Eda Manyaslı, es una joven aventurera, fría, enamorada del dinero, un tanto amargada y una persona muy impulsiva, lo que puede jugarle malas pasadas. Tras su apariencia amable se esconde un nivel de exigencia consigo misma y con quienes la rodean qu...
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Presten atención chicos. -La profesora empieza a hablar- hoy vamos a ver cómo dos materiales sólidos son separados por electricidad. Estaremos quemando sulfuro en estado gaseoso, entonces necesitan usar una máscara para que no vayan a respirar esos gases.
No puede ser. -Dice Eda con fastidio mientras busca la máscara entre sus cosas-
¿Qué pasa? -Pregunta Doruk confundido-
Se me olvidó la máscara en la casa. -Le cuenta aburrida-
No te preocupes. -Berk sonríe- Ya lo soluciono. —Se aleja y va a dónde Ogulcan robándole la máscara—
¡Oye! –Ogulcan exclama pero es ignorado–
Ten linda -Le sonríe mientras se la entrega-
Ay berk. Es un listo gesto, pero no voy a dejar que el bailarín se muera. –Bajo la mirada de indignación de Berk, Eda le devuelve la mascara a Ogulcan–
Gracias lindura. –Ogulcan sonríe agradecido–
–Harika se acerca a su hermana con algo en la mano– Eres tan distraída, la dejaste en el coche. –Le extiende la máscara–
Gracias hermanita. –Eda la recibe sonriente y regresa con sus amigos–
Parece que la belleza viene de familia. –Ogulcan le dice coqueto a Harika–
–Harika pone los ojos en blanco y se aleja del chico, quién la sigue para decirle unas cuantas cosas–
No me digas que estás celoso. –Eda se burla de Doruk al verlo tenso–
¿De ese? –Doruk ríe leve mientras observa a su novia y Ogulcan charlando– Solo mírame, y míralo. No hay comparación.
Te conozco, lo estás —Eda dice sin dejar la burla mientras revisa los materiales para el experimento–
Esta clase está muy aburrida, creo que le falta un poco de diversión. –Doruk le comenta a Eda cambiando de tema– ¿No crees?
Sí –Eda lo mira curiosa–
Ven, te vas a divertir –Le dice Doruk y se acerca a Ogulcan. La chica lo sigue confundida– ¿Coqueteas con mi novia?
No, solo hablabamos de la tarea. –Ogulcan responde con simpleza–
Ya veo. –Doruk sonrie de lado– Quiero que amarres mis agujetas. –Le ordena y se sienta en una de las mesas mientras estira las piernas–
–A Ogulcan no le queda más que hacerle caso. Se agacha y empieza con las agujetas del pie izquierdo–
Tú turno. –Doruk le dice a su mejor amiga mientras le señala al chico nuevo–
