Eda Manyaslı, es una joven aventurera, fría, enamorada del dinero, un tanto amargada y una persona muy impulsiva, lo que puede jugarle malas pasadas. Tras su apariencia amable se esconde un nivel de exigencia consigo misma y con quienes la rodean qu...
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¿En serio chicas? ¿Los pintores? -Dice Eda incrédula mientras se acerca a las cuatro chicas-
No son pintores cualquiera, son los hijos de la señora que limpia la casa de Melisa. -Su Gemela le dice con cierta burla-
Sinceramente no me interesa quiénes son, de cualquier forma no están a su nivel. -Dice con aburrimiento-
-Melisa la mira. Ahora ella es la incrédula- ¿Como sabes que no están a nuestro nivel?
Facil, solo miralos. -Eda se burla mientras mira a los dos chicos-
Estoy de acuerdo con eso. -Harika sonríe-
Mientras tanto con los hermanos...
¿Miras a la hija del señor Akif? -Le dice Kadir a su hermano-
Claro que no, ¿qué te pasa? -Omer se hace el tonto-
Mira Omer, olvídalo. Esas chicas no son para nosotros. -Le aconseja sin darles mucha importancia y sigue pintando-
-Berk y Doruk aparecen en escena y sonríen al encontrar a las chicas. Pero sus sonrisas se borran rápidamente al observar lo que ellas están viendo con tanto interés-
¿Qué pasa lindas? -Doruk se hace en medio de Melisa y Harika- ¿Esos idiotas las están molestando?
Mira, no tienes que insultarlos. Más bien nosotras los molestamos. -Su hermana menor le responde- Bueno... Vámonos ya. -Se aleja con una de las chicas del grupo-
-Harika apoya el codo en el hombro de Doruk, y el chico la mira- A mi ni me digas. -La pareja empieza a caminar- Ellas se volvieron locas por el chico del barrio.
A mi no me incluyas en eso -Eda dice mientras camina detrás de ellos-
¿De verdad perdieron la razón? -Dice el pelirrojo sonriente a lo lejos-
Cállate Berk. -Otra chica del grupo dice mientras va detrás de Eda-
-Berk inmediatamente deja de sonreír y va con el grupo-
•••
—Eda regresa del baño para seguir con la cena y se sorprende al ver la cara de tragedia que tiene Nebahat— ¿Que pasó aquí? –le pregunta a su hermana mientras se sienta a su lado—
Un accidente. La señora que trabaja en casa de los Atakul está muy grave y el chofer murió. –Harika la saca de su duda sin darle algo de importancia al asunto—
—Eda se siente mal por la situación pero solo asiente con la cabeza y sigue con su cena—
•••
Miren que porquería. No volvere a arreglarme las uñas en ese lugar –Harika el dice a Eda y Melisa mientras entran a la sala— Hola. –Saluda a su madre y Nebahat— ¿Como están?
—Las dos mujeres tienen la misma cara de tragedia que en la noche anterior—
¿Alguien murió o por qué estás caras? –Eda observa a las mujeres—
¿Qué les pasa? –Melisa pregunta confundida—
Terrible Melisa, muy malas noticias. Hatice ya... Falleció. —Le empieza s explicar su mamá— y casi al mismo tiempo su esposo también.
¿Estas segura de eso? —Le pregunta la dulce Melisa y su madre asiente—
Cómo película de Teror. –Les dice Harika— mamá parece que estás en coma. –Observa a su madre, quién tiene la mirada perdida y está paralizada— ¡Yuju! –Mueve la mano frente a ella—
¿Te traigo algo? —Eda le pregunta mientras la observa confundida—
¿Y... Y como sucedió? –Pregunta Melisa mientras se sienta en el sofá siendo seguida por las dos chicas—
Bueno... El pobre hombre cayó de la construcción, de hecho murió instantáneamente. Es terrible de verdad, el padre y la madre murieron el mismo día es increíble.
Lo es. Imagina como estarán sus hijos ahora. –Melisa tiene voz entre cortada— sus dos padres fallecieron.
Para colmo no es un hijo, si no cuatro. —Observa a su hija— Ya te pusiste triste mi amor. Te comprendo, es normal que le afecte. –Ahora mira a su amiga— No sabes cuánto quería a Hatice. Su funeral va a ser mañana, pienso ir con Melisa. Creo que es un buen detalle.
Iré con ustedes.
Está bien, perfecto. Podemos ir todas juntas.
¿Cómo que todas? —Harika les dice retirando la mirada de su celular—
—Eda interrumpe a su hermana— Miren, muy mal todo lo que pasó. Pero yo no voy a ir, no tengo nada que hacer ahí. No es como si la señora trabajaba en nuestra casa.
Yo tampoco voy a ir, ni siquiera recuerdo el rostro de la señora. –Harika les dice. Las gemelas casi siempre están de acuerdo en todo— vayan ustedes. Y de nuestra parte, buen viaje. –Sigue en su celular—
—Suzan mira a sus hijas. No puede creer su frialdad. Piensa como poco a poco se están convirtiendo en su padre— Exacto, eso deseamos. Bueno –Se levanta de sofa— Nosotras nos vamos Nebahat.
