𝑩𝒊𝒈𝒈𝒆𝒓 𝑻𝒉𝒂𝒏 𝑻𝒉𝒆 𝑾𝒉𝒐𝒍𝒆 𝑺𝒌𝒚 ; Corroded Coffin

𝑩𝒊𝒈𝒈𝒆𝒓 𝑻𝒉𝒂𝒏 𝑻𝒉𝒆 𝑾𝒉𝒐𝒍𝒆 𝑺𝒌𝒚

Los chicos de la banda se habían reunido en el garaje de Gareth para ensayar como solían hacerlo. Tenían la mirada perdida, y todos estaban en silencio.

Nunca habían hablado sobre lo ocurrido con Eddie, y no querían hacerlo. No querían aceptar que eso realmente había sucedido. Él se había ido, y se había llevado una gran parte de cada uno de sus amigos consigo.

No tenían palabras para expresar el dolor que sentían. Solo podían comunicarse a través de las lágrimas saladas que no dejaban de empapar sus mejillas. Había pasado un buen tiempo desde que Eddie se había ido, y habían tratado de seguir con la banda por él, pero simplemente no podían. Ya no tenían fuerzas para ensayar, no tenían ganas tampoco. Ya no había nada que los inspirara a componer, y si lo intentaron alguna vez, no resultó. Parecía que todo lo que tocaban se enfermaba de tristeza, porque aunque no quisieran aceptarlo, aunque trataran de seguir adelante, sabían que todo se había terminado. Eddie había muerto, y con él murieron los sueños de la banda, porque en un principio habían sido los sueños de él. Fue él quien los impulsó a estudiar música, él los motivó, y ahora ya no estaba.

—Dustin se encargará del Hellfire... —comentó Gareth rompiendo el silencio.
Los demás se limitaron a asentir en respuesta.

—Chicos... —habló de nuevo limpiando sus lágrimas—. Estoy seguro de que todos están de acuerdo en terminar con esto. —dijo refiriéndose a la banda—. Quisimos ser fuertes por Eddie, para cumplir su sueño, pero sin él simplemente ya no tiene sentido... Aún así, creo que deberíamos hacer una última presentación.

Los chicos lo miraron. Confusión y cansancio era lo que había en sus ojos.

—Es que... —empezó a buscar las palabras para explicarse—. ¡Joder! No podemos dejar todo así. —y rompió en llanto—. No hemos hablado de él si quiera. Debemos despedirnos, debemos hacer algo más por él. Lo último.

Todos dejaron de contener su llanto y se unieron en un gran abrazo, recordando la vez en que conocieron a Eddie.

La conexión que tuvieron todos cuando de conocieron fue automática. Les gustaba la misma música, amaban jugar calabozos y dragones, y todos los consideraban unos raros por eso. Ser excluidos los había unido como nada. Ellos no eran simples amigos, eran hermanos. Sus mejores momentos los habían vivido juntos, siempre habían estado para apoyarse, siempre. Así que luego de pensarlo bien, le dieron la razón a Gareth.

—Tenemos una idea para una canción. —le comentaron los chicos.

Gareth se mostró interesado y los escuchó atentamente. Leyó las ideas que tenían y luego de hacer unos ajustes, la letra y la música estuvieron listas.

—Creo que Eddie se burlaría de nosotros por hacer una canción tan... ¿'Suave'? —todos rieron. Definitivamente Eddie, de encontrarse allí, no los dejaría en paz con sus burlas.

—Espero que aún así le guste... —dijo Gareth, los demás sonrieron, y tras soltar un suspiro, se prepararon para ensayar.

El martes siguiente se presentaron como siempre, anunciandole al público que lo que escucharían esa noche, sería muy diferente a lo que normalmente ofrecían.

La gente del bar estaba desconcertada y sentían algo de lástima. Creían que jamás volverían a ver a esos chicos, dado el fallecimiento de su líder y el odio que estaban recibiendo de la mayor parte del pueblo, aunque los que frecuentaban ese lugar nunca habían creído en las acusaciones en contra de Munson, pues lo conocían al igual que a los demás miembros de la banda. Sabían que no sería capaz de cometer tal atrocidad.

—Hoy queremos despedirnos... Y agradecerles por cada noche que hemos pasado aquí. Gracias por disfrutar de nuestra música, gracias por creer en nosotros... —dijeron antes de empezar a tocar.

La melodía que producían era lenta y melancólica, y Wayne Munson, quién se encontraba entre el público, no pudo evitar llorar tomando la mano de Dustin, quién había asistido con los chicos del Hellfire, además de Robin, Steve y Nancy. Todos se emocionaron, tanto por Eddie como por Max, quién estaba en el hospital en compañía de Eleven.

Y lo que quedaba de Corroded Coffin entonó su última canción. Les dolió mucho que les tocara tan pronto cantar una canción de despedida sin si quiera haber empezado a vivir la grandeza de ese sueño que alguna vez tuvieron. Pero ya era momento de aceptarlo, debían seguir adelante. Y con su gran amigo en mente, lágrimas en sus ojos y la mirada puesta en el cielo cantaron:

Goodbye, goodbye, goodbye
You were bigger than the whole sky
You were most than just a short time
And I've got a lot to pine about, I've got a lot to live without
I'm never gonna meet
What could've been, would've been
What should've been you.