Capítulo 2

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El agua de la bañera está tibia y le han puesto rosas con ribetes dorados por encima. Que detalle tan innecesario. Me deslizo en ella suavemente mientras me frotan concienzudamente las uñas. Al lado de la bañera hay una silla de terciopelo con un magnífico vestido encima. Es de seda aterciopelada con mangas abiertas y ribeteadas con perlas y rubíes . Los bajos están hechos de plata celestial y las botas están hechas de piel de dragón.

Cuando salgo de la bañera me colocan la ropa pulcramente y me cepillan el pelo haciéndome dos vigorosas trenzas con una gema verde. Me dirigen hacia la Capilla Negra, donde se supone que seré sacrificada. No es una opción esperanzadora pero soy una heroína. Salvaré a mi reino de La Palga. Suspiro mientras me siento en el trono de ébano y contengo mis ganas de irme corriendo de aquí. Enseguida un humillo negro empieza a salir de debajo de la puerta de cedro reforzada y empiezo a notar el sudor en las palmas de mis manos. Me obligo a respirar con tranquilidad y me repito que todo será rápido. Indoloro. Pero y si no es así? Mis piernas tiemblan mientras las vaharadas comienzan a unirse, formando lentamente una figura masculina cubierta con una capucha. Mi cuerpo está tenso mientas mi madre y mis familiares observan con una sonrisita la escena. La figura se asenta finalmente y avanza rápido hacia mi. Solo de pensar en morir me mareo, pero la figura de detiene a pocos centímetros de mi cara mientras gruesas lágrimas ruedan por mis mejillas. Extiende una mano y todo se vuelve negro.

Despierto en un catre con velas olorosas. Me duele mucho la cabeza y luego recuerdo lo que pasó. Mierda - suspiro. Me levanto y avanzó por los pasillos. Las antorchas cubren las paredes mientras que los sirvientes me miran extrañados pero no me cuestionan ni me detienen. Llego a una puerta negra con dibujos tan antiguos que ya no se distinguen. Tocó con suavidad, y una sirvienta me deja pasar. - El señor te espera, querida- susurra en mi oído con un tono lúgubre y desprovisto de emoción. En el centro de la enorme sala hay una mesa pulida y un sillón dado la vuelta. Gira y me encuentro cara a cara con el Intermediario de la Oscuridad. Enrojecida, giro la cabeza y lo veo sonreir por el rabillo del ojo. Así que aquí tenemos a la princesa Jinsol de Northbria, la chica sacrificada para que yo no libere a La Palga- dice él suavemente. - No esperaba a una chica tan hermosa. Le miro con fijeza mientras un espasmo de sonrisa recorre su cara. Es muy atractivo, con los pómulos marcados, la piel pálida y un delineador negro enmarca sus hermosos ojos oscuros. El pelo negro le llega a la mandíbula y una cicatriz en su mejilla me hace sospechar que muchas personas han luchado contra el antes de morir. Se levanta y me observa directamente a los ojos. Tragó saliva y le sostengo la mirada. Escruta mis facciones mientras se pasa un dedo por el labio, seductoramente. Gladys te llevará al comedor- dice finalmente.

Al terminar de comer, Gladys me lleva a un dormitorio más lujoso que el mío propio. Hay un pequeño paquete encima de la cama con un lazito rosa con estrellas. Lo miro con desdén hasta que reparo en que tiene mi nombre completo. Cómo diablos lo sabe ?! Lo abro con delicadeza y encuentro unos pendientes preciosos, de tonos azules y dorados. Los dejo en la mesita y me siento en la cama, pensando en todo lo que ha ocurrido. Es todo tan difícil de digerir que me resultaría más fácil pensar que estoy dormida y que esto es solo un mal sueño. Pero no es así. Estoy totalmente despierta y se que mi vida cambiará drásticamente de aquí en adelante.

La Asesina de la Oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora