COLOR ROSA ✧ JAYWON

la carta.

Se encontraba en la cama, alguien sin ganas de despertar.

- Behp, Behp, Behp... - sonó interminablemente la alarma hasta que finalmente Jungwon despertó.

- Maldita alarma... - Dijo este y con un fuerte golpe apagó la alarma.

Sin muchas ganas de ir a la secundaria se levantó y se cambió lo más lento posible.

- Rayos... ¿Cuándo hallaré a alguien que vea el mismo color que yo? - Se decía mientras miraba en el espejo su cabello, sombra de ojos, poco rubor y labios, tono rosados.

- Y... ¿Si es mujer? - Ese hecho le aterraba a, pues desde pequeño ha sentido atracción por los hombres, y más por su pequeño crush, Jay.

Jungwon no pensó más y tomó su mochila, también rosada, y salió de casa en rumbo a la escuela.

- Wow.. Nunca me había fijado que por la calle hay muchas cosas rosas... - Decía asombrado mientras miraba con calidez a su alrededor.

- Una vida donde Jay viera su mismo color sería perfecta... - Se volvió a recordar a sí mismo, haciéndole daño a su pobre corazón.

Trató de olvidar esos malos pensamientos y siguió su camino.

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- Buenos días, señor Lee. - Saludó respetuosamente a su profesor, quien como respuesta solo asintió.

Caminó hasta su pupitre y dejó su mochila a lado se este. Su sorpresa fue grande al ver la mochila negra y con una estrella rosa brillante de Jay se encontraba justo en la silla de atrás.

- ¿Cómo rayos me voy a concentrar en clase si lo tengo justo atrás de mí? - Renegó y simplemente sacó un cuaderno también rosa, de su mochila y empezó a escribir todo lo que le pasaba, obviamente tenía que ver con Jay.

El timbre de entrada sonó y todos entraron a sus respectivas aulas. Excepto Jay, quien se encontraba rodeado de gente intentando llegar a clase ya que esa suele ser la vida de un chico popular; como siempre, el señor Lee tiene que ayudarlo a pasar.

Jungwon solo pudo sentir cuando Jay se sentó atrás de él, sintiéndose un tanto incómodo.

La clase de él señor Lee se trataba de los colores y las parejas, cosa que a Jungwon le interesaba mucho, haciendo que olvidase que Jay estaba atrás de él.

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Jungwon estaba escribiendo sobre el trabajo que el profesor les pidió, hasta que sintió que alguien tocaba su hombro por detrás.

- ¿Ja...y? - Se preguntó a sí mismo mientras volteaba hacia atrás.

- Si, ese mismo. - Respondió Jay, con una sonrisa en sus labios.

Jungwon estaba que moría en ese instante. No podía procesar nada en su mente.

- Bueno... Me preguntaba si querías ser mi amigo... - Volvió a decir Jay aún con esa agradable sonrisa.

- Yo... Creo que ya has notado que no soy tan sociable, pero si me gustaría intentarlo... - Le respondió Jungwon con una adorable sonrisa acompañada de sus hoyuelos.

- Genial... - Dijo y sacó de su mochila un sobre.

- Léela y luego nos vemos. - Fue lo último que dijo.

Jungwon se volvió hacia su pupitre, miró la hoja y se quedó con su corazón latiendo a mil.

- L-la carta e-es rosa. .