-Parte 1-

632 33 1
                                    

¿Porqué debía tomar de ese té?, Seiya se cuestionó eso muy seguido mientras miraba la taza de té que Saori le hacía tomar cada mes sin excepción alguna. No importase cuales sean sus quejas, la mujer no daba su brazo a torcer por nada del mundo, sacó la lengua eh hizo una mueca, ese té no le gustaba por más que tuviera miel. Era horrible, miró brevemente a su maestro que estaba demasiado concentrado leyendo Zeus sabe que. Pero, estaba demasiado concentrado, volteó y miró a la maseta que estaba serca de él, debatió si debía oh no tomársela, al fin y al cabo, ni siquiera sabía de qué era ese té.

















Con un rápido movimiento tiró el líquido en la maseta, no todo, sería demasiado sospechoso, Aioros los cuestionaria, era su "encargado" de que se lo tomase -aunque este ni sabía porqué y solo seguía ordenes-, dejo solo un poco y ese poco se lo llevo a sus labios, no sin antes hacer otra mueca, tomó de la taza cuando su maestro había volteado para verlo tomar el té. Mientras Aioros sonrió al ver a su discípulo tomar del té, ni siquiera sabía que y para que era pero solo seguía la orden de la Diosa Athena, volvió y sus papeles y terminó lo último que le faltaba. Miró la hora y ya casi era la hora de descansar, despidió a su discípulo y el mismo se fue a su habitación no sin asegurarse de que el más bajo se fuera a su cuarto, la última vez que no se aseguró este había salido afuera y terminó afuera dormido.



























Mientras Seiya se sentía cual niño de tres años, no fue su culpa, del cansancio se había quedado dormido en el césped y solo para despertar y escuchar el regaño del mayor. Cerró la puerta y se dejó caer en la cómoda cama y el sueño poco a poco le ganaba, sin más termino cayendo y sediendo al sueño.


















































 Cerró la puerta y se dejó caer en la cómoda cama y el sueño poco a poco le ganaba, sin más termino cayendo y sediendo al sueño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




































Su ceño se frunció levemente, parecía que su cómodo sueño se estaba llendo oh quitando por quien sabe qué. Se movió a un lado y sintió el agradable olor a chocolate y ligero olor a vino.., era tan agradable que ya se le antojaba, pero, ¿desde cuando a el le gusta el chocolate?, mejor pregunta, su ceño se frunció más al darse cuanta de que en el templo no había nada, nada, que desprendiera el olor al chocolate y el vino, pies, no tenía vino en ninguna parte del templo.



















Sintió su interior remoberse, sus ojos se habrieron de golpe y las alarmas se encendieron en su cabeza. Luego se sintió mareado, se incorporó y trató de calmarse a su mismo, era imposible de que pasara, inposible, no estaba mal. El olor se estaba intensificando y sus sentidos se nublaron. Sintió algo de agotamiento en todo su cuerpo. Y cuando menos se dio cuanta, ya estaba fuera de su cama y sus pies lo guiaban a una ruta demasiado conocida para el.


















Sus pasos pararon y solo vio la puerta cerrada, el gratificante olor era más intenso, sus oídos captaron la respiración un poco dificultosa, en el silenció del lugar fue fácil escucharlo. Miro otra vez la puerta y no supo como, pero ya estaba dentro de la habitación, ejerció fuerza en la manija de la puerta y sintió que no podía respirar. Su mandíbula se apretó y se quedó estático cual estatua. Los gimoteos se escuchaban con más claridad. Llevo una mano a la mitad de su rostro y evitó el impulsó tentativo que lo invadió,podía sentir sus colmillos crecer un poco y una voz en su cabeza que le gritaba que marcará esa piel que ahora era pálida...

















Fue una guerra interna entre el, pero fue más rápido que su instinto, llamó por via-cosmos a sus superiores, pidiéndoles casi a gritos que llegarán ya. Se sentía que estaba perdiendo el control en el mismo. Los impulsos eran demasiado grandes. Pero...¿Porqué ahora y a el?él?, sus instintos de Alpha le pedía a gritos marcar al ahora Omega como suyo.



















Omega...eso era lo que era ahora, un Omega, y el un Alpha, debía reprimir su deseó y solo esperaba de que se apiraran a llegar.










-Omega Ateniense-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora