-Parte 2-

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Dolor, esa era la palabra correcta con la cual describe como se siente ahora. Con un dolor en todo su cuerpo, además de debilidad, era peor que estar casi en la muerte en una batalla contra los enemigos. Se sentía mareado, el olor a varios olores llegó a su sentido del olfato se sentía...diferente, nunca había olido tantos olores al mismo tiempo que transmitían...¿preocupación?, ¿era eso posible?, ni idea,la luz chocaba contra sus párpados cerrados. Los habrío pero se arrepintió, agarro la sabana que lo cubría y se hizo bolita.
















Se sentía algo...diferente por así decirlo. Seiya ya ni sabía que le pasaba, podía escuchar algunos murmullos al otro lado de la puerta. ¿Que hacían?, con pereza, se estiró un poco y se levantó. Trató de quitarse el sueño y la pereza que tenía, se tallo los ojos y voz teso un poco. Se levantó y caminó a paso lento a la puerta, los murmullos se volvían un poco más audibles, podía escuchar a Saori, Shion y algún otro, la voz de Aioros y su tono...¿culpable?, no tenía ni idea. Habrío la puerta y ahí los vio, en pleno pasillo tratando de mantener una conversación baja, si es que lo lograban.






















ー...¿Porqué tanto ajetreo?ー dijo, procesó sus palabras...¡¿esa era su voz?!, sonaba diferente, incluso para el.


























Los presentes se callaron, dejando de cadi culparse con la mirada, voltearon para ver al allegado, su cabello más alborotado y con un semblante aun de sueño. Se tallaba los ojos, tal y como lo pensaron, había tenido un cambio. La Diosa sonrió y se acercó como una hermana al otro joven.

















ーSeiya, que bueno que estes despiertos, ¿te sientes bien..?ー cuestionó de forma calmada ya serca del jovrn que ladeó la cabeza, una acción tierna a sus ojos.














ーSi, ¿porque?,..¿que sucede?ー el joven volvió a cuestionar.














ーNo, nada de que preocuparte, puedes dormir más si quieresー dijo y casi empujó al chico de vuelta a su habitación.
















ーPero....ー trato de hablar pero la chica ya había cerrado la puerta, se encogió de hombros y se acercó a su cama, no estaba mal la idea.























La Diosa sonrió y cerro la puerta, se dio la vuelta para ver a los presentes que parecían en una especie de trance, ella lo había estado igual. Se acercó al caballero de Sagitario y volvió a su cuestionatorio.
















ーAioros...¿estas seguro de que tomo el té?ー casí rogó, esto la desesperaba un poco.















ー...Siー dijo, aunque vaciló un poco en su respuesta ーLo vi beber el té, ¿porque es eso tan importante?ー habló, quería saber un poco más.














ー¿Notaste su aroma no?, el té retrasaba ese acontecimientoー dijo, aunque se sentía algo culpable.














ーSi me permiteー el Patriarca habló, no le pareció bien eso ーCreó que debía saber eso, pero retrasar su casta se volvería más doloroso cuando se haga presenteー dijo, reprochando un poco.















ーLo se Patriarcaー bajo la cabeza ーPero debía de hacerlo, si eso hubiera pasado cuando estábamos en guerra, no quiero ni pensar que hubiera pasado...ー alzó su vista de forma neutral pero mostrando su preocupación ーNo quiero pensar que le hubiera pasado, fue.., simplemente suerte de que pasara ahora, el té ya no tiene su efectoー dijo.















ーSuerte que Aioros tenga control sobre sus instintosー dijo y miro al nombrado que quería desaparecer del mapa si era posible.















ー...ー no respondió, aún recordaba lo que estaba por hacer esa noche, por alguna razón, sintió algo...
















ーSe le debe informar a los demás, si esque aun no lo sabenー el mayor dejó, debían dejar cosas en claro también.













ーSi, ese estaría bienー la Diosa concordó ante eso.

























Sin más, se fueron, debían anunciar y tener precaución, no podían decírselo a todos, no querían que llegarán a los oídos de los enemigos. Eso era lo que la Diosa temía, siempre trató de alguna forma de retrasar las cosas, quería que estubiera bien pero ya no podía más, solo podía hacer otras cosas ahora, era el único Omega en su orden, eso era lo peor. Debía tomar precauciones claro está.





-Omega Ateniense-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora