé a despojarme de todo. Los zapatos, el abrigo, los vaqueros, la camiseta... Era la ropa interior lo que más costaba. "¡Vamos, te queremos desnuda!" Me metió prisa intentando hacerme reaccionar con una sonora palmada. "Date la vuelta y dame la goma que tienes en la muñeca." Empezó a trenzar mi pelo, no era tan cuidadoso como Namjoon, habría preferido que lo hiciera él, pero solo estaba apoyado en la columna que había en mitad del salón, con sus brazos cruzados y una gran sonrisa.

"Soy un poco más sádico que Namu... Pero no tengo muchas normas. Solo espero obediencia, sumisión y que seas fuerte a la hora de encajar las humillaciones." Susurraba detrás de mi oreja mientras sus dedos bajaban por mi espalda a medida que seguía trenzándome. "Y si te portas bien... Si nos haces sentir orgullosos... Joder, no puedes ni imaginarte lo que te haremos." Puso sus manos sobre mis hombros. "¿Lista?" Preguntó Namjoon y asentí sin ser muy consciente de cuáles eran los términos que estaba aceptando. Caminaba delante, yo en medio y Jin detrás. Y a pesar de todo, estaba emocionada por hacer esto.

Crucé la puerta detrás de Namjoon y mi tensión, mi azúcar y mi respiración se desplomaron de inmediato. Creo que apenas era un organismo vivo cuando les vi a todos allí sentados... ¿Qué mierdas era esto? Me giré para mirar a Jin en busca de alguna explicación, pero solo sostuvo mis hombros empujándome hacia delante. "Ya que te has divertido tanto jugando con nosotros... Ahora tendrás que dejar que nos divirtamos jugando contigo." Claro que podría esperarme que los maknae estuvieran metidos en cualquier cosa que me implicara a mí quedándome desnuda. Pero—